Alejandro Mario Fonseca
Yo era todavía un niño cuando el
Movimiento Hippie irrumpió primero en los Estados Unidos y muy pronto en el
resto del mundo. Me enteré por los artículos y sobre todo por las fotografías
que aparecían en la revista Life que
llegaba a la casa.
Se trató del surgimiento de una
manifestación contracultural en la
década de los años 60, que profesaba los valores de la anarquía, la no violencia,
el pacifismo, la revolución sexual, la preocupación por el medio ambiente; y
el rechazo al status quo capitalista y al materialismo occidental.
Originalmente el espíritu del Movimiento Hippie era opuesto al
consumismo y profesaba la vida simple y desprendida, contraria a las tendencias
homogeneizadoras del sistema. También se interesaría en la filosofía y las
religiones orientales.
Se vinculó y muy pronto tuvo una gran
influencia sobre expresiones artísticas y musicales. Además rompería con la
moral sexual cristiana: el amor libre y el uso de drogas recreativas serían dos
de sus máximas propuestas que hasta hoy en día siguen siendo polémicas.
En sus orígenes más profundos el Movimiento
Hippie fue una corriente juvenil pacifista, enfrentada con la Guerra de Vietnam
y con el gobierno estadounidense de la época, y su estilo de vida. Y aun cuando
sus valores de lucha perduraron en las generaciones posteriores, muy pronto se
vería absorbido por el sistema en los años 80.
Amor y paz |
La
Revolución Cubana en pleno auge
Sin embargo muchos reductos hippies existen todavía, pero
han quedado estigmatizados como bandas de holgazanes y drogadictos. ¿Qué fue lo
que pasó? Pues lo que acabo de decir, pero dicho con palabras más crudas: los
hippies pasaron a ser una de las clientelas del narco tráfico internacional.
Quise referirme al Movimiento Hippie
porque fue una de las grandes influencias culturales que los jóvenes mexicanos
de aquel entonces tuvimos. Yo diría que la principal.
Pero también es cierto que la otra
gran influencia fue la Revolución Cubana, que estaba en pleno auge y
curiosamente también la revista Life sería una de las principales
fuentes que nos mantenía al tanto.
Se trató de un claro influyente en el
Movimiento Estudiantil y expandió su ejemplo y sus ideas marxistas entre los
intelectuales y los estudiantes. ¿Cuáles eran estas ideas? Pues las de la
utopía socialista, las de la Unión Soviética.
Las principales eran: la abolición de
la propiedad privada, la toma de poder directo por la clase trabajadora, la
sociedad clasista, la desaparición de todo privilegio y el avance hasta el
socialismo. Nuestros héroes serían el Che Guevara y Fidel Castro.
La
Revolución Cubana, aunque con correctivos, sigue su rumbo, el Movimiento Hippie
no.
Así el Movimiento Estudiantil de 1968
tuvo como base una especie de amalgama contradictoria entre el Movimiento
Hippie y la Revolución Cubana. Por un lado un movimiento pacifista
contracultural; y por el otro la propuesta del socialismo por la vía
revolucionaria, es decir, la de las armas.
La
Revolución Cubana devino en dictadura, Fidel Castro se eternizó en el poder.
Poco a poco fue eliminando a todo aquél que le hacía sombra, sacrificó la
libertad por la “igualdad”; sacrificó la democracia por una ideología de
Estado.
Su pretexto
fue el bloqueo comercial y desde luego
la amenaza siempre latente de la intervención directa de los
norteamericanos. Y cuando los rusos, tras la caída del muro de Berlín dejaron
de apoyar a Fidel, todo se vino abajo.
El apoyo de
los venezolanos Hugo Chávez y Nicolás maduro ha sido insuficiente, sobre todo
porque no contaron con solvencia moral. Sin embargo el fracaso no fue total y
la Revolución Cubana, aunque con correctivos continúa su marcha.
El sueño de
Fidel se cumplió a medias, por lo menos los cubanos aunque hambrientos y
desalentados, siguen unidos. Se trata de 11.5 millones de seres humanos con una
esperanza de vida de 79 años, con una alfabetización del 100% y con un
desempleo del 3.2%.
Los cubanos
gastan el 12.8% de su Producto Interno Bruto en educación y su sistema de salud
es uno de los más exitosos del mundo. Su índice de desarrollo humano es de
0.769 (de 1.0). No es poca cosa.
El Che Guevara y la Revoluciòn Cubana |
Reivindicación del Movimiento Hippie
Y en cuanto
a la otra influencia, la del Movimiento Hippie, pues hay que prestarle mayor
atención y desmitificarlo. Sus propuestas siguen siendo válidas sobre todo para
los gobiernos liberales que siguen la
vía social demócrata.
Sí, sé que
esto suena a broma. ¿Cómo es posible que un movimiento humanista, como lo fue
en sus orígenes, haya degenerado y sin embargo sus ideales se estén cumpliendo
en nuestros días?
“Sexo,
drogas y alcohol” fue el estigma que nos heredó el Movimiento Hippie. Pero
curiosamente sus valores originales siguen vivos y se están llevando a la
práctica: “haz el amor y no la guerra” o “prohibido prohibir” son tal vez sus
principales slogans.
La
principal herencia del hipismo es la de haber rescatado una de las virtudes
humanas más complejas porque condensa el deber con la libertad: la del el amor. La sexualidad está en la base y el
amor junto con el erotismo son “la llama doble de la vida”, como decía Octavio
Paz.
Pero el hipismo
como movimiento contracultural no solamente significó una revolución sexual,
sino también ecológica. Se trató del primer movimiento social que propuso el
rechazo al industrialismo y el cuidado del medio ambiente.
Hippies mexicanos |
Los ideales de la juventud del 68
siguen vivos
En La
llama Doble Octavio Paz se pregunta por qué fracasó el movimiento
contracultural de la juventud del 68; y responde sin cortapisas: se lo tragó el
capitalismo, los poderes del dinero y la publicidad.
El amor
libre y la vuelta a la vida simple de las comunidades tradicionales, fueron
degenerando y poco a poco se convirtieron en los mayores lastres de la historia
reciente: la pornografía y el narcotráfico.
Octavio Paz
cita a Ezra Pound en su Canto XLV: Traen
putas a Eleusis. Los muertos se disponen al banquete. Por orden de la usura. Usted
puede encontrar en Internet, una excelente traducción de José Emilio Pacheco del
poema completo.
Al final
del poema Pound aclara: la usura es un
gravamen al uso del poder adquisitivo, impuesto sin relación alguna con la
producción. Por eso quebró el Banco de los Medicis.
De ninguna
manera estoy insinuando que el Banco de México está por quebrar, pero los
rumores cada vez son más fuertes.
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