lunes, 18 de febrero de 2019

Leer por placer y a bajo costo

Alejandro Mario Fonseca

Cuando estudié en la Facultad de Química conocí a Isaac Kornhauser, un apasionado de la novela negra. Gracias a él leí a los clásicos Dashiell Hammett,  Raymond Chandler, Carroll John Daly y a otros.

La novela negra (en francés: Noir) o hard-boiled es, como la definió Raymond Chandler en su ensayo El simple arte de matar (1950), la novela del mundo profesional del crimen.

Según Isaac, se le llamaba negra porque sus argumentos sucedían de noche, pero en realidad debe su nombre a que originalmente fue publicada en la revista Black Mask de Estados Unidos y en la colección Serie Noire de la editorial francesa Gallimard.

 Pero también al carácter oscuro de los ambientes en que transcurre, lejos de las casas señoriales que ambientaban las novelas policiacas típicas de la
época. Otros prefieren la denominación de novela criminal.

El término se asocia a un tipo de novela policíaca en la que la resolución del misterio no es el objetivo principal y los argumentos son habitualmente muy violentos.


La división entre buenos y malos de los personajes se difumina y la mayor parte de sus protagonistas son individuos derrotados y en decadencia en busca de la verdad o, cuando menos, algún atisbo de ella.


Contexto social
La novela negra presenta una atmósfera asfixiante de miedo, violencia, injusticia, inseguridad y corrupción del poder político que refleja las primeras décadas del siglo XX en Estados Unidos, cuando la crisis económica desatada tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Gran Depresión de 1929 da lugar a historias policíacas inspiradas por la entrada en vigor de la ley seca (1920-1933) y el subsiguiente desarrollo del crimen organizado y el gansterismo.

Se difundió originalmente a través de revistas en papel barato o pulp a un público trabajador o proletario, por lo que su lenguaje no abundaba en florituras.

 La novela negra es política, es una genuina crítica social, con ambientación y descripciones naturalistas, urbanas en ambientes marginales como el hampa y los suburbios, pero también en los aparentemente más vistosos de la corrupción política y moral. (Cfr. Wikipedia)

En México el género noir que reavivó el escritor Rafael Bernal con el libro El complot mongol a finales de los sesenta, está evolucionando con nuevas generaciones de narradores mexicanos que mezclan el suspenso, lo policiaco e incluso la nota roja en un solo relato. Asesinos seriales, delincuentes, homicidas, detectives, víctimas del narcotráfico, personajes lumpen y sicarios, México se cuenta a través de sus crímenes.
Paco Ignacio Taibo II

Paco Ignacio Taibo II (Gijón, Asturias, 11 de enero de 1949), «naturalizado mexicano el 4 de abril de 1984», es un escritor, político y activista sindical hispano-mexicano.

Es fundador de Para Leer en Libertad, AC, proyecto cultural de fomento a la lectura y de divulgación de la historia de México, y es especialmente conocido por sus novelas policíacas (novela negra) y por haber creado y dirigido hasta el 2012 el festival literario de la Semana Negra de Gijón.

En 2012 se desempeñó como secretario de Arte y Cultura del Comité Ejecutivo Nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). En octubre de 2018 se anunció que sería el próximo director del Fondo de Cultura Económica, siendo ratificado en enero de 2019.

Apasionado por el género de novela negra en 1976 publicó su primera obra Días de combate (1976) con el detective Héctor Belascoarán Shayne como protagonista. Su gusto por este género lo llevó a fundar en 1986 la Asociación Internacional de Escritores Policíacos (AIEP).

En 1988 creó el festival multicultural Semana Negra de Gijón por el que han pasado miles de escritores de novelas policíacas, históricas, de fantasía y ciencia ficción.

Junto a su faceta de escritor Taibo II ha desarrollado otras actividades, ha dado clases en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, ha sido director de las series México, historia de un pueblo y Crónica general de México (1931-1986); del suplemento cultural de la revista Siempre! (1987-1988), y de las revistas Crimen y Castigo y Bronca.


Leer por placer y a bajo costo: el plan del gobierno de AMLO para promover la lectura

Su obra literaria, distinguida con numerosos premios, no se limita al género policiaco; domina también la historia, los cuentos, cómics, reportajes, ensayos  y crónicas.

Pero su verdadera pasión es la política, la política cultural y educativa. Taibo II es el estratega de AMLO para el tema de la cultura de su Cuarta Transformación. Sus principales propuestas son:

Su plan buscará reforzar en la infancia y  en la adolescencia el hábito de la lectura como una práctica placentera, que abre posibilidades de conocimiento.

También se tendrá como objetivo reforzar y mejorar la comprensión de los textos, desde la  interpretación de las ideas simples, hasta la discusión y crítica de  las ideas complejas. En estos dos primeros puntos mencionados, intervendrá la Secretaría de Educación Pública.
Lograr que los libros  se encuentren a la mano, a costos asequibles, y que las bibliotecas no se asocien con el aburrimiento. En esto intervendrán el Fondo de Cultura Económica (FCE) y diversas áreas de la Secretaría de Cultura.

Un México donde la lectura sea una actividad común y cotidiana; un México en el que no sólo las bibliotecas estén llenas, sino con parques, cafés y salas de espera, donde la gente lleve un libro en la mano. 

En fin, un México reflexivo, inteligente y crítico hacia su pasado, su presente y su futuro, Y no sólo eso. Vamos a forzar a que el conjunto de la industria editorial baje sus precios, coeditando con ellos, sustituyendo importaciones.

La educación formal tiene que impulsar un proceso muy potente de lectura y conocimiento y comprensión de la lectura, pero la educación informal tiene que levantar el placer de leer.

En esta ocasión la picardía natural de Taibo II fue más que moderada, se limitó a ironizar: Tenemos que romper el miedo cultural. La educación media está creando vacunas contra la lectura. Tienes que leer siete libros esta semana.

Tienes que hacer resúmenes. Y se producen lecturas de fotocopia, de un capítulo, libros mal leídos y, sobre todo, la sensación, que esa la tenemos que desterrar, de que leer es aburrido, señaló Paco Ignacio Taibo II. (Cfr. Animal Político)

No hay comentarios:

Publicar un comentario