jueves, 30 de noviembre de 2017

José Antonio Meade: ¿tecnócrata?

Alejandro Mario Fonseca
Hoy en la mañana (29/11/17) mientras esperaba la hora de mi clase de yoga, escuché en la radio una entrevista que le hizo Pascual Beltrán del Río, del grupo Imagen (en Puebla 105.1 de F M) al flamante candidato del PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade.
Se trató de una entrevista “a modo” en la que el comentarista Beltrán, que normalmente es muy crítico con los políticos del PRI y mucho más con los de Morena y del PRD, trató con mucha suavidad al candidato; nunca lo interpeló ni lo provocó como suele hacerlo con sus entrevistados.
Le preguntó en términos muy generales sobre la seguridad, la corrupción, la política económica, el populismo.… Tenía yo una gran expectación por lo que iba a decir Meade, pero muy pronto me decepcionó.
Yo esperaba por lo menos escuchar estrategias generales para sacar a México de la profunda crisis que vivimos. Pero no, no escuché ninguna respuesta concreta, ninguna autocrítica, ningún concepto claro. Pura retórica superficial, frases huecas, respuestas a medias; en suma demagogia, pura demagogia de la mala, de la peor.
En definitiva no ha sido entrenado como político. Carece de discurso propio, claro, decidido. Es más, su tono de voz es apagado, tímido, hasta ingenuo: suena inseguro.
En seguida busqué en Facebook fotografías del candidato y observé con detenimiento que su imagen refleja nítidamente lo que acababa de escuchar en la radio: un burócrata, un alto funcionario si usted quiere, carente de templanza, de carácter.

José Antonio Meade Kuribreña y Enrique Peña Nieto tras el destape. Foto: Sopitas.com

¿Qué es un tecnócrata?
El término tecnocracia significa literalmente «gobierno de los técnicos» y se deriva de los vocablos griegos τέχνη (tékhnē, «arte, técnica») y κράτος (krátos, «poder, dominio, gobierno»).
Diversos tecnócratas han identificado su postura con el uso del método científico para resolver los problemas de la política. En vez de basar sus decisiones en convicciones ideológicas, se favorece la acción orientada a resultados y basada en datos empíricos.
El tecnócrata es (o se asocia con) un científico o ingeniero. El término tecnocracia fue originalmente utilizado para designar la aplicación del método científico a la resolución de problemas sociales, en contraposición a los enfoques económicos, políticos o filosóficos tradicionales.
Saint-Simon es el primero que propone para el poder político a aquellos que, en su época, dirigen el proceso de transformación económica en Francia, los dirigentes industriales y los técnicos; augurando el reemplazo de la política por la ciencia de la producción, el «gobierno de los hombres» por «la administración de las cosas».

La ideología tecnocrática
Por los mismos derroteros circula otro filósofo y sociólogo francés, Auguste Comte (1798-1857). Contemplando la sociedad industrial, científica y tecnológica como fruto de toda la historia universal, saca la conclusión de la necesidad de una dirección tecnológica y no política de la sociedad.
 La ideología tecnocrática se fundamenta en una concepción del radio de acción y del método de la ciencia, de las relaciones entre la ciencia y la técnica y del papel social de la técnica, según la cual es real solamente aquello que es cuantificable, comprobable empíricamente y manipulable.
Por lo tanto, todo aspecto de la realidad, incluso de la realidad socio-política, es investigable con los instrumentos de las ciencias exactas. De esta manera, según la visión moderna de la indisoluble relación existente entre la investigación teórica (la ciencia) y el dominio sobre el objeto investigado (la técnica), es esta la que tendría una función de experimentación y de dirección social y política.

¿Quién es José Antonio Meade?
José Antonio Meade Kuribreña (Ciudad de México, 27 de febrero de 1969) es un político mexicano. Fue Secretario de Hacienda y Crédito Público del 7 de septiembre de 2016 al 27 de noviembre del 2017 en el gabinete de Enrique Peña Nieto; anteriormente fue secretario de Desarrollo Social y secretario de Relaciones Exteriores.
Durante el período presidencial de Felipe Calderón Hinojosa fungió, también, como Secretario de Energía y Secretario de Hacienda y Crédito Público, respectivamente. El mismo día que dimitió al cargo de Secretario de Hacienda, hizo pública su aspiración para ser el candidato presidencial del PRI para los comicios de 2018.
Se graduó en la licenciatura en Economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México con mención honorífica. Su tesis “El seguro de vida en México: El impacto de la seguridad social y el tratamiento fiscal sobre los planes de pensiones privados”. También es licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En 1997, José Antonio Meade obtuvo el doctorado en Economía por la Universidad de Yale, donde especializó sus estudios en Finanzas Públicas y Economía Internacional con la tesis “The Economics of Sentencing Guidelines: Evidence of Federal Fraud Offenders”.
En el ámbito docente, ha sido Profesor de Economía en el ITAM y en la Universidad de Yale. Ha publicado diversos artículos en temas de Microeconomía y Análisis Económico del Derecho. (Cfr. Wikipedia)

¿Dónde está la trampa?
Sé que para muchos, sobre todo para los que ven el quehacer político como algo sucio, como sinónimo de abuzo y corrupción, como una maldición, el hecho de que el dedo de Peña haya apuntado hacia un “tecnócrata” resulta una bendición, casi casi la salvación de México.
Pero resulta que  José Antonio Meade no es un tecnócrata. Es economista y con doctorado, y también es abogado. Y la economía, al igual que la sociología y la ciencia política son ciencias sociales y por lo tanto están más cercanas a la filosofía y a la historia  que a las ciencias naturales o exactas.
Los seres humanos no somos ratones de laboratorio sobre los cuáles el científico puede experimentar libremente. No, cuando un economista toma una decisión que afecta a millones de seres humanos, la tiene que tomar, si basándose en números, pero sobre todo con responsabilidad.
Y la responsabilidad la da el conocimiento de la historia, pero también de la moral y de la ética. Materias en las que nuestra clase política ha demostrado reiteradamente su ignorancia.
En todo caso José Antonio Meade ha resultado ser un “buen técnico” de las finanzas públicas, fiel a sus jefes políticos. Pero también un político mediocre, falto de templanza y de carácter para la gran tarea que significa enderezar a México.

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