Aurelio Cuevas
(Sociólogo)
En
la 2ª sección de la Unidad, entre el Eje 1 Poniente (Av. Guerrero) y el
edificio Miguel Lerdo de Tejada, se encuentra en un terreno de forma
trapezoidal y con cerca de alambre el huerto “Tierra Nueva de Tlatelolco”; su
superficie aproximada es de unos 500 metros cuadrados.
En
un letrero ubicado a la entrada del huerto se señala que éste forma parte del proyecto Residual. Intervenciones artísticas en la
ciudad,el cual fue impulsado en el año 2010 -para conmemorar el
Bicentenario de la Independencia- por la Universidad Nacional Autónoma de
México y el Instituto Goethe (centro cultural dependiente de la embajada
alemana).
“Tierra
Nueva” fue idea del artista alemán Thomas Stricker quien buscó, a través de su
propuesta, hacer conciencia e involucrar a la población en el reciclamiento de
los residuos sólidos urbanos como una forma de afrontar los retos ambientales. Este
proyecto yotros 7 puestos en marcha en la capital mexicana hace 5 años persiguieron
la recuperación de espacios públicos por parte de la sociedad desde una
perspectiva ecológica.
El
centro de acopio de residuos de Stricker está destinado a la producción de
composta, que es un material de cultivo procesado con desechos orgánicos (de
frutas, verduras o plantas). Tales residuos proceden de los hogares tlatelolcas
que, cuando depositanaquellos en los sitios de recolección existentes en el
huerto, contribuyen a generar tierra fertilizada de manera natural.
Cabe
decir que la planta de compostaje está a cargo de vecinos que impulsan mediante
su trabajo voluntario un modelo
comunitario sostenible que tiene dos soportes básicos: 1) promover una mayor
vinculación entre los residentes a través del contacto cara a cara, 2) e
impulsar la reapropiación vecinal de los espacios comunes existentes en la
Unidad.
Junto
a la elaboración de composta se han sembrado en este terreno árboles frutales
(como el ciruelo, el naranjoo el limonero) que con el paso del tiempo servirán
de autoconsumo a quienes los cultivan. En el centro del huerto se encuentra un
invernadero con techo y paredes blancas que neutralizan el paso de la luz solar
a los cultivos habidos en su interior. También existe un ingenioso sistema de
riego que ahorra agua.
En
el área se imparten de manera continua cursos y talleres gratuitos que abordan
diversos aspectos de la agricultura urbana: técnicas de cultivo, beneficios de
los alimentos orgánicos, germinado de semillas, nutrición y crecimiento de las
plantas, formas de recolección de agua de lluvia, etc. En varias ocasiones la
asistencia a los mismos es muy nutrida.
Los
también conocidos como “Composteros de Tlatelolco” suelen planear también un
calendario del trueque de productos orgánicos un domingo por cada mes del año.
Sobresale la colaboración de los adultos mayores para sacar avante el funcionamiento
del huerto, sobre todo las tareas relativas a la preparación decomposta. No
está por demás decir que los miembros de “Tierra Nueva” cuidan enlazarse con
eventos promocionados por organizaciones similares a la suya tanto en la ciudad
de México como en otras partes del país.
En
síntesis, tras esta breve revisión de esta experiencia comunitaria verde
podemos afirmar que se avizora un buen porvenir para la misma. Nuestra Unidad
necesita promocionar más proyectos de esta índole. ¿Por qué no pensar en impulsar
huertos escolares en los numerosos centros educativos existentes en Tlatelolco?
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