• Robo de autopartes en Plaza San Diego
Alejandro Mario Fonseca
Resulta que el pasado domingo
28/10/18 una vez más fui víctima del robo de autopartes. Esta vez fue en Plaza
San Diego, nos gusta ir en familia a las funciones de cine de matiné.
Vimos la excelente película, La casa del reloj en la pared,
producida por Steven Spielberg y dirigida por Eli Roth. Se trata de una mágica
aventura que está basada en el clásico infantil de 1973 escrito por John
Bellairs e ilustrado por Edward Gorey.
La historia cuenta el mágico y escalofriante
relato de Lewis, un niño de 10 años quien, tras quedar huérfano, se muda a la
vieja y rechinante casa de su tío, la cual tiene un misterioso reloj.
Pronto, la aburrida y tranquila vida
de su nuevo pueblo se ve
interrumpida cuando accidentalmente, Lewis despierta a magos y brujas de un
mundo secreto.
Me encanto la actuación de Kate
Blanchett como hechicera, véala se la recomiendo. Pero si va a los cines de
Plaza San Diego, estaciónese cerca de la entrada y encárguele su auto a un
vigilante, incluso dele la propina por adelantado.
Yo no lo hice y creo que por eso me
robaron los tapones del auto. Cuando salí de la función y me di cuenta del
desaguisado, busqué a uno los “viene viene” y con una sonrisa dijo que no
sabían nada. Me indicó que a cargo de la seguridad del centro comercial estaba
un tal “Zeus”.
Robo de autopartes en Plaza San Diego Cholula Puebla |
Zeus: el
dios del trueno
Entonces me dirigí a la entrada de la
plaza y si me atendió el jefe de seguridad, no me acuerdo de su nombre, pero este
señor fue amable con migo, me acompañó hasta mi auto para cerciorarse de lo que
había pasado.
Lo primero que me dijo es que él no
sabía si mi auto había llegado completo. Le pedí que revisara las cámaras a lo
que respondió que no las había. ¿Entonces qué hago? Le pregunté consternado.
Y fue contundente: “diríjase a la
policía municipal y ponga una demanda”. Enojado me retiré del lugar. Era
domingo, así que me calmé y decidí aguantarme, ya no quería seguir perdiendo mi
tiempo.
Es curioso
que el apodo del jefe sea el “Zeus. En la mitología
griega, Zeus es el “padre de los dioses y los hombres”, que
gobernaba a los dioses del Olimpo como un padre a una
familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a
él como tal.
Era el rey de los dioses que
supervisaba el universo. Era el dios del cielo y el trueno y por
ende de la energía. Sus atributos incluyen el rayo, el águila,
el toro y el roble.
¡Qué ironía! El dios Zeus de Plaza
San Diego deja mucho que desear. Es amable y hasta simpático, pero está muy
lejos de garantizarle la seguridad a los despistados incautos que buscamos un poco de esparcimiento en la plaza
a su cargo.
Lorenzini vs
Arriaga
Continuado con el tema de la
seguridad, le comento que acabo de ver en Internet dos videos uno del candidato
panista perdedor a la alcaldía de San Pedro Cholula, Julio Lorenzini; y otro del ganador, el actual alcalde Luis
Alberto Arriaga.
Yo no sé quién empezó de nuevo, pero
están enfrentados con el tema de la seguridad. Ya desde la campaña Lorenzini
decía que sí ganaba le daría prioridad al gravísimo problema de inseguridad en
el municipio.
Por su parte Arriaga en campaña
también decía lo mismo, solo que matizaba asegurando que la violencia y la
inseguridad no eran problemas tan graves como en otros municipios.
Ahora Lorenzini ha retomado la bandera
de la inseguridad para seguir haciendo política y tacha a la administración de
Arriaga de continuista y de indolente… y no sé que tantos adjetivos peyorativos
más le pone. Además está llamando a la ciudadanía a una gran movilización
encabezada por él mismo, para enfrentar el problema.
Arriaga no se queda callado y en
rueda de prensa acepta que si hay problemas de inseguridad pero que no son tan
graves y que el problema de fondo es que no hay suficientes policías
acreditados, confiables para resolver el problema de inmediato. También
descalifica a Lorenzini, si me acuerdo bien lo tacha de infantil.
Participación
Ciudadana
Para mi gusto Lorenzini da en el
clavo, lo que hace falta es participación ciudadana. Sin embargo le gana el
rencor de la derrota, no es enfrentándose con las autoridades municipales como
se va a resolver el problema, sino todo lo contrario: colaborando con ellos.
Ya lo he comentado en esta columna
reiteradamente. El reto para el
futuro es proporcionar un servicio
de policía de calidad que resulte aceptable para un área metropolitana grande,
compleja y diversificada.
El cumplimiento de la ley debería
basarse en el principio de que la policía forma parte, y no una aparte, de la
comunidad a la que presta sus servicios.
Así que es apropiado e imperativo que el Departamento de Policía de Cholula
pida ayuda a la comunidad para que ésta establezca las prioridades y la visión
que tiene del servicio de seguridad.
El reto
del futuro sería cambiar de la actitud reactiva a la proactiva de la policía,
y con el apoyo de la ciudadanía, desarrollar nuevas capacidades que le permitan
el uso efectivo de recursos limitados para proporcionar un servicio de calidad
conforme a las expectativas de un área metropolitana social y económicamente
muy diversa.
Hacer su
agosto
Y dicho lo que tenía que decir,
regreso al tema de la inseguridad en Plaza San Diego. El jefe de seguridad de
la plaza, al que le apodan el “Zeus”, fue muy claro, ellos no se hacen
responsables, uno tiene que ir a quejarse con la policía municipal.
Insisto, no recurro a su apodo por
grosería, lo que pasa es que no me acuerdo de su nombre. De lo que si me
acuerdo es de que su uniforme llevaba el logotipo de la empresa de seguridad para
la que trabaja: Preventum.
El problema de la inseguridad en
Plaza San Diego no es nuevo, al parecer tiene su origen en que los empresarios
quieren cobrar por el estacionamiento de la plaza y las autoridades municipales
se oponen.
Y mientras se ponen de acuerdo, los
ciudadanos pagamos el pato. Es difícil encontrar la traducción correcta de preventum, pero una de las acepciones
que encontré y que viene muy bien al caso es “hacer su agosto”.
Hacer su agosto significa que es
válido hacer su negocio, saberse aprovechar de la ocasión. En latín se diría Invenire copiosum
preventum.
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