domingo, 30 de noviembre de 2014

EL INICIO DEL CONFLICTO EN EL POLITECNICO

Por Mariano Rivera


Habiendo pasado por las aulas del Politécnico primero como alumno y después como maestro, me pareció interesante la forma en la que sucedieron los eventos que hasta el momento han cobrado la cabeza de la Directora del IPN que por incapacidad o soberbia, o quizás ambas, incubaron la semilla de un conflicto que hasta ahora ha tenido capítulos que ningún guionista imaginó. 
La interlocución que el protagónico secretario de Gobernación tuvo con los estudiantes en plena manifestación añadió un toquecito de tensión telenovelera que la mayoría de la prensa calificó de atinada y hasta ejemplar. El movimiento a mi entender estaba plenamente justificado al menos por la torpeza y la forma con la que el proyecto fue lanzado por parte de la dirección. Sin embargo, a la imprudente propuesta de la directora se añadieron otros ingredientes que se combinaron para formar la tormenta perfecta. Uno de ellos fue el rumor. Aquella participación masiva fue incentivada por un rumor que preocupaba y mucho a los estudiantes. De boca en boca se decía que el nuevo reglamento otorgaría a los egresados el título de técnicos en lugar de ingenieros, fundamento que me resultó inverosímil, pero a pesar de lo aberrante, e ilógico de tal idea, lo recurrente del rumor me orilló a buscar en internet la propuesta emitida por la Dirección para así desmentir o corroborar lo que la gente comentaba. Y en ese caso lo desmentían.

Vi como alumnos salían a las calles solicitando apoyo para el movimiento y no solo pedían dinero, algunos vendían tortas y chucherías con muy buena disposición y convicción pero al preguntarles de su lucha me respondían con aquel rumor. Esto me dio tristeza porque aquel movimiento lleno de entusiasmo y solidaridad era producto en parte de la ignorancia y la desinformación. 
Y aquí planteo las siguientes preguntas. En plena era de la inmediatez informativa ¿Es posible que los rumores puedan permear más hondo que la verdad? ¿Cuántos participantes se informaron a oídas? ¿Cuántos habrán entendido las modificaciones que proponía el reglamento? Independientemente de la postura que cada quien tenga ¿Los rumores propagados habrán sido intencionalmente planificados o son solo un ejemplo del fenómeno "teléfono descompuesto"?. Así que no le puedo poner palomita a los estudiantes. Ni con todas las tabletas ni con todos los celulares ni los tuits ni los feis se salvaron de la manipulación y mi última pregunta ¿Acaso un movimiento o una revolución puede sobrevivir sin ideología? La respuesta es no. Las marchas ejemplares de los estudiantes son solo eso ejemplares por que no hay desordenes en exceso y son pacíficas hasta cierto punto pero si no saben por que se manifiestan no tienen sentido.   
Si calificamos a las manifestaciones por su orden nos quedaremos a la mitad y perderemos lo fundamental, pero ya somos expertos en festejar triunfos a medias. Somos un país que exalta los logros no alcanzados, las hazañas incompletas y los minutos en los que nuestra selección estuvo por encima de Holanda. ¿Podremos festejar un triunfo completo en este caso? ¿El movimiento no se corromperá? ¿Tendrán los líderes del movimiento la sensibilidad y la voluntad para resolver el conflicto? ¿Tú qué opinas?

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