Cartón de José María Arellano |
El pasado miércoles 20 de abril, alrededor de las 22:30 horas, un grupo de vecinos tlatelolcas observó con asombro cómo un taxi circulaba entre los edificios Mariano Escobedo y Ramón Corona, hasta verlo llegar y quedarse atorado frente a los inmuebles Francisco Zarco y Presidente Juárez. Afortunadamente el susodicho taxi ya no llegó más lejos gracias a la oportuna queja de los residentes, con lo que se logró que en 25 minutos acudieran dos policías para atender el mencionado suceso.
Este inusitado hecho viene a sumarse a una serie de calamidades que se vive actualmente en Tlatelolco. Ya es común percibir cómo transita cantidad de motociclistas a lo ancho y largo de este conjunto habitacional; además que en zonas no propias para estacionamiento son utilizadas como tal, a saber: frente a la escuela secundaria 106 “Antonio Ballesteros” y del lado oeste del llamado pórtico –paso a desnivel en Eje Central- rumbo a la Plaza de las Tres Culturas.
Al respecto, cabe mencionar que en la reciente Asamblea Vecinal convocada por la Delegación Cuauhtémoc, el martes 12 de abril, que contó con la presencia del jefe delegacional Agustín Torres, los vecinos de la Segunda Sección le manifestaron su preocupación y malestar por el hecho que en las frecuentes fiestas de XV efectuadas en el Club 5 de Mayo es común ver cómo la limusina recorre el pasillo, que atraviesa el Jardín Médicos por la Paz, para de esa forma dejar a la flamante quinceañera frente a la entrada del mencionado club deportivo, cuyo tránsito podría ocasionar un lamentable accidente peatonal.
Ante estas anomalías es urgente que el gobierno capitalino tome medidas al máximo para evitar que Tlatelolco se convierta en una mega pista vehicular; y de esta forma garantice y devuelva la tranquilidad al recorrer por este singular multifamiliar que es Tlatelolco.
Hasta hoy, la organización vecinal ha resistido el embate de quienes privilegian el uso del automóvil. Lo que ahora los capitalinos pueden gozar del uso peatonal de las calles del Centro Histórico, los tlatelolcas lo hemos disfrutado desde hace más de 45 años.
El trazado original de la Unidad concretó una de las innovaciones que ofrecía el prototipo de sistema peatonal más extenso y complejo realizado en el país, sólo con el antecedente inmediato de Ciudad Universitaria. A las calles internas fueron destinados 202 mil metros cuadrados, equivalente al 21.5 por ciento del área total de Tlatelolco.
Sus andadores y techados son el resultado de las experiencias previas del arquitecto Mario Pani con andadores al descubierto, que acabaron por convencerlo “de que tan molesto resultaba para el peatón el sol de la época de secas, como el agua de la época de lluvias”, para él las dos únicas “estaciones” dignas de ser tomadas en cuenta para el diseño de pasos peatonales.
Como se ve, no es capricho, es un derecho que nos hemos ganado los vecinos: la suerte de recorrer el Conjunto Urbano de oriente a poniente y viceversa, en sus dos kilómetros de longitud, a través de jardines, sin encontrar un automóvil (salvo en la calle Lerdo) y protegidos del sol y las lluvias.
Esa es la molestia, que la inconsciencia, la ignorancia y el desarraigo de las autoridades de la Subdelegación vengan a romper aún más la armonía vecinal.
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