sábado, 10 de marzo de 2012

El ruido debe ser considerado un asunto de salud pública

Motocicleta quemada junto al edificio Narciso Mendoza en Tlatelolco

Por Raúl de la Torre


Al Comité de Redacción de Vivir en Tlatelolco:

¿Debido a qué corruptela o falla en la (re)construcción de esta Unidad, los ruidos, hasta de simples pasos o caída de objetos; se transmiten enervantes de un departamento a otro, en toda hora y ocasión?

Basta que alguien camine, estornude, cierre puertas o copule, para que el sonido se filtre distractor en el día, pero inquietante, e incluso atemorizador por la noche.

Esta situación –aunémosle motocicletas, “reventones” y hasta las voces desde el andador- representa un asunto de salud pública, pues impide el reposo y agrava los “trastornos del sueño”, en las muchas personas que los padecen.


Invito por este medio a vecinos, escuelas, asambleas condominales y “Dirección Territorial” en Nonoalco y Tlaltelolco, a reconocer el ruido como tal asunto de salud, y enfrentarlo organizadamente desde tales ámbitos. Porque –me parece- es en parte responsable, del gesto de insatisfacción y enojo de muchos vecinos en esta Unidad.



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