lunes, 31 de octubre de 2022

La Pera de Tlatelolco, crónica legal de un espacio en disputa

Por Miguel Angel Márez Tapia*

La zona conocida como el jardín de “La Pera” situada en la Segunda Sección de Tlatelolco, recientemente ha sido tema de movilización y disputa entre tlatelolcas y el deseo de instalar un espacio por un colectivo para el uso lúdico de marihuana. Las siguientes palabras no se centrarán (a petición de varios vecinos interesados en el tema), en la disputa en concreto del uso lúdico o no de la cannabis, sino en el escenario del conflicto, el jardín de la Pera desde la definición legal en disputa, la propiedad común de Tlatelolco.

La Pera, "Calidad de Vida" En memoria de José María "Chema" Arellano (2013)

1. Antes, un poco de historia.

La historia de la normatividad que tiene Tlatelolco es un tema ajeno de muchos tlatelolcas, la mayoría fijan sus posiciones u opiniones desde los usos y costumbres. 

Iniciemos, ¿Cuál es el origen legal de Tlatelolco?  Tlatelolco fue construido a través de un Fideicomiso del gobierno de México, único de su clase hasta ese momento para la construcción de vivienda popular, el año clave de la historia es 1964, en el Diario Oficial a la Federación del 22 de enero de 1964 por decreto presidencial de Adolfo López Mateos, la Secretaría del Patrimonio Nacional desincorporó del dominio público y ordenó pasara a manos del Fondo de Habitaciones Populares (hoy FONHAPO), “un conjunto de inmuebles propiedad de la Federación y del Departamento del Distrito Federal, ubicados en la zona Nonoalco Tlatelolco”. 

Tlatelolco se inauguró el 21 de noviembre de ese año por López Mateos, pero el 30 de septiembre de 1964, se constituyó otro fideicomiso de nombre "Conjunto Urbano Presidente López Mateos en Nonoalco-Tlatelolco" y para el aprovechamiento directo para este fideicomiso, se emitieron "Certificados de Participación inmobiliaria serie "B" no amortizables" el 30 de diciembre de 1964, la administración de Tlatelolco quedó a cargo del Banco Nacional Hipotecario, Urbano y de Obras Públicas (hoy BANOBRAS) y el banco constituyó una persona moral como su apoderado, la Administración Inmobiliaria S.A. (AISA), que administró toda la vida interna de Tlatelolco hasta su liberación fiduciaria nueve años después. 

Un segundo momento, fue el movimiento vecinal por la autoadministración en 1974 en contra de AISA por la alza de cuotas, esto se debió porque el 26 de noviembre de 1973 hubo una "liberación fiduciaria”, por segunda ocasión Tlatelolco se desincorporó del dominio público y se ordenó pasara a manos del Fondo de Habitaciones Populares nuevamente. La intención real del gobierno de Luis Echeverría Álvarez era acelerar la autoadministración para desincorporar su obligación del mantenimiento de Tlatelolco. El profesor José Salvador Lima Zuno fue el enviado a llevar a cabo dicha tarea, por lo que fue nombrado Director General de AISA en Tlatelolco, él ya tenía ese cargo desde 1969, primeramente en la U.H. Villa Olímpica y luego en la U.H. Villa Coapa, su encomienda estuvo a partir de ese momento en Nonoalco Tlatelolco, el profesor José Lima Zuno era sobrino político del presidente Luis Echeverría, por instrucción presidencial el Departamento del Distrito Federal crea la Subdelegación Política de Tlatelolco (hoy Dirección Territorial en Tlatelolco) en el Órgano Desconcentrado en Cuauhtémoc (antes Delegación, hoy Alcaldía Cuauhtémoc), un administrador político exclusivo para Tlatelolco, solo en la U.H. Villa Coapa, fue creada otra subdelegación política con este origen y en el mismo tiempo que en nuestra Unidad.  Este modelo administrativo seguiría vigente hasta que se lograse la autoadministración completa en los bienes inmuebles de uso habitacional, a través de las cuotas de pago de los departamentos por medio del Certificado de Participación Inmobiliaria, hago énfasis que seguía en la mayoría de departamentos en proceso de pago de sus usufructuantes. 

El primer punto clave, era distinguir el tipo de propiedad:
• FONHAPO que tenía bajo su dominio el conjunto de bienes inmuebles (edificios, locales, cine). 
• Subdelegación Tlatelolco tenía atribución exclusiva del mantenimiento del área común del Conjunto Habitacional (áreas comunes) y enajenación de los clubes y teatros 5 de mayo y Antonio Caso, vía contrato de donación.

2. La propiedad común en Tlatelolco

Te has preguntado, vecina, vecino. ¿Por qué a los problemas de fugas de agua, cuando llamas a SACMEX, te dicen que es atribución de la Alcaldía Cuauhtémoc? Lo mismo en el sistema de bombeo e infraestructura de agua potable y riego, cambio de adoquines, remodelación de andadores y luminarias, etc.  Sin embargo, las atribuciones exclusivas de las personas titulares de las Alcaldías en materia de desarrollo económico y social en el artículo 35 en sus cinco fracciones de la Ley Orgánica de Alcaldías de la Ciudad de México, en ninguna es la propiedad común. 

Primer punto, la Alcaldía Cuauhtémoc no tiene atribuciones legales en propiedad común dentro de una Unidad Habitacional, es decir Tlatelolco.

Iniciemos la explicación sobre la propiedad común que es nuestro tema y el antecedente más inmediato fue la reforma constitucional al artículo 27 por Carlos Salinas de Gortari en 1992 cuyo objetivo central fue proveer tierras para construcción de viviendas, derogando la prohibición sobre la venta de tierras ejidales y comunales. Derivado de esto, en 1993 se legisló la Ley General de Asentamientos Urbanos, otorgando a gobiernos locales más facultades para la planeación urbana y de vivienda, además de expedir permisos y licencias para uso de suelo y la facultad de poder regularizar la tenencia de la tierra.

A partir de ese momento, FONHAPO aceleró la escrituración de propiedad privada (departamentos) y el proceso de la desincorporación de todos los bienes inmuebles de Tlatelolco al Departamento del Distrito Federal, mismo que quedó bajo responsabilidad del Órgano Desconcentrado en Cuauhtémoc. FONAHPO también suscribió el contrato sobre los bienes inmuebles de Tlatelolco bajo su dominio y donó nuevamente los clubes 5 de Mayo y Antonio Caso a la autoridad local, antes Delegación hoy Alcaldía Cuauhtémoc, recordemos que dentro de los efectos del sismo de 1985 se quitaron los clubes a los tlatelolcas, donde se comprometió la Delegación Cuauhtémoc nuevamente como sujeto obligado, como lo hacía la Subdelegación política desde 1974, a dar mantenimiento al área común de Tlatelolco. 

En palabras precisas, en la transición a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal con Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano y en la Delegación Cuauhtémoc con Jorge Legorreta de una instancia federal como FONAHPO en el año de 1997, la Alcaldía Cuauhtémoc heredó como sujeto obligado el mantenimiento del área común de Tlatelolco, solo por el hecho de enajenar los bienes inmuebles deportivos y los teatros del Conjunto Urbano en la segunda y tercera sección. Aclaremos, este mismo contrato se dio de FONHAPO con el IMSS, para el deportivo y teatro en la primera sección.

Esto es preciso de aclarar, porque es distinto hablar de atribuciones a ser sujeto obligado, dado que la Alcaldía usando este vacío en la ley, ha interpretado desde varias administraciones que únicamente la propiedad común corresponde a los edificios, mientras que las hectáreas de pasillos, andadores, áreas verdes, explanadas, cuadros de juegos y estacionamientos son Vía Pública (espacio público), donde sí tiene atribuciones dentro de la Ley Orgánica de Alcaldías. 

La confusión jurídica de la autoridad local sea por desconocimiento o con intención, produce un agravio al interés general de los tlatelolcas por el vacío legal que persiste sobre la definición jurídica de espacio público o área común en Tlatelolco, además a la omisión legislativa del Congreso de la Ciudad de México para armonizar y actualizar la normatividad sobre propiedad común o condominio en la ley secundaria respecto a la Constitución Política de la Ciudad de México que nos rige en la actualidad. 

La normatividad vigente es la Ley de Propiedad en Condominio del Distrito Federal que data de 2011, donde la Procuraduría Social (PROSOC) es la instancia que tiene facultades únicas y programas sobre este tema, pero solo se avoca a dirimir o resolver asuntos dentro de lo que considera un condominio, es decir lo que es un edificio.  ¿Qué pasa, con los grandes Conjuntos Condominales como Tlatelolco? ¿Qué pasa, con las casi 70 hectáreas cuadradas de áreas comunes de Tlatelolco? Cerca de 50 de ellas, son únicamente áreas verdes. Este vacío legal ha sido aprovechado por las autoridades delegacionales, hoy alcaldías, para cometer  omisiones y abusos de sus funciones en varias administraciones:

Primero, desatender a Tlatelolco en sus áreas comunes, 
cuando es sujeto obligado de ello. 

Segundo, permitir el comercio ambulante en área común, 
con la interpretación, que es vía pública. 

Y mientras no exista una nueva legislación de la Ley Condominal que defina claramente las atribuciones de las autoridades inmediatas y de Gobierno Central que rija a todas las Unidades Habitacionales en su conjunto. El área común dicho por los tlatelolcas: “es tierra de nadie” ¡No, es tierra tlatelolca! 

Todos debemos empujar la iniciativa en el Congreso de la Ciudad de México que está congelada en comisiones para que los derechos que están amparados en la Constitución Política de la Ciudad de México se cumplan en Tlatelolco hacia el derecho a la propiedad común y la autodeterminación que de eso deriva en la toma de decisiones dentro de Tlatelolco por sus habitantes.

* Cronista de Tlatelolco 
Doctor en Antropología Social

5 comentarios:

  1. Muy ilustrativo. Gracias por la información

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  2. Muy abusivo el gobierno

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  3. El problema se agrava cada vez más por que la gente originaria de la Unidad Habitacional se está yendo o desafortunadamente, ya están falleciendo, la gente que luchó por la reconstrucción para recuperar su patrimonio es cada vez menos, muchos han optado por abandonar sus departamentos para dejarlos en arrendamiento. La gente gente nueva que va de paso nunca se va a interesar en arreglar estos asuntos, no conocen la historia y ni les interesa, las diferentes etapas en su administración, los problemas legales, ya no están interesados en tratar estos asuntos. Se requiere unión, comunicación, empatía, organización, etc. De las autoridades no se puede esperar nada, para ellos entre más rápido se degrade Tlatelolco para poder comprar a precio bajo, contruir una nueva unidad y venderlo a 20 veces su valor, es una mejor opción.

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  4. Gracias por tan valiosa información , buenas tardes.

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