martes, 11 de septiembre de 2018

Hay de trueques a trueques

Alejandro Mario Fonseca
“¿Por qué debería vivir?” le preguntó una estudiante a Steven Pinker. Planteaba la dificultad de encontrar un significado y un propósito en la vida, “dado que nuestra mejor ciencia debilita las creencias religiosas tradicionales acerca del alma inmortal”.
Pinker respondió de forma más o menos breve entonces y al final del libro concluye: “Cuando se aprecian en su justa medida, los ideales de la Ilustración son inspiradores, nobles, una razón por la que vivir”. En defensa de la Ilustración (Paidós 2018), su obra más reciente, está dedicado a argumentar esa respuesta.
No es una lectura para descreídos que buscan una fe en la que sustentarse, sino un largo romance que merece ser, y nunca fue, cantado. Se trata de un recorrido desde lo particular del individuo –sus defectos y debilidades, pero también sus ventajas y dones– hasta los logros que obtiene cuando se aplica a la tarea del florecimiento de la humanidad.
Usted acaba de leer los primeros párrafos del ensayo de Elena Alfaro Steven Pinker y la gran novela del progreso, recién publicado por la revista Letra Libres. Quise iniciar este escrito con esta cita, porque da en el clavo: los individuos (nadie se escapa) tenemos defectos y debilidades, pero también virtudes.

Trueque en San Pedro Cholula

En defensa de la Ilustración
Por eso es que a los que nos interesan los problemas económicos políticos y sociales, debemos ser muy prudentes y pacientes, debemos aprender a clasificarlos y a jerarquizarlos; y además debemos reconocer con  humildad su complejidad.
“Una de las ideas más hermosas y estimulantes de En defensa de la Ilustración es que la visión negativa y catastrofista que nos formamos de la situación en el mundo es en realidad una señal de nuestro progreso moral, de cómo los umbrales de sensibilidad al sufrimiento se han afinado: sabemos más y nos importa más”.
Ya no le cuento más sobre el ensayo de Elena Alfaro para que usted lo lea (está en la red de Internet gratis). Lo que quiero es apoyarme en estas ideas tan frescas y reveladoras, para insistir en la necesidad de, a pesar de todas las calamidades, ver el futuro con optimismo.
Pero no con un optimismo ciego, no con la fe del ignorante, sino con un optimismo ilustrado y cauteloso. Hoy más que nunca es importante para los mexicanos no dejarnos engañar por las falsas noticias ni por las exageraciones.
Tenemos que aprender a observar los vertiginosos cambios que estamos viviendo en su justa realidad, sin caer en las trampas de los vividores de siempre, de los políticos oportunistas, de los chayoteros y demás.

El último “escándalo de los verdes”
Por ejemplo, la noticia del día de hoy (6/09/2018) fue el escándalo del “trueque” que hicieron los dueños del Partido Verde Ecologista de México con MORENA el partido del Peje: 5 diputados a cambio de “apoyar programas para niños enfermos”.
Arturo Escobar, el eterno operador del “niño verde” declaró cínicamente que Mario Delgado (coordinador de MORENA) le pidió que analizara la posibilidad de que algunos diputados se integraran a MORENA; y que después de platicarlo con “su gente” estuvieron de acuerdo.
Y ¿qué obtuvieron a cambio los del Verde? Pues parece de risa loca, pero así lo declararon: “que se atienda el problema del cáncer infantil, que se reduzca el número de niños muertos por cáncer” ya que se trata de una “propuesta de campaña”.
Y Escobar todavía remata “si esto se convierte en realidad, es baratísimo lo que hicimos el día de ayer”. Ah, pero la cosa está todavía peor, porque los de MORENA, en la voz de Mario Delgado dice que fueron los del verde los que se ofrecieron.
Y jocosamente los medios ya les llaman a esos cinco diputados del Verde que saltaron a MORENA los “manuelitos”, porque curiosamente ese mismo día Manuel Velasco, el gobernador Verde de Chiapas, “salvó su licencia como gobernador” gracias a los votos de MORENA.

No hay porque escandalizarse
En resumen, lo que realmente sucedió fue que con los cinco diputados que se pasan del Verde a MORENA, éste último logra la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Y a cambio MORENA modifica una votación ya realizada en la Cámara de Senadores para concederle a Velasco regresar de gobernador a Chiapas.
Ante todo esto el Peje calla sobre el trueque y en una reunión con los diputados de su partido, incluidos los nuevos del Verde, los llama a “no marearse con el poder, ni avasallar con su mayoría a los oponentes”.
Y mientras que Ricardo Monreal niega haber pactado el cambalache, la Polevnsky más sensata justifica la adhesión: “así vamos a poder hacer los cambios con mayor facilidad”.
Y la prensa, pues unos “indignados” y otros apanicados. Ahí están los columnistas más sabiondos escandalizados por el “priismo” del Peje; y de entre todos los más virulentos son los chayoteros de siempre que están más que asustados, porque todo apunta a que la austeridad va en serio y el chayote se va acabar.
Mientras tanto AMLO (le digo Peje de cariño) feliz de la vida, sigue cosechando apoyos, la “cargada” continúa. Nadie quiere quedar fuera del presupuesto, aunque se adelgace, “de algo hay que vivir” como me decía un amigo priista que se acaba de pasar a MORENA.
Insisto en lo que ya he dicho en mis recientes escritos, los límites a la Cuarta Transformación de México que pretende el Peje no van a ser políticos ni sociales, sino económicos.

El Trueque en Cholula
La política así es, los seres humanos somos buenos y malos, hay que procurar superar nuestros defectos y debilidades, el Peje simplemente es mañoso y se quiere salir con la suya a toda costa: yo le sigo teniendo fe, ya veremos.
Mientras tanto, estimado lector, lo invito a que disfrutemos del otro trueque, el Trueque de Cholula. Esa fiesta que año con año se realiza como preámbulo a la Fiesta Mayor, la fiesta de la fertilidad, la de la devoción a la Virgen Tonanzin de los Remedios.
La fe en la modernidad no significa renunciar a las tradiciones de nuestros pueblos milenarios, sino entenderlas, respetar sus creencias y valores; y lo más importante contribuir a su dignificación, llevándolas a niveles estéticos cada vez más avanzados.
El Trueque de Cholula, aunque simbólico, resulta ser el núcleo duro de la Fiesta Mayor de Cholula porque nos recuerda que los mexicanos contamos con una gran riqueza cultural que será la base de un futuro florecimiento humanista, que se antoja difícil pero no imposible.

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