lunes, 16 de febrero de 2015

Inseguridad: blindaje para nuestros adultos mayores 1ª de varias partes

Por Héctor Márquez Zermeño

-       Oigan, oigan, ustedes señor y señora, por favor esperen…

Dice en voz alta y amable un tipo corpulento, de entre 25 y 30 años, estatura baja; quien a paso apresurado se dirige hacia una pareja de la llamada tercera edad, los cuales después de hacer sus compras caminan hacia su departamento ubicado en uno de los edificios de la unidad habitacional Nonoalco Tlatelolco. Y al ser interceptados por el citado sujeto, el señor hace alto con su esposa tomada de su brazo y le contesta:
Matrimonio Márquez Zermeño
-       Dígame joven, que se le ofrece.
-       Nada señor, sólo felicitarlo por lo bien conservados que se ven usted y su esposa. A mí me gustaría llegar a su edad y verme como se ven.
-       Gracias joven, le agradezco sus palabras pero nos tenemos que ir… compermiso.

Al voltearse y seguir su camino la pareja, el joven insiste:

-       Es que de verdad, yo no tuve la bendición de conocer a mis abuelos y de verdad me siento muy feliz, por favor déjeme ayudarlos con las bolsas y acompañarlos.
-       No joven, se lo agradezco pero yo puedo solo.
-       Está seguro, es que mire una amiga me dejo plantado y tengo tiempo.
-       No joven, no se moleste.
-       Es que…
-       No, no insista por favor… 

La pareja toma un descanso y observan si el sujeto ya se había retirado y continúan su camino, al abrir la puerta del edificio el señor observa si hay alguien y al verificar que no entran hacia su hogar.

Lo que acabo de relatar, ocurrió a plena luz del día en las inmediaciones de la estación del Metro Tlatelolco, en este caso y gracias a la actitud que tomó la pareja no pasó nada, más que la sensación de acoso que sintieron. Hay otros casos en los que l@s vecin@s si son engañados, timados, asaltados y hasta asesinad@s. Por ello es imperioso el poner atención en este sector de la población que por sus características de vulnerabilidad son blanco fácil de la delincuencia aquí y en cualquier parte del mundo.

Lo anterior viene a colación, por desagradables acontecimientos que se han venido presentando en las tres secciones de Tlatelolco a últimas fechas, en los que con lujo de violencia y brutalidad han robado y asesinado a gente de la tercera edad. Por suerte no se han presentado tan seguido estos actos de barbarie, pero si preocupa y exacerba la forma en que se cometen y –sobre todo- que es una población vulnerable que en el caso de la unidad el porcentaje de vecinos adultos mayores es alto, ya sea que vivan en pareja o solos y que no son visitados con frecuencia por sus familiares.

Al no oponer mucha resistencia a la delincuencia es necesario tomar medidas de prevención, porque si bien es cierto todos estamos expuestos a este flagelo, su condición de vulnerabilidad exige tomar medidas eficaces para evitar que sean dañados física y/o emocionalmente, opina la sicóloga Patricia Torres.

El mencionado problema no se va a resolver con aumentar el número de policías toda vez que en varios de los casos los hechos ocurren al interior de los edificios o de los departamentos, se trata más bien de apelar a la solidaridad vecinal y la convivencia armónica y de respeto, dado que hay casos en donde los vecinos que viven en departamentos o en pisos contiguos no se conocen. En tal asunto debe involucrarse a la sociedad, la cual debe estar unida y organizada. Ya que la autoridad hará lo propio y no tendrá excusa para dilatar la solución a la gestión que se le presente.

En varios de los edificios de esta unidad habitacional, las  relaciones entre l@s vecin@s no es muy armoniosa y aunado a la ausencia de proyectos encaminados a lograr una mejor convivencia entre los residentes de los diferentes edificios, con el propósito de evitar problemas que van desde la morosidad hasta la nula cooperación cuando ocurre algún ilícito en nuestro medio social es de vital importancia poner atención.

La tarea para lograr una vida digna en los condominios es intensa y ardua, al convertirse los edificios en propiedad de los residentes, todo lo que al interior de ellos se encuentre es responsabilidad de los mismos residentes, por supuesto contando en todo momento con el apoyo de la autoridad. También es importante el aprender a convivir con vecinos que tienen diferentes ideas y puntos de vista diferentes al nuestro, ya que la participación de la comunidad coadyuva para resolver el citado problema.

El exponer las ideas es importante para tomar la decisión más adecuada en la solución de un conflicto, en virtud de que nadie conoce mejor la problemática de inseguridad que los vecinos que la padecen. Entonces, con la iniciativa de la gente se pueden implementar acciones preventivas que contengan a la delincuencia.

Hasta la próxima y resistamos pacífica y civilizadamente nuestra existencia.

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