jueves, 11 de octubre de 2018

¡No más Elysium!

Alejandro Mario Fonseca
Hace dos o tres años vi por primera vez la película Elysium. Me gustó mucho pero también me entristeció. Mi gusto se basó en la excelente actuación de los personajes y en la puesta en escena tan bien lograda.
Pero salí triste del cine, con la sensación de que los mexicanos ya empezamos a vivir en situaciones muy parecidas a lo que plantea la película. En seguida me explico.
Lo que vi fue una sociedad mayoritariamente en la pobreza y esclavizada (gran parte en la miseria). Y una pequeña fracción disfrutando de una vida llena de comodidades, basadas en tecnologías de punta: robots y sobre todo de servicios de salud muy avanzados.
El director Neill Blomkamp nos lleva al año 2159, la humanidad está profundamente dividida entre dos clases de personas: los ultra ricos que viven a bordo de una lujosa estación espacial llamada Elysium.
 Y el resto que vive entre las ruinas de la Tierra. La vida de un hombre llamado Max (Matt Damon) pende de un hilo y acepta realizar una misión peligrosa que podría llevar la igualdad a la población, pero la Secretaria de Defensa Delacourt (Jodie Foster) promete preservar el estilo de vida de los ciudadanos de Elysium a cualquier costo.
Se trata de una estación espacial muy avanzada  que tiene su propia atmósfera y campo electromagnético, aire limpio, agua y con todo lo necesario para vivir en forma segura, saludable y confortable, orbitando la Tierra a una gran altitud, construida por la Corporación Armadyne.

Extrema pobreza 

El cambio climático
 Pero la mayoría de los seres humanos viven en una Tierra superpoblada y arruinada. Y en consecuencia afectados por varias enfermedades, problemas de salud, incapacidad y degeneraciones genéticas; todo esto producto del cambio climático, la contaminación ambiental y los desechos industriales y nucleares.
El otro tema clave del filme es el de la migración. La Secretaria de Defensa, decidió conservar el lujoso estilo de vida de los ciudadanos de Elysium. Y para ello emplea al psicópata mercenario Kruger (Sharlto Copley) para eliminar a los inmigrantes ilegales que intentan llegar a Elysium y utilizar sus avanzados Med-Pods para curar sus enfermedades.
El Presidente Patel (Faran Tahir) está en desacuerdo con sus métodos y amenaza con cesarla, además de despedir a Kruger. Delacourt luego convence al Jefe de la corporación, John Carlyle (William Fichtner), para escribir un programa informático que puede reinicializar el software de control de Elysium.
 Su objetivo es reemplazar a su Presidente, para que la Corporación Armadyne controle totalmente a Elysium como una dictadura. Carlyle almacena el programa en su propia mente para su custodia hasta que abandone la Tierra a Elysium, en una nave espacial.

El vértigo horizontal
Y ya no le cuento más para que usted vea la película, está disponible en Internet gratis. Y pasando a lo que le quiero contar, amable lector, es que acabo de ver otra vez Elysium debido a que me enteré de que fue filmada en la ciudad de México, en escenarios reales.
Sucede que, no sé si en El País o en Sin embargo, leí una entrevista que le hicieron a Juan Villoro sobre su último libro El vértigo horizontal, una ciudad llamada México. Y resulta que el periodista le pregunta a Villoro sobre sus expectativas con relación al triunfo de MORENA en las pasadas elecciones.
Y contra lo que yo esperaba, Villoro responde muy pesimista hablando de la gran complejidad de los problemas que le tocará resolver a los nuevos gobiernos. Y como está hablando de su nuevo libro, en el que el protagonista es la ciudad de México, hace una severa crítica a los perredistas por sus malos gobiernos.
Y aquí viene lo más interesante, Villoro cita la película Elysium para hacernos ver, con su gran estilo e ironía, lo que es la gran ciudad de México. Y nos dice que fue filmada en escenarios reales de la ciudad: Chalco y Santa Fe.
Y aun cuando no fue Chalco sino Neza, eso es nuestro país, no solamente la capital sino toda la República Mexicana: Elysium es México. En cualquier estado, en cualquier ciudad no es difícil encontrar el tremendo contraste de edificaciones y realidades sociales.

El Bordo de Xochiaca
Colonias suntuosas con todo lo necesario para vivir en forma segura, saludable y confortable para los ricos. Y por otro lado grandes extensiones de caseríos improvisados, inseguros con muy malos servicios, si es que los hay, para los pobres. Veamos el siguiente reportaje de La Jornada (13/02/2014):
Víctor Manuel es algo parecido al extra ideal: no requirió maquillaje, vestuario especial o el idioma para figurar en el filme hollywoodense Elysium (2013), cuyo argumento futurista intenta recrear cómo sería la lucha entre ricos y pobres en un planeta devastado.
 Este pepenador ni siquiera gastó dinero en pasajes: las escenas en las que participó fueron grabadas en la puerta de su choza, levantada entre desperdicios en la franja del Bordo de Xochiaca  (Nezahualcóyotl, Mex).
Los productores, seguramente, ahorraron varios miles de dólares con Víctor Manuel y otros muchos recolectores del tiradero de basura a cielo abierto Neza III, que fueron extras en esa cinta.
La productora Tristar Pictures ni siquiera invirtió en una locación ideada por computadora: sus guionistas, ansiosos por plasmar la pobreza extrema que hiciera creíble una parte de la historia, encontraron el escenario natural en este municipio mexiquense, conurbado al Distrito Federal.
No obstante, la producción donó equipo de cómputo con valor de unos 100 mil pesos que desapareció en 2012, cuando la anterior administración dejó el gobierno. A los extras les remuneraron su participación, aunque no revelaron la cantidad.
Dedicado a la pepena desde hace 28 años, no se ufana cuando narra su experiencia en Elysium. Recuerda su participación en cuatro escenas.

Reflexión política final
Enorme tarea tienen ya los nuevos gobiernos y legisladores de nuestro país: revertir el terrible desequilibrio económico y social. La tarea es compleja pero no imposible.
Trabajo, viviendas, alimentación y salud dignos deberán ser las prioridades. El combate a la corrupción y la pacificación del país van de la mano de estas prioridades.
Todos los mexicanos podemos y debemos poner algo de nuestra parte: la tarea es de todos. ¡No más Elysium!

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