Las áreas verdes de Tlatelolco . El muérdago verdadero o injerto.

Por M. en C. Amelia Ojeda Aguilera

La extensión de las áreas verdes en la Unidad Nonoalco-Tlatelolco ocupa el segundo lugar en la Delegación Cuauhtemoc, sin embargo no se les da el adecuado mantenimiento y cuidados, por lo que su deterioro crece año tras año.

El deterioro de estas áreas son el resultado de una mala planeación desde su creación, así como al mal manejo y mantenimiento de las mismas, a la falta de un programa técnicamente bien sustentado, de personal capacitado y de equipo, y también al desinterés tanto de los habitantes como de las autoridades responsables.

Uno de los principales problemas fitosanitarios en la Unidad es el muérdago verdadero o injerto, el cual es una planta hemiparásita (recibe este nombre debido a que produce una parte de sus alimentos y la otra parte los toma de las plantas sobre las que se encuentra) que daña a los árboles y arbustos sobre los que vive, ya que las que va debilitando y con el tiempo las mata, y por lo general, primero ocurre la muerte de las ramas posteriormente toda la planta. Es difícil detectarlo ya que tiene hojas verdes, y se confunde con las hojas de las plantas sobre las que vive.

El muérdago esta afectando a las siguientes plantas: álamos o chopos, sauces, colorín, hule, fresnos, jacaranda, cedro blanco y truenos; ya ha ocasionado la muerte de algunos árboles. En el año 2001 se le notifico a la subdelegación la presencia de este problema y se le hicieron algunas recomendaciones para su control, en ese entonces el problema estaba limitado a algunas partes de la segunda unidad, actualmente debido a la falta de control el problema se esta extendiendo, no solo esta matando árboles, sino también las ramas muertas pueden caer sobre los autos estacionados o sobre los transeúntes, sobre todo en la época en que se presentan fuertes vientos o lluvias. Las plantas afectadas por el muérdago se localizan sobre la calle de Lerdo, desde el Jardín de la Pera hasta Reforma y desde el Jardín de Médicos por la Paz hasta el Eje Central.

El control consiste en la poda de ramas afectadas. En caso de que el muérdago crezca sobre los troncos, los árboles y/ o arbustos afectados deben derribarse. Las autoridades de la Secretaria del Medio Ambiente del Distrito Federal fueron informadas por parte de la SEMARNAT, sobre el método de control, incluso ya lo han llevado a cabo en el Parque España, ¿POR QUÉ NO LO REALIZAN EN TLATELOLCO?, ¿ACASO SOMOS CIUDADANOS DE SEGUNDA CLASE?

La finalidad de este artículo no es estar lamentándose, ni hallar culpables es dar a conocer el problema y sus soluciones, por lo que a continuación se dan las siguientes RECOMENDACIONES:

Es prioritario que las autoridades correspondientes (Subdelegaciones Tlatelolco-Santa María y Guerrero-Tepito, así como la Delegación Cuauhtémoc) se coordinen para llevar a cabo los trabajos de limpia y saneamiento, es decir eliminación de árboles, arbustos y ramas muertas por muérdago (en general si el total de ramas afectadas es mayor al 65% se deberá eliminar el árbol).

Que los habitantes participen en la conservación de las áreas verdes, no tirando basura, evitar el vandalismo (poner clavos sobre los troncos, grabar corazones, romper las ramas, evitar pasar sobre el pasto), que no agredan al personal que realiza las podas, esto último puede evitarse si la subdelegación da a conocer con anticipación a los habitantes que se van a realizar podas, explicando la razón de las mismas.

Quitar el adoquín o cemento alrededor de los árboles y remoción de la tierra para permitir que el agua llegue a las raíces y favorecer el intercambio de oxigeno.

En general la poda de las ramas no debe ser de más de un tercio del total de las ramas. Cuando se realicen podas de saneamiento, también deben realizarse podas de configuración (es decir si por ejemplo a un árbol se le quitan ramas muertas o con daños de un lado, se deberán eliminar ramas del otro lado para que se obtenga un balance).

A las coníferas (araucaria, casuarina, pino, ahuehuete, cedro blanco, ciprés y junípero) no se les debe quitar la punta, solo se deben podar las ramas de la parte baja, sin exceder una tercera parte.

Nota: Este reportaje fue publicado en el No. 14 en octubre de 2008 en nuestra revista Vivir en Tlatelolco. Lo volvemos a públicar ahora aqui, por su vigencia