Alejandro Mario Fonseca
Hace cuatro años algunos analistas intentamos explicarnos el
fenómeno Trump desde distintos ángulos. ¿Por qué alguien como él, se había
convertido en Presidente de los Estados Unidos?
Tanto se habló sobre el tema, que parecía que ya todo estaba
dicho. Hoy como punto final Enrique Krauze nos ofrece un juicio sumario titulado
¡Despedido!, que quiero reproducir
tal como apareció en el sitio virtual de Letras
Libres:
Sembró odio, polarizó
al país, degradó el lenguaje político, repudió las reglas escritas, transgredió
las reglas no escritas, insultó a la prensa, difamó a sus críticos, mintió por
sistema, menospreció a la ciencia, desdeñó el cambio climático, desgarró
familias migrantes, humilló a las mujeres, despreció a las víctimas, encomió a
los victimarios, incrementó la pobreza, aumentó el desempleo, subió la
inseguridad, destruyó las instituciones, desechó a generaciones de servidores
públicos, devaluó la educación pública, encarnó el culto a la personalidad,
mimó a los dictadores, abandonó el multilateralismo, abrazó el aislacionismo,
subyugó al Poder Judicial, avasalló al Poder Legislativo, alardeó de ser figura
histórica, manipuló los símbolos religiosos, fortaleció a los evangélicos,
alentó el racismo, alimentó el clasismo, promovió a su familia, prohijó
negocios ilícitos, ignoró al fisco, canceló el seguro médico universal, minimizó
la pandemia, politizó el uso de cubre bocas, desacreditó a los expertos en la
pandemia, padeció incontinencia mediática, aspiró a autocracia, minó a la
democracia, pisoteó las libertades.
Donald Trump y Joe Biden
Uuuffffffff, ¿todo eso? Pues sí, y lo sorprendente es que
estuvo cerca de la reelección. ¿Por qué? Pues porque muchos gringos ignorantes se
identifican con él y todavía más sorprendente es que el país que “gobernó”, la
todavía máxima potencia mundial, la república imperial, sigue en pie.
El sendero de Barak
Obama
Recordemos que el expresidente Obama antes de ceder el poder al
magnate republicano el 20 de enero de 2017, escribió una misiva de despedida recordándoles
a sus compatriotas estadounidenses la grave crisis económica que afrontaba al
país en 2009:
“Hace ocho años, Estados Unidos afrontaba un momento de
peligro como no habíamos visto en décadas. Esa situación se complicaba porque cerca de
180 mil soldados estadounidenses estaban desplegados en Irak y Afganistán; y
Osama Bin Laden, el ‘cerebro de los peores ataques terroristas en suelo
estadounidense’, seguía prófugo”.
“Ocho años más tarde, una economía que se hundía (a un ritmo
de) más del 8 por ciento está ahora creciendo a más del 3 por ciento”.
También se mostraba
orgulloso de haber reducido la presencia militar estadounidense a 15 mil
efectivos en Irak y Afganistán y de que terroristas como Bin Laden, ex líder de
la red Al Qaeda, “habían sido eliminados del campo de batalla”.
En su carta Obama recalcaba, asimismo, que EU había golpeado
duramente al grupo yihadista del Estado Islámico y sus “refugios” en Irak y
Afganistán con el apoyo de una coalición de más de 70 países.
En clave de política exterior, el presidente se vanagloriaba
por haber contribuido a forjar el acuerdo nuclear alcanzado en julio de 2015
entre Irán y seis grandes potencias (China, Estados Unidos, Francia, Reino
Unido, Rusia y Alemania) para frenar el programa atómico iraní, muy criticado
por Trump.
Obama destacaba igualmente la normalización de las relaciones
bilaterales entre EU y Cuba, un proceso que Trump se había comprometido revertir,
al igual que el Acuerdo de París contra el cambio climático, que tampoco
satisfacía a su sucesor. Y así fue.
Biden: el regreso de la
responsabilidad
Trump está despedido, perdió sin contundencia pero perdió.
Ahora Joe Biden está obligado a la reconstrucción. En lo inmediato tiene una
tarea urgente: la del combate a la pandemia de covid-19.
Ya veremos que hace Biden, yo no dudo que retomará uno de los
grandes logros de Obama: su Reforma Sanitaria, que conocimos como “Obamacare”,
promulgada en 2010, que establecía la obligatoriedad de contar con un seguro
médico y que había beneficiado a más de 20 millones de personas.
Sin embargo, su tarea más importante será la revitalización
de la economía interna (destrozada por la pandemia) a la par de la reparación
de la profunda división social, resultado de la desigualdad, el racismo y del
deterioro de las instituciones judiciales.
Otras tareas no menos importantes serán: la modernización del
sistema migratorio, incorporando criterios humanistas; y la reorientación de
las políticas públicas para frenar el cambio climático, fomentando el
desarrollo de empresas basadas en las energías limpias.
Y en lo externo, aunque a muchos no les guste, Biden deberá
recuperar el liderazgo político mundial. Y yo me incluyo, a mí tan poco me
gusta “vivir en el patio trasero del imperio”. Sin embargo, hay que verlo como
un área de oportunidad: tiene sus ventajas.
La lista es larga, Trump empezó saliéndose del TPP, un
tratado que sido firmado por Australia,
Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur,
Estados Unidos y Vietnam, que representa el 40% de la
economía mundial.
Después en 2017 abandonó el Acuerdo de Paris sobre el cambio
climático y en 2018 el acuerdo nuclear con Irán. También se retiró del consejo
de derechos humanos de la UNESCO y de la OMS, desató una guerra comercial con
China y lastimó las relaciones con sus aliados europeos de la OTAN.
Un regalo navideño de
Obama
Y todo esto por no hablar de las sanciones unilaterales
contra Venezuela y Cuba, además de la “manita de puerco” que le hizo al
gobierno de la 4T de AMLO con relación a las oleadas de migrantes
centroamericanos. (Cfr. Prioridades de Joe
Biden), Claude Heller en el diario Reforma,
15/11/2020).
Todo esto y muchas otras cosas más tendrá que recomponer el
demócrata Biden. Y no es difícil percatarse de que no se trata de otra cosa más
que de regresar al sendero trazado por el expresidente Obama.
Y estimado lector, le comparto una excelente noticia que
acompaña el regreso de los demócratas a la Casa Blanca: el próximo 17 de
noviembre aparecerá en las librerías el primer volumen de las memorias del expresidente
Barak Obama.
A promised land (Una tierra prometida) es el título
del texto que está por publicar la editorial Random Hause, en dos volúmenes y
que aparecerá traducido a 25 idiomas.
Así que preparémonos para disfrutar de una obra de historia
política reciente en la que conoceremos los pormenores de ocho años, en los que
un gran estadista, el primer presidente negro de los Estados Unidos, logró
rescatar las mejores causas del humanismo liberal.
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