viernes, 2 de febrero de 2018

La Cicciolina, el Cuauh y Meade: cualquier parecido es mera casualidad

Alejandro Mario Fonseca
¿Se acuerda usted de la “Ciciolina”? Bueno, si usted tiene menos de 40 años nunca oyó hablar de ella. Se trata de Ilona Staller, que fue o sigue siendo, no sé, una actriz pornográfica; además fue una cantante medianamente destacada y activista política, de origen  húngaro,  naturalizada italiana.
Conocida con el apelativo de Cicciolina, es famosa por ser la primera actriz de cine para adultos en el mundo en ser elegida diputada de la Cámara de Diputados de Italia por la lista del Partido Radical.
Sí, como usted lo oyó, diputada por el Partido Radical, nada menos que en Italia, la de la del Imperio Romano, la del Renacimiento; y una de  las cunas del arte, de la filosofía, de la ciencia política y de la modernidad.
Sucedió en 1985, cuando fue elegida, insisto, por el Partido Radical, luchando contra la energía nuclear y el ingreso en la OTAN, así como por los derechos humanos.
Y si, fue elegida diputada en la décima legislatura del Parlamento italiano, con cerca de 20 000 votos, resultando segunda en las listas del Partido Radical.
 Mientras ocupaba el cargo, y antes de que comenzara la guerra del Golfo, se ofreció a tener relaciones sexuales con el líder iraquí Saddam Hussein a cambio de la paz en la región. “Era algo innovador: nadie pensaba así del amor, del sexo, de la naturaleza. Nadie hacía política con el cuerpo (...)”, recordó en una entrevista el año pasado.​

Cuauhtèmoc Blanco alcalde de Cuernavaca
Cuauhtémoc Blanco; “héroe nacional”
Me acordé de la Cicciolina, porque ayer (30/1/18) me enteré de que el “Cuauh”, si nuestro “Cuauh” aquél de la “cuauhtemiña”, será el candidato del “Peje” para la gubernatura del estado de Morelos.
 Fue en 1998 cuando  el “Cuauh” daría una gran actuación en la tierra de los galos, siendo el principal productor de jugadas de peligro de su equipo, además de anotar su primer gol en la historia de las Copas del Mundo. Desde
entonces es todo un “héroe nacional”.
  También me acordé de que cuando Cuauhtémoc Blanco llegó a la presidencia municipal de Cuernavaca a finales del 2016, hizo la pantomima de su famosa “cuauhtemiña” con la que festejaba cada gol.
 El Partido Social Demócrata (PSD) fue el más feliz, pero también el gobernador Graco Ramírez, pues les alegraba la presencia circense del jugador de futbol improvisado como político.
Para el gobierno morelense y para la gente del PSD, la llegada de Blanco era una buena oportunidad para sacarle jugo a la figura popular del deportista, porque además de ser atractiva, su inexperiencia les prometía la posibilidad de manejar millones de pesos del presupuesto de la ciudad capital y utilizarla de manera electoralmente redituable entre la población. (Cfr. José Gil Olmos, Revista Proceso).

La Cicciolina: libre, valiente y rebelde
No estoy muy seguro de que el futbol y la pornografía gocen de grandes similitudes, pero de que ambas “disciplinas” (o más bien negocios)  resultan muy populares, no cabe duda.
Me acordé de la Cicciolina, porque por allá a mediados de los años 80 participábamos (y hablo en plural, porque aquí incluyo a mi amigo Alejandro Oaxaca) en un Seminario de Filosofía Política coordinado por el Dr. Luis Cervantes en la BUAP.
Y al caso de la Cicciolina le dedicamos toda una sesión de cuatro horas. Pues resultó que de actriz porno tenía muy poco ya que su actividad parlamentaria fue muy destacada: durante sus cinco años en el Parlamento presentó doce proyectos de ley que incluían medidas para introducir la educación sexual en las escuelas, realizar visitas conyugales a los reclusos y prohibir la vivisección.
Y sí, fue cierto que la Cicciolina durante sus campañas políticas (porque fueron varias) en los mítines, se quitaba el sostén y enseñaba las tetas. Pero el hecho no tenía nada que ver con el erotismo o con el porno: era todo un acto de valentía, de rebelión y de libertad.
Muchos pensaron entonces que por aquel desplante se había ganado el apelativo de Cicciolina, pero no “cicciolina” es  un diminutivo afectuoso que significa en italiano coloquial “querida” o “queridísima, dicho desde la ternura, desde el fondo del corazón”.

Sí el “Cuauh” fuera candidato a la presidencia de la República por el PRI ganaría
Y el Cuauh, nuestro Cuauh ¿qué ha hecho como alcalde de Cuernavaca? Bueno, pues no mucho. Ya bastante le ha costado resistir el acoso del gobernador Graco. Vaya hasta una huelga de hambre de 58 horas tuvo que hacer para que la Suprema Corte le otorgara la suspensión del juicio político interpuesto por legisladores de Morelos.
Además en aquella ocasión el Cuauh llamó a la “resistencia civil para sacar a Graco del gobierno del estado”. En la asamblea estuvieron presentes el rector de la Universidad Alejandro Vera Jiménez y el poeta Javier Sicilia, además de los líderes transportistas, de organizaciones sociales y los comerciantes del Centro Histórico quienes ofrecieron su respaldo al edil.
Y es que el Cuauh no es político, es un técnico del futbol, y además es muy popular, muy querido por la mayoría de los mexicanos. Y en esto se parece un poco a José Antonio Meade, que tampoco es político y también es un técnico.
Y aquí vienen las diferencias Meade es un “buen” técnico pero de las finanzas, aunque bastante despistado, porque muchos gobernadores corruptos pasaron delante de sus narices y ni cuenta se dio.
Pero tampoco es popular. Vaya, a Meade muy pocos lo conocen y está muy distante del Cuauh en cuanto a lo de “héroe nacional”; más bien sería una especie de antihéroe, por aquello de los gasolinazos.
Y en cuanto a carisma, el Cuauh no enseña la tetas como la Cicciolina, pero si sabe hacer la cuauhtemiña y eso divierte a muchos. Y ya para rematar, Meade también carece de carisma. Habla muy mal, muy apagado, suena falso e hipócrita. Además ni siquiera le sale bien la sonrisa: no sabe sonreír, muestra una especie de mueca grotesca.

Al Peje todo se le va dando con naturalidad
Y de todo esto ¿quién es el ganón? Pues AMLO el “Peje” que está feliz de la vida. El Cuauh va a ganar Morelos y le dará muchos votos al Peje. Ahora sí el Peje se puso las pilas y “pactó con el diablo”. Dejó a un lado la pureza política y está decidido a ganar.
La Cicciolina fue una actriz porno que destacó como una gran activista política. El Cuauh fue un gran futbolista que no sabe mucho de política, pero que está aprendiendo y por lo visto también está muy bien asesorado. Y a Meade ya nadie le cree que  es un político impoluto: está resultando ser un fanfarrón de la política, que alardea de lo que es y de lo que no es, en especial de su honestidad.

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