“La revista ya no denuncia los prejuicios y exclusivismos de nuestra Unidad, ahora los aplaude” señala.

¿Área privatizada?

Raúl de la Torre Téllez

Me lamento con otros lectores, si ustedes lo permiten, por el total cambio de rumbo que dio la revista “Vivir en Tlatelolco”. Habiendo nacido como un órgano que denunciaba el prejuicio clasemediero, tan presente y común en la Unidad, ahora lo exalta.

Especifico: la revista se ha vuelto el vocero de la cursilería perruna, que ve en el animal un arma contra el prójimo; usándolo o bien como medio de presunción y arribismo social –se sienten “ricos y exclusivos” al poseer animales-, o de plano como arma de ataque contra el vecino. También, se ha dedicado a exaltar la privatización de espacios públicos, como hasta dedicarle una portada a los “Composteros”, gente que sencillamente se adueñó de un espacio público, del parque junto al kínder José Ma. Luis Mora en la Av. Guerrero. Y no podía faltar la queja de las exquisitas “víctimas del Metrobús”, a quienes les causará seguramente cáncer, el polvillo que cae en su coche, por una obra que va a beneficiar a millones de trabajadores sin coche.

Hay dos ideologías contrapuestas en Tlatelolco, como en el mundo: la de grupo, y la que está contra el grupo. La revista se ha inclinado por esta última. Qué lástima.