Nuevo jefe delegacional en la Cuauhtémoc

Alejandro Fernández Ramírez,
delegado electo.
Fotografía: Antonio Fonseca

Por María Eugenia Arellano

Se inicia una administración más en la Delegación Cuauhtémoc y, como sucede cada tres años que se renuevan los funcionarios. Mientras, nosotros los habitantes de Tlatelolco reavivamos la esperanza de que ahora sí se resuelvan antiguos problemas y necesidades que nos aquejan.

Problemas complejos que vienen de tiempo atrás, algunos tienen su origen en parte por la ubicación geográfica de la Unidad, rodeada por colonias que a raíz de los sismos han crecido en el número de habitantes al haber convertido lo que eran propiedades unifamiliares o pequeñas vecindades en edificios multifamiliares, con servicios insuficientes, sin espacios recreativos o deportivos a los que puedan acudir, lo que ocasiona que busquen cubrir sus necesidades en nuestras instalaciones o tomen como tiradero de basura las áreas comunes a su paso.

Lo anterior sumado a todo lo que genera una comunidad como la nuestra en un espacio densamente poblado con extensas áreas antes jardinadas o peatonales como los denominados andadores, vías de comunicación con intenso tráfico día y noche además de una considerable población flotante. Todo esto da como resultado lo que todos conocemos y sufrimos: Basura, deforestación, contaminación ambiental, visual y auditiva, alumbrado insuficiente o mal estructurado inmuebles abandonados que son una invitación para se invadidos por indigentes o malvivientes y ni que decir de la inseguridad, en fin la lista es interminable.

Quienes hemos vivido en Tlatelolco desde hace muchos años, hemos visto con pesar el paulatino pero incesante deterior de nuestros edificios, todo lo que compone la unidad a pesar de los esfuerzos y el trabajo de muchos y la indiferencia de otros. El paso el tiempo, asimismo la falta de mantenimiento han cobrado su cuota.

Es por eso que ahora que contamos con un nuevo Jefe Delegacional, que si bien se estrena en este cargo, también es cierto que no lo es en la Delegación. Como Director de Desarrollo Social escuchó en repetidas ocasiones los requerimientos de los vecinos, como candidato recorrió la Unidad buscando el voto, el cuál obtuvo generosamente, situación que lo compromete por su experiencia y conocimiento de la problemática a llevar a cabo un programa de trabajo permanente de regeneración, así como conservación de la áreas que a su encargo competen, eso desde luego con la participación y corresponsabilidad ciudadana honesta, objetiva y comprometida