Alicia Valiñas, Edificio 5 de Febrero
Vivimos en una ciudad llena de problemas y opiniones políticas y sociales de toda índole. Uno de los grandes problemas es la contaminación. Para ello, se están tomando medidas pertinentes, que aunque bien aún no son palpables, a la larga al ir eficientando el sistema de transporte público, será posible que el automóvil particular sólo se utilice en pocas ocasiones.
Muchas molestias, quejas y protestas han generado la obra pública en el Distrito Federal, únicamente una es válida: el daño económico que está afectando al pequeño y mediano comerciante, por lo demás el desvío de calles, avenidas o su disminución de carriles es temporal, las obras no son eternas. Este daño colateral puede ser subsanado si se toman políticas y medidas pertinentes y se podría asegurar el éxito que aunque en forma paulatina se logrará en pocos meses.
Con la construcción de nuevas líneas del sistema del Metrobus, así como las del Peribus, se está cumpliendo con acuerdos internacionales para combatir la emisión de partículas contaminantes y es de tomar en consideración que los tiempos de recorrido efectivamente es mucho menor, el tiempo de traslado hombre es entre 30 y 60 minutos, lo que evita el estrés, permitiendo llegar más relajados sin el conflicto de que no se avance en el tránsito ya siempre complicado.
Es un acierto, este sistema es eficaz, aunque algo deficiente, pero no exento de poder corregirlo. Falta mayor parque vehicular, sobre todo porque el tiempo de abordar se alarga, tanto por la falta de cultura cívica de los que se quedan en las puertas, como que este es insuficiente a las horas pico, somos demasiados los que queremos llegar a nuestro destino y se entorpece el flujo constante del transporte al impedir el rápido descenso de personas para que otras lo aborden.
En el caso del Metrobus, además se debe rediseñar la flotilla ya que el cierre y apertura de las puertas impiden un cupo mayor, la solución está, ya que los autobuses que recorren del Metro Balderas a Santa Fe, cuentan con el sistema conveniente, las puertas abren deslizándose; los pasillos interiores son muy estrechos y dificultan la circulación dentro de la unidad, una hilera menos de un lado permitiría esta circulación. La línea 2 del Metrobus actualmente está saturada pero al iniciar la Línea 12 del Metro el flujo se verá distribuido en ambos sistemas. Lo mismo puede suceder con la línea Dorada y el Peribus, esperando se apruebe la construcción de las cuatro estaciones más para dar un mejor servicio en la zona poniente del Distrito Federal.
Con las mejoras al autotransporte se podrá mejorar aun más el servicio, se logrará lo que se ha propuesto, motivar al ciudadano a utilizar menos el automóvil. Se está en el camino, sólo falta que todos los niveles de competencia hagan lo que les corresponde y se tomen medidas y políticas pertinentes: paciencia si, mucha paciencia el resultado lo tendremos al concluir tanta obra pública a un mismo tiempo, pero necesaria.
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