Por Mishell Altamirano
¿Techumbres de la 3a sección de Tlatelolco recién reparados? |
Estimables lectores, después de
retirarme de su fina lectura unos meses, he vuelto con mi acostumbrada libreta.
En esta ocasión, en vísperas de las elecciones a realizarse el 7 de junio,
quiero hacer enérgica mi queja, al igual que muchos de ustedes, estimables
vecinos, contra el partido que dice ser diferente,
para la gente, gobierno que crea construye y avanza, entre otras.
Hace unos meses, al caminar por
nuestra simbólica Plaza de las Tres Culturas, el día que fue reabierta al
público, uno antes de la inauguración oficial, estoy hablando del 13 de
febrero, me encuentro a Alejandro Fernández, quien para esas fechas ya había
dejado de ser jefe delegacional, presumiendo
con mucho orgullo el desastre que
hizo con nuestra plaza. Al verlo, saludándole diplomáticamente, le dije señor Alejandro Fernández, usted sabe que
acaba de hacer, esto no es una obra en beneficio, es en perjuicio, deshizo
nuestra plaza, la armonía arquitectónica, ¿acaso usted no sabe? Y peor aún, ¿seis
millones de pesos por esta obra barata, acaso nos ve la cara de (…), que puede
venir a burlarse y a robarse lo que quiera? No dijo nada, se dispuso a
abandonar la plaza, dejando en claro que el
silencio es de los cobardes y de los ladrones.
Es una verdadera
vergüenza lo que estos gobiernos perredistas han hecho con nuestra unidad: Armando
Barreiro, un verdadero traidor que
actualmente se ha formado en las filas de otro partido político para buscar el
hueso, jugada que no le salió cuando AMLO decide darle la candidatura a Monreal
y no a su favor, sería el primer subdelegado con quien iniciaría el abandono de
Tlatelolco; es verdaderamente indignante que alguien que fue habitante inicial
de la unidad, haya hecho esto con nuestra unidad, una persona, al igual que
muchos que dicen ser de izquierda, solamente
usan a la gente como plataforma política.
En el mandato sub delegacional de Muñoz Soria, deshace nuestra red
hidráulica, y provoca rupturas en tuberías, debido a la alta presión del agua
que conducen. De delegados ni se diga: Agustín Torres, que invirtió 25 millones
de pesos en Tlatelolco en 2011 para hacer dictámenes a los edificios que,
aparte de alarmar a la gente y estar mal hechos, los hicieron empresas falsas las cuales desaparecieron de la
noche a la mañana.
La verdadera
hecatombe, lo que terminaría con Tlatelolco, sería el mandato de Alejandro
Fernández, con su presupuesto millonario, el cual subía y bajaba de monto, la danza de los millones lo llamó la
CRT. La obra consistió en: andadores con mala calidad de obra, pésima calidad
en la reparación de pisos, nos deshicieron nuestra Plaza de las Tres Culturas,
la plaza del Allende con una cancha que querían privatizar, la rehabilitación
de los cuadros Donato Guerra y Tabasco con juegos baratos: el costo era híper-millonario
por cada obra. La plaza costó 6 millones, pero a reclamo de los vecinos,
modificarían el costo, mencionando que costó $5, 999,957 pesos; a lo que yo
digo: estamos en el teletón o que onda,
cual es la causa de tantos cambios. Me daba coraje cuando los vecinos iban
a las juntas donde iba a estar el delegado, decían ahora si nos va a oír, e inmediatamente oían hablar a El Potrillo, sus promesas falsas, todos
le empezaban a aplaudir: o somos o no
somos.En una de ellas dije: a ellos
(los servidores públicos) no se les aplaude, para eso trabajan.
Tal
parece que los tlatelolcas hemos recuperado nuestro status. Cuando los sismos
de 1985, De la Madrid decía que "Tlatelolco es un lugar con una difícil
penetración política gracias al alto nivel académico e intelectual de sus
habitantes"; y sí, en Tlatelolco la mayoría somos o vamos en camino a ser
profesionistas con licenciatura, en algunos casos maestría y doctorado
concluido. Durante muchos años Tlatelolco, fue bastión político del partido
amarillo, pero ahora, que todos los vecinos nos hemos unido, tal pareciera que
ya no lo es. Los mismos políticos han declarado la impenetrabilidad política en
Tlatelolco, para las elecciones de 2015.Los ciudadanos somos
como los perros callejeros para los
políticos, solamente nosotros nos procuramos, ellos no nos cuidan, ocasionalmente
tratan de aventarnos un hueso para calmarnos; pero eso sí, somos vilmente
usados para sus juegos, e inmediatamente terminados, nos vuelven a abandonar.
Tlatelolco tiene
una arquitectura hermosa, es un conjunto funcional, como ya lo hemos hablado en
anteriores ocasiones, pero tenemos dos caminos: o seguir provocando que estos
gobiernos del PRD sigan matando a Tlatelolco, o ir por una vereda de cambio. He
aquí la importancia de la elección el próximo 7 de junio, en donde invito a
todos los vecinos (los convencidos, los no convencidos, los amenazados por
cualesquier partido político) a votar por un cambio; el cambio está en ti
vecino, es libre y secreto, y de ti depende si seguimos con este camino, o
viramos a otros lados. Estos gobiernos ya deshicieron Tlatelolco, en nosotros
queda elegir si siguen con su robo, despilfarro, y su olvido.
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