Aurelio Cuevas (Sociólogo)
Fotografía tomada de la pagina: http://yosoy132.org/ |
A fines de julio se realizó un cerco por 24 horas a las instalaciones de Televisa en la Av. Chapultepec en protesta por el contubernio entre esta empresa mediática y el Partido Revolucionario Institucional para impulsar a la presidencia a Enrique Peña Nieto.
Como se sabe la elección presidencial fue impugnada por las evidencias de compra de voto por el partido tricolor con recursos procedentes de “lavado de dinero”. Aunque la opinión pública está a la espera de la respuesta del Tribunal Federal Electoral a las impugnaciones de López Obrador tendientes a invalidar el proceso electoral, todo parece indicar que, como dice el dicho popular, “este arroz ya se coció”; así, es muy seguro que el TriFE solo avalará el conteo de votos a favor de Peña Nieto.
En poco tiempo las iniciativas de movilización social del “#YoSoy132” han sido de mucha creatividad e imaginación. En sus nutridas y numerosas marchas por la ciudad de México destaca la cálida recepción de los transeúntes. Sus expresiones artísticas y culturales también son dignas de mención. La expresión del Presidente Gustavo Díaz Ordaz en su Informe de septiembre de 1968 cuando alude a la protesta estudiantil de ese año: “Hemos sido tolerantes hasta excesos criticables pero ha llegado la hora de actuar con energía…”, es asumida por los jóvenes en su crítica al “gobierno del PRIAN”, dándole así otro sentido a un mensaje originalmente autoritario.
En buena medida la clase media capitalina se ha mostrado receptiva a sus demandas básicas: apertura de la televisión a la pluralidad de opiniones, repudio a la criminalización de la protesta social (caso Atenco), transparencia en los resultados electorales, cese de la militarización del país a causa de la “guerra contra el narco”, entre otras exigencias.
Algo distintivo del #“YoSoy132” es su carácter de “resistencia activa pacífica” con el fin de no provocar una represión policial a los partícipes en el mismo; hasta ahora la también llamada “acción social inteligente” ha alejado cualquier negro presagio que frene el movimiento a corto plazo. Asimismo se destaca su vinculación con otros sectores como los maestros de Oaxaca, los comuneros de Atenco y el Sindicato Mexicano Electricista.
Así como la “generación del 68” empujó a diversos cambios en la vida política: creación de sindicatos, reforma de universidades, formación de nuevos partidos, etc., sin lugar a dudas la “generación #YoSoy132” expresa el anhelo por democratizar los medios productores de cultura, lo cual es un reto formidable dado el estrecho contubernio entre el duopolio TELEVISA-TV Azteca y el grupo gobernante. ¿Podrá surgir alguna vez en México una TV Ciudadana donde se expresen los genuinos intereses sociales?
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