Martí Batres: D.F. ciudad de los programas sociales. 3 de oct 2010 en Tlatelolco |
Por Mishell Altamirano
Desde 1997, año en el que el PRD asume el poder del recientemente conformado Gobierno del Distrito Federal, siendo el primer jefe de gobierno Cuauhtémoc Cárdenas, han venido cuatro jefaturas comandadas por perredistas: Rosario Robles (1999-2000), Andrés Manuel López Obrador (2000-2005), Alejandro Encinas Rodríguez (2005-2006), y Marcelo Ebrard Casaubón (2006-2011). Aunque desde el año 2000, los ciudadanos pudieron por vez primera elegir a su delegado, en 1997, el jefe de gobierno elige al arquitecto Jorge Legorreta, como el responsable de la delegación Cuauhtémoc.
El arquitecto Legorreta, aunque mucho impulsaba la cultura mostrando los monumentos de la delegación más rica en arquitectura, termino siendo uno de los delegados más corruptos en la historia de la ciudad. Luego vino el 2000, y los habitantes eligen a Dolores Padierna, del PRD; después vendría una nueva cadena de perredistas, que hasta hoy, al frente de Agustín Torres, comandan a la delegación Cuauhtémoc.
La prangatanería de los gobiernos perredistas, que deciden invertir el erario público en mantener a los pobres, y no en el conservación y construcción de infraestructura pública, se ve en todas las calles descuidadas de lo que fuera alguna vez la ciudad de los palacios, en la calidad de sus servicios, en la atención a los gobernados, y en la corrupción y desinformación existente. El GDF prefiere invertir el dinero en gastos innecesarios:
Abortos para jovencitas (la mayoría de 12 a 16 años), pistas de hielo, albercas y las toneladas de arena que traen desde Veracruz para que la chusma orine en ellas como gatos. Y los beneficios, tales como las líneas de Metrobús, y ciclopistas, que ayudan a reducir la generación de gases tóxicos, no tienen la infraestructura adecuada. Basta darse una vueltecita en bicicleta por las ciclopistas, y lidiar con los automotores que invaden el confinado ciclista, ya que en muchos lugares, el carril entorpece la circulación vehicular, o no está pintado.
El arquitecto Legorreta, aunque mucho impulsaba la cultura mostrando los monumentos de la delegación más rica en arquitectura, termino siendo uno de los delegados más corruptos en la historia de la ciudad. Luego vino el 2000, y los habitantes eligen a Dolores Padierna, del PRD; después vendría una nueva cadena de perredistas, que hasta hoy, al frente de Agustín Torres, comandan a la delegación Cuauhtémoc.
La prangatanería de los gobiernos perredistas, que deciden invertir el erario público en mantener a los pobres, y no en el conservación y construcción de infraestructura pública, se ve en todas las calles descuidadas de lo que fuera alguna vez la ciudad de los palacios, en la calidad de sus servicios, en la atención a los gobernados, y en la corrupción y desinformación existente. El GDF prefiere invertir el dinero en gastos innecesarios:
Abortos para jovencitas (la mayoría de 12 a 16 años), pistas de hielo, albercas y las toneladas de arena que traen desde Veracruz para que la chusma orine en ellas como gatos. Y los beneficios, tales como las líneas de Metrobús, y ciclopistas, que ayudan a reducir la generación de gases tóxicos, no tienen la infraestructura adecuada. Basta darse una vueltecita en bicicleta por las ciclopistas, y lidiar con los automotores que invaden el confinado ciclista, ya que en muchos lugares, el carril entorpece la circulación vehicular, o no está pintado.
Aparecerá completo en la revista No.43 el próximo 16 de marzo en los puestos de periodicos y proximamente en http://www.vivirentlatelolco.com.mx/ en la sección Opinión.
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