lunes, 25 de junio de 2012

Los vecinos no se fían de peritajes

Estudio de los edificios en Tlatelolco; acusan que resultados no se sustentan.
Rafael Montes. Reportero de El Universal

(versión original y completa para "Vivir en Tlatelolco": Publicada el día 22 de junio de 2012, el 21 se publicó una nota recortada  en el El Universal en la sección Metrópoli.)

rafael.montes@eluniversal.com.mx



Perforando columna del edificio Querétaro
Foto: Antonio Fonseca
Los resultados de los peritajes que la delegación Cuauhtémoc hizo a 21 edificios de la unidad Tlatelolco no convencen a los vecinos, pues encontraron irregularidades en los datos exhibidos en los documentos, como superficies y alturas que no corresponden con las de los inmuebles en los que habitan, así como recomendaciones idénticas para edificios de diferentes dimensiones y pesos.

De acuerdo con las observaciones realizadas por el arquitecto Santiago Jordá, quien en 1986 formó parte de la Comisión Técnica Asesora, encargada de la reconstrucción de Tlatelolco después del sismo del 19 de septiembre de 1985, los estudios que mandó hacer el gobierno delegacional están mal hechos y emiten recomendaciones equivocadas.

En entrevista, Jordá afirma que en los próximos días presentará denuncias contra la delegación por hacer mal uso de los recursos públicos e infundir miedo a los vecinos al asegurar que los edificios están en malas condiciones sin presentar pruebas convincentes.

Antonio Fonseca, representante del edificio Chihuahua, acusa a la delegación de no informar de manera clara, generar más dudas y recomendar renivelaciones sin sustento.


Recomendaciones por machote

Después de la insistencia de los vecinos ante las autoridades delegaciones para conocer los resultados de los últimos estudios, con un costo de 25 millones de pesos, los cuales se mantenían bajo reserva con el argumento de que “eran complicados y los vecinos no los iban a entender”, una versión fue publicada en la página web de la delegación.

Sin embargo, al ser revisados por los vecinos, incluido el arquitecto Santiago Jordá, se percataron de que las recomendaciones son idénticas para edificios distintos; por ejemplo, al Chihuahua y al ISSSTE 11, que son inmuebles de 14 pisos y compuestos por tres bloques a lo horizontal, se les recomienda exactamente lo mismo que a la torre Veracruz, de un solo cuerpo y 24 niveles y que al edificio Colima, de cuatro pisos.

Para los tres, la empresa Hoyu Mexicana, cuyos responsables son los ingenieros Humberto González Ortiz y Charbel Gómez Ruiz, concluyó, en un cuadro a manera de machote, que “es recomendable corregir la deficiencia de capacidad sísmica en el conjunto del inmueble, por lo que sugiere de un proyecto de restructuración que permita garantizar la estabilidad del inmueble bajo las acciones de un sismo de acuerdo a las nuevas construcciones determinadas en el Reglamento de Construcciones y sus Normas de Diseño vigentes”.

Jordá reclama que se argumente con base en ese reglamento, pues “el nuevo reglamento se hizo con base en la reconstrucción de Tlatelolco y fue 25% menos estricto que las exigencias que se impusieron a esta unidad”.

Además, la empresa sugiere a todos, con las mismas palabras,” llevar a cabo un proyecto de reforzamiento en lo relativo a la cimentación, mediante la adición de pilotes de fricción o mezclándolos con inclusiones de mortero-arena-aditivo” y “renivelar el edificio, analizando la factibilidad de utilizar el sistema de sub excavación para tratar de recuperar en lo posible la verticalidad de los mismos”.

Para los tlatelolcas, esos enunciados similares para los cuatro edificios, que son sólo un ejemplo, es indignante, sobre todo porque a partir de esas recomendaciones ambiguas, la delegación, advierte que podrá solicitar más recursos.

Uno de los argumentos que Jordá y los vecinos utilizan en contra de la delegación es que los estudios no tomaron en cuenta que en 1986, después del terremoto, ninguno de los edificios que se mantuvieron en pie fue renivelado y a partir de la inclinación que presentaron, la cual no ponía en riesgo la estructura, fueron reforzados.

Jordá ejemplifica con la torre Veracruz, en cuyo pent house tiene su despacho. De acuerdo con los estudios de la delegación, ese edificio tiene una inclinación de 64 centímetros en la esquina noroeste. Para el arquitecto, ese dato sólo demuestra que el inmueble ha resistido ejemplarmente: “¡se ha movido dos centímetros en 25 años, eso es genial!”, exclama.

Pero además, comenta que la delegación describe a la torre como un edificio de 20 pisos, cuando en realidad tiene 24 y que tiene una superficie de 887 metros cuadrados, cuando en realidad tiene mil 93.60 metros.

Fonseca comenta algo similar. Del Chihuahua, la delegación asegura “que cada módulo tiene 12 metros de ancho y 56 de largo, pero con la reconstrucción quedó de 25 de ancho y 56 de largo”. Además, dicen que tiene 88 pilotes, cuando en realidad tiene 288. “Todo está mal, los números no coinciden con la realidad”, concluye Fonseca.

“Lo único que está bien, de lo que he visto, son los estudios de mecánica de suelos, que son coincidentes con los que yo tengo, que son de hace 26 años”, afirma Santiago Jordá.


Rafael Montes

0445528535128

montesrafa@gmail.com

1 comentario:

  1. Buen dia, disculpe la molestia e impertinencia, podria de favor darme los datos del Ing. Charbel Gomez Ruiz para realizarle una consulta parecida a la situacion que actualmente tienen, saludos

    Oscar Velazquez

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