¿Realmente se pueden prevenir las enfermedades? ¿Qué entendemos por enfermedad y salud?



Salud y enfermedad ¿dos lados de una misma moneda?



Ing. Héctor Orozco Altamirano

Cualquier ingeniero sabe que a las máquinas se les da mantenimiento preventivo y correctivo, el primero es para evitar el segundo.

¿Y que es nuestro cuerpo sano sino una maquinaria biológica perfecta?

Una buena cantidad de enfermedades se pueden casi totalmente prevenir.

Como ya lo comentamos anteriormente, la mayoría de las afecciones no son espontáneas, lo que acelera su proceso son los malos hábitos y/ó estilos de vida: fumar, beber alcohol, consumir drogas, no hacer ejercicio, pasar muchas horas sin comer, estrés, consumo de alimentos con alto contenido de grasas animales, etc.

Estos malos hábitos nos desarrollan: obesidad, diabetes, ataques cardíacos, afecciones cerebro vasculares, fatiga, cansancio crónico, migrañas, gastritis, colitis, estrés, hipertensión, por citar algunas, esto sin contar con las líneas genéticas de cada quien.

Lo que las podría prevenir, sería evitar esos malos hábitos, mas el consumo de productos nutritivos como frutas, vegetales, soya, fibra, pescado, beber de 2 a 3 litros diarios de agua, etc., y en caso de llevar un ritmo de vida muy acelerado y estresante, algún suplemento y/ó complemento alimenticio.

Esto lo podemos hacer nosotros sin la necesidad de ningún médico, sería lo equivalente a darle mantenimiento preventivo a nuestra máquina biológica, porque si no lo hacemos, enfermamos, y entonces requerimos de un médico que le dé el mantenimiento correctivo. Pero observen aquí lo interesante, a los médicos generalmente no los capacitan en nutrición, sino en atender y “curar” las enfermedades, el problema es que, sobre todo en el sector salud, los médicos les dan “parejo” el mismo tratamiento a todos los pacientes, basándose únicamente en los síntomas de la enfermedad ó sea como si fuésemos “clones”, sin considerar que la atención debiera ser personal ya que cada organismo es diferente.

Esto nos conduce a profundizar en varias reflexiones:

Si la mayoría de las veces que enfermamos es porque no le estamos suministrando a nuestro cuerpo la cantidad de nutrientes indispensables que requiere para estar saludable, tales como: lípidos, aminoácidos, antioxidantes, minerales, vitaminas, ácidos grasos, fibra, agua, etc., podríamos concluir que lo que denominamos “enfermedad” no es otra cosa que una carencia y/ó deficiencia de tales nutrientes.

¿Sería entonces necesaria la intervención de un médico para recuperar la salud?

¿Si le suministramos a nuestro cuerpo, mediante una nutrición adecuada, las cantidades de nutrientes que requiere, podríamos revertir el proceso?

¿A la reversión del proceso podríamos llamarle “salud”?

Este artículo, por lo interesante de sus respuestas, continuará en el próximo boletín.

e-mail: herectoro46@hotmail.com