jueves, 24 de septiembre de 2015

Charla con Don Raymundo Amador Balbuena Núñez

*Nos relata parte de su vida y vivencia en la época del sismo del 85.

Por Naela Herrera
Vecino del Edificio Tamaulipas en la tercera sección desde 1970, es originario de Tijuana, BCN.
Su papá,  el Sr. Genaro Núñez fue un  famoso director de Bandas musicales, junto con sus tíos tocaba en la banda presidencial en el tiempo del presidente Adolfo  Ruiz Cortines; era Teniente Coronel. Le enseño a tocar el piano como instrumentos principal y también  bajo y violín.  En Tijuana trabajaban en cabarets y centros nocturnos. Recuerda que el comenzó a los 17 años,  acompañaba a las bailarinas y vedetes en sus rutinas musicales.

 Raymundo  Amador Balbuena Núñez 

Emigró hacia el Distrito Federal  pues acá había más orquestas y centros nocturnos y mejores artistas y músicos. Y claro, más trabajo. Trabajó acompañando a grandes artistas como Shirley Mclaine, ella traía su equipo pero él era el piano principal. Con Nelson Ned trabajo 12 años, iban a empezar una gira cuando llego el terremoto y ya no se pudo ir.
De la época del sismo nos comenta que él y su familia fueron reubicados en el edificio Territorio de Quintana Roo en lo que se resolvía la situación pues no se sabía si demolían o no el edificio o le cortaban la mitad. Y además les ofrecieron reubicarlos en casas, pero alguien le recomendó que no aceptara pues estaban en el cerro y tenían pisos de tierra. Entonces él,  con algunos otros vecinos se organizaron para pedir a las autoridades que les arreglaran sus departamentos y pudieran regresar a ellos.
Muchos vecinos aceptaron las casas, pero unos 5 ó 10 permanecieron en lucha, inclusive, unas 50 personas  fueron a la Torre de Banobras y se quedaron a dormir sobre la alfombra, estuvieron más o menos una semana ahí encerrados y algunos vecinos les llevaban tortas y refrescos. El personal de seguridad les llego a cerrar la puerta para que no pasaran a dejarles comida.
Finalmente consiguieron la autorización de que sí les arreglaban sus departamentos y podían regresar a ellos. Su departamento original quedo muy reducido así que solicito un cambio, mismo que le dieron.  Algunos vecinos se arrepintieron y quisieron regresar pero ya no hubo trato.
Nos dice: “Antes llegaba de mi trabajo en la noche y dejaba mi coche estacionado en Reforma y caminaba hasta mi casa, había seguridad; ahora no. Me da tristeza ver como las autoridades han descuidado la seguridad y el mantenimiento de la Unidad, estamos rodeados de basura, de hoyos, obras no terminadas.
Espero que el nuevo Delegado le inyecte trabajo y renovación, con gusto participaría en las juntas para dar solución a los problemas que enfrentamos cada día”.

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