lunes, 18 de junio de 2018

AMLO ¿liberal? ¿socialdemócrata? o ¿conservador?

Alejandro Mario Fonseca
Ya pasaron 150 años desde que la ideología liberal triunfó en México después de una disputa por el poder que duró más de medio siglo. Los conservadores se resistían a renunciar a los privilegios que habían heredado después de tres siglos de dominio colonial.
Fueron 50 años de caos político, económico y social, que dieron paso a la República Restaurada: periodo que va desde el triunfo de los liberales encabezados por Benito Juárez sobre la intervención y el Imperio en 1867 y que abarca los gobiernos de Juárez (1867 a 1872) y de Sebastián Lerdo de Tejada (1872 a 1876).
Ahora que nuestro país se perfila hacia una verdadera alternancia política con el posible triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las próximas elecciones, la disputa ideológica entre liberales y conservadores sigue viva. ¿Por qué?
Pues porque el proyecto liberal de Juárez en realidad fracasó. Nunca se consolidó y lo más grave fue que le abrió  las puertas a la dictadura de Porfirio Díaz.
Y después de  la Revolución de 1910 tampoco pudo consolidarse un régimen plenamente liberal y democrático. Muy pronto los jefes militares triunfantes instauraron una monarquía sexenal disfrazada de República Federal democrática. ¿Por qué este reiterado fracaso de la modernización política en México?
Andres Manuel López Obrador

¿Dos enfoques contrapuestos?
Hurgando en las raíces históricas del conflicto, encuentro por lo menos dos enfoques contrapuestos sobre la sociedad novohispana: el “ilustrado”, que ve en los siglos XVII y XVIII estabilidad y progreso; y el crítico, según el cual el principal problema de México –herencia de la Colonia- sigue siendo la desigualdad.
Por ejemplo, Octavio Paz en El ogro filantrópico considera que durante la Colonia el genio criollo logró crear una sociedad civilizada que no puede ser comparable con nada de lo que ha sucedido después.
Se refiere a la paz interior y a la capacidad defensiva en el exterior; a un territorio que sin cesar se extendía; una economía próspera, al menos para el grado de desarrollo técnico de la época; y un sistema de equilibrio de poderes, ya que no de libertades públicas; además de un régimen de jurisdicciones especiales, en ausencia de una legislación igualitaria.
Paz va todavía más allá y resalta la gran herencia arquitectónica, la historiografía, la literatura  y los comienzos de una tradición científica; y remata: “un pueblo unido y regido por valores religiosos que eran asimismo valores morales, estéticos y políticos”.

México: el país de la desigualdad
Y para poner tan sólo un ejemplo contrario a las apreciaciones de nuestro gran premio Novel, cuando al historiador Fernando Benítez se le pedía resumir su idea de México en pocas palabras, respondía parafraseando al Barón de Humboldt: “México es el país de la desigualdad. Quizá en ninguna otra parte la haya tanta en cuanto a la distribución de la riqueza, de la educación, de la población”.
Benítez resulta demoledor en su crítica y nadie medianamente culto puede estar en su contra. “Ningún país avanza sanamente con una masa de miserables como la que tenemos en México: esta es la herencia de la Colonia”.
Con las citas que le he compartido hasta aquí, el poeta Octavio Paz resultaría un conservador, reaccionario, que añora los tiempos coloniales; y Benítez un radical de izquierda, que solo ve parcialmente la realidad que le interesa criticar.
Sin embargo, ambos tienen razón, lo que pasa es que hay que dedicarle más tiempo a leer completos sus escritos. Por ejemplo El ogro filantrópico es un hermoso ensayo que Paz escribió en 1976. Se trata de una crítica contundente al PRI gobierno de nuestros días. Pero hay que leerlo completo.
Por desgracia nuestros políticos en su mayoría son mediocres intelectualmente. No leen, no se informan: están dedicados a amasar grandes fortunas y no les interesa en serio el desarrollo nacional. Ocupar un cargo público implica una gran responsabilidad y los requisitos para los candidatos deberían ser mucho más estrictos.

Guerra sucia: mentiras, verdades a medias y manipulación
Lo deseable sería que nuestros políticos fueran también hombres de letras y que además estuvieran especializados en administración pública, o en jurisprudencia, o en otras disciplinas, según el caso de su función; o ya de perdida que contaran con asesores serios y que los tomaran en cuenta.
Le cuento todo esto, porque aquí en San Pedro Cholula pareciera que algunos candidatos a la presidencia municipal, no tienen ni la más mínima idea de lo que significa contar con una ideología basada en principios.
Es más, ni siquiera conocen bien nuestra historia. Por ejemplo Jorge Gómez, el dirigente de Acción Nacional que va de regidor por el PAN-MC afirma que partido MORENA quiere implantar el socialismo en México. Yo lo escuché hace unos meses en la Casa del Puente.
Y así por el estilo, también los priistas caen fácilmente en este tipo de críticas ligeras, dirigidas al engaño y la manipulación. Pero también hay otros, como Alejandro Oaxaca, que saltando alegremente de un partido a otro, pretenden confundir al electorado con chismes disfrazados de falsa ideología, o ni siquiera eso: disfrazados de verborrea.
Y es que es muy fácil confundir a un electorado bien intencionado pero “sin la suficiente información”. Pero ya no tanto, para eso están los análisis de la prensa escrita y de las redes sociales. Esa es nuestra tarea: desenmascarar las mentiras, las verdades a medias y la manipulación.

El Peje ¿liberal?, ¿socialdemócrata? o ¿conservador?
Por ejemplo, siguiendo con el caso de Cholula, en las redes sociales además de falsas encuestas, están utilizando la mentira, la burla y la descalificación para desprestigiar a los candidatos de MORENA.
Ahí está el caso del video de hace diez años en el que Luis Alberto Arriaga asumiéndose como liberal critica a López Obrador, no me queda claro, pero creo que lo tacha de populista.
Ya Arriaga lo aclaró con toda puntualidad en la entrevista que le hicimos en Cholula la Bella*. Pero no está por demás aclarar por escrito el desaguisado. Además, es algo que también involucra al caso de AMLO, y de la mayoría de los políticos ya maduros.
Lo normal, es que cuando somos jóvenes asumimos posturas ideológicas radicales. Pero con los años vamos madurando y matizando: consecuentemente distinguimos ámbitos de una modernidad compleja.
¿Es tan difícil aceptar que AMLO en la esfera de la política sea liberal, en la esfera de la economía socialdemócrata y en la esfera de lo social conservador?

* facebook: Cholula la Bella. Miercóles 12 a 13 horas de lunes a viernes.

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