¿Tache a la CNTE?

Alejandro Mario Fonseca

Sucedió antes del Grito de Independencia. En la antesala de las fiestas patrias, paradójicamente nuestro Presidente se vio fuertemente atado (dependiente) a una organización sindical que lleva ya 40 años haciendo de las suyas.

Los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación mantuvieron tres días de bloqueos en la Cámara de Diputados. El presidente AMLO dijo que concedería plazas automáticas a egresados de las normales, y que también crearía más de esas escuelas.

“El que salga de la Escuela Normal va a salir con su plaza, aunque no les guste a los conservadores. Me van a decir ¿y la evaluación? Y qué, ¿no van a estudiar? ¿No el estar en una Normal en nivel licenciatura significa prepararse para dar clases? ¿Qué más capacitación? ¿Qué más formación?

Y agregó: “entonces, sí, yo planteé eso, yo sugerí eso. Solo que se ponga en correspondencia con las vacantes, pero que las plazas las cubran y tengan preferencia los egresados de las Normales públicas”.

Amlo se reunió con la CNTE y CNTE

Fue contundente: “ya se acabó la política privatizadora en materia de educación” que implicaba rechazar a jóvenes que querían estudiar para maestros por medio de un examen de admisión o evaluarlos antes de darles una plaza”.

“Durante todo el periodo neoliberal rechazaron a millones de jóvenes que querían ingresar y que, con la mentira de que no pasaban el examen de admisión no les daban oportunidad de estudiar, esa era una regla de la anterior política educativa, la supuesta calidad de la enseñanza”.

La degeneración del instinto

Un día después el Presidente AMLO puso "tache" al bloqueo que  realizaron integrantes de la CNTE en la Cámara de Diputados para impedir que los legisladores discutieran las leyes secundarias de la nueva reforma educativa.

Y vendría lago “confuso”, por llamarlo de alguna manera: a pesar de que todavía no se discutían estas leyes secundarias, el mandatario afirmó en Palacio Nacional que éstas ya se habían aprobado.

"Tache (a la CNTE) y afortunadamente ya se llegó a un acuerdo, lo celebro, y se aprobaron las leyes secundarias y se terminó este ciclo de la mal llamada reforma educativa que tanto daño causo, el querer privatizar la educación, ya se resolvió eso. Si ayer hubo protesta, en comparación de lo que hubo, ya no es tan significativo porque hubo hasta muertos, represión, ya esto se terminó".

Así que más allá del Grito, la noticia de la semana es la del Presidente AMLO apapachado a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de  la Educación. Lo que yo veo es que por alguna extraña razón el Presidente se está dejando llevar por la necedad de la CNTE.

Pero pensándolo bien, no se trata de una simple necedad. En Más allá del bien y del mal, Nietzsche decía con relación al problema obrero, que no se trataba de un problema de necedad, sino de la degeneración del instinto que arde en el fondo de todas las necedades: ¿cómo se les ocurre darles lo que los convierte en amos?

Y mientras todo este sainete sucede, nadie en su sano juicio puede afirmar que verdaderamente está por darse una auténtica Reforma Educativa. 

Una auténtica Reforma Educativa

Tomo estas noticias como una evidencia contundente de la urgencia que tenemos los mexicanos de una verdadera Reforma Educativa basada en valores. Muchos políticos retuercen los hechos para hacerlos parecer como más les conviene. Y eso se llama mentir, engañar, y no es nuevo. Pero lo más grave no es eso, sino el hecho de que nuestra pobre formación escolar nos impide darnos cuenta.

Lo que nos urge a los mexicanos es una educación que les vaya dando a nuestros hijos, en todas sus etapas desde el pre escolar hasta la universidad, la posibilidad de desarrollar sus potencialidades humanas para pensar, sentir y decidir. Cualquier modelo educativo que no tome en cuenta este núcleo duro conceptual, está condenado al fracaso.

Pensar, sentir y decidir por uno mismo, de eso es de lo que se trata. De formar adultos que cuenten con un sentido válido de su existencia. No sólo se trata de que salgan de las escuelas, de los tecnológicos y universidades a trabajar y a ganar mucho dinero, sino de que también cuenten con una sólida formación como seres humanos valiosos, útiles para la sociedad. Y aquí es donde entra con toda su fuerza el asunto de los valores humanos. Sin formación de valores, no se puede hablar de educación.

Cuando hablamos de valores humanos en relación a la educación, suele uno caer en grandes confusiones. Mucho agradezco a Armando Rugarcía la claridad con la que aborda el problema. Los valores que más nos interesan no son los filosóficos, como la honestidad, la justicia y otros; sino aquellos valores que promuevan el desarrollo humano,  que orienten la práctica docente.

Valores y valoraciones

Rugarcía cita a Kolvenbach: “un valor es algo que tiene precio, que es precioso, que vale la pena y por lo que el hombre está dispuesto a sufrir y a sacrificarse, ya que le da una razón para vivir, y, si es necesario, aun para morir”.

Se trata de valores de sentido o finalidad, son “algo a lo que vale la pena dedicar la vida y que conducen a una manera de ser”. Y esa “manera de ser” conduce a otros valores que Rugarcía llama de “convivencia”.

Uno mismo, la pareja, los hijos, el trabajo, el estudio de una profesión… son valores de sentido; ser trabajador, ser honesto, son valores de convivencia que se asocian con la fuerza de los valores de finalidad asumidos. Por ejemplo, si uno decide dedicar su vida a su pareja, tendrá que ser honesto y cariñoso con ella.

La herencia es terrible, el problema de fondo de la clase política que nos gobernaba es que sus valores de finalidad eran el placer, el poder y el dinero: el criterio fundamental que normaba sus decisiones era su propio beneficio. Una verdadera Reforma Educativa debería revertir este paradigma, enfocar las baterías hacia el bienestar de los otros, de la sociedad en su conjunto.

Creo que nuestro Presidente AMLO está muy consciente de la paradoja a la que se enfrenta. Muy probablemente está decidido a desarticular la inercia de 40 años que lleva la CNTE abusando de la debilidad institucional. Quiero pensar que está dispuesto a tomar el toro por los cuernos: pero  necesita ganar tiempo.

Lo del “tache” es una broma desafortunada. Por más que busco una explicación más racional a todos estos hechos, no  encuentro, habrá que seguir los acontecimientos con sumo cuidado.