jueves, 4 de julio de 2019

La fiesta, las lecciones y el populismo

Alejandro Mario Fonseca

El día de hoy (2/7/19) escuché las noticias de Imagen Radio (en Puebla por el 105.1 de FM). En esta columna ya he hecho comentarios sobre el programa matutino de Pascal Beltrán y que está dirigido principalmente a empresarios y al sector financiero.

Es un noticiero que escucho a manera de “compensación”, para equilibrar la información que tomo principalmente de las redes de Internet (Sin embargo, Aristegui, Proceso, entre otros): lo que intento es comprender el “otro punto de vista”, el de los “damnificados del tsunami morenista”.

La fiesta, las lecciones y el populismo

También leo el diario Reforma, que muchos tachan de fifi, Incluido el propio AMLO. Yo no sé por qué si a mí me parece, sí bastante duro y crítico, pero también equilibrado y objetivo. Así lo fue con los panistas Fox y Calderón y con Peña Nieto; ahora lo es con AMLO.

Pero al grano, lo que hoy quiero comentar es parte del noticiero de Pascal Beltrán. Después de la nota sobre el aniversario de la elección presidencial de AMLO en una multitudinaria “fiesta” en el Zócalo de la Ciudad de México; entrevistó a Tatiana Clouthier, a Romero Hicks y a Dulce María Sauri.

Tatiana, en contraste con el triunfalismo desbordado de AMLO, se mostró moderada, yo diría que hasta preocupada por lo difícil que está resultando la transición hacia la Cuarta Transformación. Bien por la hija del “Maquío”.


El PRI y el PAN en decadencia
En cambio los líderes del PRI, Sauri y del PAN, Romero Hicks, resultaron francamente decepcionantes. Se fueron por la crítica fácil, descalificaciones infundadas, ningún análisis, mucho menos un posicionamiento partidista serio y responsable.

Me resultó triste, no tanto por el PRI, para el que claramente se aproxima  su extinción; sobre todo porque se rumora que AMLO está moviendo sus influencias para imponerles a un “máximo” dirigente a fin a sus políticas.

Y sí, triste por el PAN que a todas luces está sufriendo una de sus peores crisis. ¿Dónde quedaron sus ideólogos? ¿Dónde quedó la Doctrina Social Cristiana? Ojalá se recupere, México necesita un partido conservador serio, fuerte, capaz de equilibrar los excesos de un presidente carismático, “populista” y hasta “iluminado”.

Pero lo que sí me resultó de risa, fue la entrevista que Beltrán le hace todas las mañanas a uno de sus patrocinadores: Manuel Somoza, presidente de CI Banco, una institución que agrupa a todas las casas de bolsa que operan en México con la finalidad de “promover el crecimiento y consolidación de su gremio”.

Y es que Somoza hoy resultó ridículo, ya que después de criticar despiadadamente las políticas económicas de AMLO; pasó a presumir que a ellos, al gremio de los hombres de las finanzas, les ha ido muy bien, requeté bien: “el peso fuerte, y sus casas de bolsa dando enormes dividendos para todos sus clientes”.

¿Cómo explicar esta enorme contradicción? Bueno, como dirían los que sí saben hacer negocios: “no es nada personal (contra AMLO), negocios son negocios”. Se trata de meter miedo para que el dinero este seguro, para que no corra riesgos. ¿Cómo? Llámeles ellos le dicen cómo.


Siguen viendo moros con tranchete
Pero además, no se trata de otra cosa más que del miedo infundado que Felipe Calderón les metió desde su campaña en el 2005: miedo al supuesto populismo de AMLO, a un populismo ramplón, ignorante e irresponsable, como el de los militares venezolanos.

Cuando alguien ve peligro donde no lo hay, tiene la sospecha de que lo están espiando o cree que hay una conspiración en su contra se dice que ve “moros con tranchete” o en su defecto suele usar el clásico ¿no hay moros en la costa?

La frase se originó en la península ibérica a raíz de las constantes invasiones de los pueblos árabes, pues llegó un momento en el que la paranoia se apoderaba de la gente y por todos lados veían a estos moros con tranchete creyendo que los iban a atacar.

Por eso y con el paso del tiempo, ver o creer ver moros con tranchetes, se dice cuando tenemos la sospecha de peligro. Y aunque la paranoia parece tomar vuelo de nueva cuenta, no todos son como Manuel Somoza.

En la fiesta de AMLO el pasado lunes, destacaron como invitados especiales, nada menos que Carlos Slim y Emilio Azcárraga. Empresarios colmilludos que saben muy bien que el “populismo” de AMLO puede resultar modernizador.
La austeridad republicana combinada con el apoyo a jóvenes con ganas de estudiar y trabajar (los hay muchos), puede convertirse en un círculo virtuoso de expansión, sí capitalista pero con bienestar social: lo que la mayoría de los mexicanos estamos esperando.

Y la fiesta de AMLO, aunque con acarreados, resultó muy reconfortante. Lo que más me gustó es que acertadamente nos hizo ver que vivimos en un ambiente inusitado de esperanza, de felicidad.


Además, como siempre, nos dio algunas lecciones
Al día siguiente de la fiesta, ayer lunes, en entrevista para la revista Proceso  dijo que los datos económicos dados a conocer en el mensaje, fueron dirigidos a los expertos, corredurías y calificadoras que “a diario” hablan de la perspectiva de crecimiento a la baja:

Ayer fue para decirle a los expertos: tengan para que aprendan. Porque no se daba toda la información o se daba desarticulada, por ejemplo, lo del crecimiento, hablar de que se caen las perspectivas de crecimiento y todos los días aparece un pronóstico siempre a la baja”.

“Dimos a conocer información que no la inventamos. Es información oficial. Y es otro el panorama”, añadió el mandatario quien consideró, por ejemplo, que la apreciación del peso con el mejor indicador mundial, no ocurría quizás desde la época del desarrollo estabilizador.

En otras palabras, la apreciación del peso mexicano que, en efecto, es la moneda más fortalecida en el mundo en lo que va de 2019, fue uno de los datos que López Obrador considera no son tomados en cuenta por las calificadoras.
Además habló de la reducción de la inflación, el crecimiento en la inversión extranjera directa, y el aumento en las reservas internacionales, todos estos, indicadores dados a conocer ayer en el mensaje.

Está bien, el Presidente tiene que ser optimista y contagiar al pueblo de México. Sin optimismo no hay futuro. Sin embargo yo pienso como Tatiana Clouthier: hay que ver el  panorama con mayor cautela.

No hay que echar las campanas al vuelo, hay que mantener una actitud crítica, pero informada y responsable: el plan petrolero y la estrategia de seguridad siguen sin convencerme.

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