Alejandro Mario Fonseca
Los poblanos vamos a “elegir” otra
vez a quién será nuestro futuro gobernador. Y hace unos días en una plática de
café, aquí en el Portal de Cholula, platicaba con algunos amigos sobre lo
difícil que resulta votar correctamente.
Y es que ahora “nuestro voto cuenta”.
Lo pongo entre comillas, al igual que el verbo “elegir”, porque en realidad
nuestro voto no cuenta mucho. ¿Por qué? Pues porque los candidatos que
aparecerán en las boletas ya fueron elegidos en otro lado.
¿En dónde? Pues en los círculos de
poder que dominan los partidos políticos, en este caso en MORENA, en el PAN y
en el PRI. Y es que el poder así es, incluso en
las grandes democracias los que toman las decisiones importantes son
unos cuantos, sino es que uno.
No debemos espantarnos, así es la
democracia moderna, estamos dominados por la ley de hierro de las oligarquías partidistas de las que
nos hablaba el politólogo alemán Robert Michels.
Pero de todos modos, aun teniendo
tres “grandes finalistas” de los que no sabemos quién los eligió, ¿cómo
decidimos por quién votar?
Enrique Cárdenas Sánchez Ex Rector de la Universidad de las Américas en Puebla |
El voto de
los palurdos
Existen varios métodos para elegir.
El del ignorante, aquél que no sabe nada de política, ni le interesa. Y ese muy
bien pudiera votar al azar, es decir, de Tin Marín,… no, no, eso de Marín no
suena muy afortunado.
Pero más allá del sarcasmo, si es
posible que muchos voten al azar, o por
decirlo de otra manera, a ciegas. Es decir, habrá quién vote de manera
instintiva, emocional: dependiendo del humor con el que haya amanecido ese día.
Y de todas maneras, ese voto
irracional, circunstancial, tendrá un poco de información. Aquella basada en
los spots de la radio, la televisión y las redes sociales. Pero también aquella
basada en los chismes, que por cierto aquí en Puebla son muy abundantes.
Y este tipo de voto irracional,
paradójicamente es el más interesante, porque es mayoritario. Resulta que es un
voto psicológico, espontáneo, basado principalmente en la impresión física que
producen los candidatos.
Ejemplos hay muchos. Kennedy y Clinton ganaron por “guapos”. En cambio
Nixon, Bush y Trump, aunque “feos”, por arrogantes y despiadados. Y con los
mexicanos no me meto, el poblano Díaz Ordaz es el mejor contra ejemplo, porque
él fue impuesto por el viejo PRI, al igual que todos hasta el 2018.
Entonces en el México de hoy las
cosas han cambiado, los poblanos ya podemos elegir a nuestro futuro gobernador.
¿De veras? Aunque todo indica que MORENA impondrá a Barbosa, por fortuna hay otros
métodos para decidir el voto.
Investigar a
los candidatos: el voto racional
La otra alternativa es la del voto
racional, informado. Por desgracia, estamos viviendo, y no sólo es un problema de
Puebla, sino de todo México, una especie de regresión histórica: ya lo he
comentado, es la ignorancia.
Sí, la ignorancia de la sociedad
mexicana es premeditada. Ya son tres décadas de deterioro moral y espiritual.
En general el nivel académico de las escuelas públicas y en gran parte también
de las escuelas privadas, anda por los suelos.
Y esto se ha hecho de una manera
conscientemente planeada. La indolencia, y la irresponsabilidad de la élite que
nos gobernó, de la clase política que allí sigue (a medias), requieren de una
sociedad ignorante y complaciente.
Es paradójico, pero los más altos
valores de la sociedad actual son el comercio y la tecnología. El consumismo y
la diversión superficial nos dominan. Las computadoras y los celulares son
instrumentos que disfrazan la mediocridad.
Las élites intelectuales, artísticas,
en suma culturales, son la alternativa de calidad que tanto nos urge, pero han
quedado marginadas: casi nadie les reconoce algún valor. También urge hacer un
reclamo de auxilio a las élites académicas: están llamadas a enfrentar una gran
responsabilidad histórica.
Se trata de un sector privilegiado de
nuestra sociedad que no ha sabido responder a las demandas de nuestros tiempos.
Los maestros de las escuelas, capacitadores e
instructores de todo tipo, los profesores de los tecnológicos, las
universidades y posgrados, son los que debieran asumir una responsabilidad que
no están aceptando cabalmente.
Enrique
Cárdenas
Y aquí es donde aparece la luz al
final del túnel, Enrique Cárdenas Sánchez ha decidido ser candidato para
gobernar Puebla. Sí, ¡los intelectuales al poder!
Licenciado en Economía, nada
menos que por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Además cuenta con los grados académicos
de maestría y doctorado en Economía por la Universidad
de Yale.
Como académico, se desempeñó
como profesor de tiempo completo de la Universidad de las Américas
Puebla entre 1982 y 2001, ocupando los puestos de Jefe de Departamento de
Economía (1983-1985) y siendo nombrado rector interino de la
institución en 1985. En 1986 fue ratificado como rector de la UDLAP, puesto
que desempeñó hasta 2001.
El rectorado de Cárdenas coincidió
con la disolución de la relación entre la universidad y la asociación civil,
con lo que se constituyó la Fundación Universidad de las Américas Puebla
(FUDLAP). En enero de 1985, su elección como rector fue ratificada (ya que no
contaba originalmente con el respaldo jurídico de los asociados) y, meses
después, se estableció el Consejo Universitario.
Como rector de la UDLAP, Cárdenas
impulsó la creación del Sorteo UDLAP en 1987, un mecanismo a través del
cual se recabarían fondos para apoyar los programas institucionales
de becas.
También tomó la decisión de enviar a
los docentes de la universidad a realizar estudios de posgrado en el
extranjero, con la finalidad de aumentar el número de profesores con doctorado.
Con lo que el porcentaje de
académicos de tiempo completo integrantes del Sistema Nacional de
Investigadores subió al 50 por ciento. Cárdenas también tuvo que afrontar
las consecuencias de la crisis económica de 1994, situación que afectó negativamente
la matrícula de la institución y que se solventó, en buena medida, gracias al
apoyo del filántropo Manuel Espinosa Yglesias.
Reflexión
final
Ya abundaré sobre el tema, no me hago
ilusiones, sé que MORENA a la usanza del viejo PRI acabará por imponer a Barbosa.
Pero la alternativa de un gobernador honrado, libre, y bien preparado allí
está: Cárdenas es la mejor opción, aun cuando lo postulen los damnificados del
PAN y del PRD.
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