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1968: el llamado año de la rebelión en el cual la juventud de diversos
países fue la vanguardia en la demanda de mayores libertades culturales y
sociales.
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…”Observé que un grupo de
granaderos avanzaban sobre unos jóvenes que protestaban por la toma del
edificio que ocupaba la Vocacional 7 del IPN que se encontraba a un lado de la
plaza de Las Tres Culturas, entonces lo que hice fue atravesar hacia el lado
oriente del Eje Central y junto con otras personas les arrojamos botellas y
piedras a los granaderos por la forma tan brutal y prepotente en que trataban a
esos muchachos”...: Gabriel Guedea Valdespino.
Por Héctor
Márquez Zermeño
Gabriel Guedea Valdespino. Quién fue huesped del desaparecido Palacio Negro de Lecumberri |
Al escribir
esta colaboración, tenía la intención de tratar otro tema, sin embargo recordé
la siguiente frase: ...“quien no conoce
la historia, está condenado a repetirla”…
Por ello, por
infinidad de testimonios verbales, gráficos y escritos, recordé que en aquel 2
de octubre de 1968, una multitud reunida en la plaza de las Tres Culturas –de jóvenes principalmente-
fue sorprendida por los fúsiles del ejército mexicano, que al aparecer una luz
de bengala por los aires comenzaron a disparar contra mujeres, niños y todo lo
que se moviera.
El genocidio
ordenado por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, fue la respuesta contra
jóvenes estudiantes que solicitaban un dialogo con el ejecutivo. Toda vez
que demandaban una apertura democrática
real del régimen autoritario enquistado en el poder en México (y que a la fecha
lo sigue estando), sirviendo a sus intereses corporativos, sin importarles el
futuro del país y de su pueblo, beneficiando únicamente a los inversionistas
extranjeros y nacionales. Y en respuesta…. Obtuvieron no sólo el silencio, sino
la ejecución ya que sus demandas ponían en entredicho la paz social que los
órganos oficiales aseguraban, se vivía en México.
Estas muestras
de autoritarismo que se presentaron en nuestro país en la víspera de los juegos
olímpicos, no sólo se manifestaron aquí, también en Checoslovaquia, Francia y
en los mismos Estados Unidos, entre otros.
La
investigadora checa, Daniela Spencer, menciona sobre la invasión del ejército
ruso a su país en 1968 y en la que pretextaron que tal acción obedecía a una
iniciativa de liberar a los checoslovacos de movimientos
contra-revolucionarios, motivo por el cual el joven Alexander Dubsek encabezó
la resistencia de la sociedad civil con la firme convicción de abolir la
censura, a dicho periodo se le conoce como La
Primavera de Praga, comenta Spencer.
Por su parte,
el norteamericano radicado en Tlatelolco, Peter Guellert, relata que en EUA en
el año de 1968 los movimientos juveniles que se presentaron en su país
obedecieron más a un proceso de radicalización política que se venía dando
como, por ejemplo, la muerte de Jhon F. Kennedy y Martin Luther King. Sin
embargo señaló que en el 68 se dieron tendencias importantes como la transición
del movimiento negro y el de los estudiantes de las universidades de Columbia
D. C. y Nueva York, frente a un gobierno que planteaba una guerra fría contra
el comunismo, contra los derechos civiles de los negros y la represión masiva a
nivel social.
Un estimado
vecino tlatelolca, de firme convicción y franqueza inquebrantables, Gabriel
Guedea Valdespino, nos cuenta sobre el motivo que lo llevó a pasar seis meses
preso en la cárcel de Lecumberri al lado de grandes luchadores sociales como
Heberto Castillo, entre otros. …”Resulta
que al estar en el edificio 11 del Issste (ubicado sobre el Eje Central),
observé que un grupo de granaderos avanzaban sobre unos jóvenes que protestaban
por la toma del edificio que ocupaba la Vocacional 7 del IPN que se encontraba
a un lado de la Plaza de Las Tres Culturas, entonces lo que hice fue atravesar
hacia el lado oriente del Eje Central y junto con otras personas les arrojamos
botellas y piedras a los granaderos por la forma tan brutal y prepotente en que
trataban a esos muchachos”... Días después y gracias a la influencia de su
padre que era general del ejército mexicano, platica que fue localizado, toda
vez que no aparecía en ningún registro oficial. Por último, dice que fue
detenido semanas antes al 2 de octubre del 68.
Lo anterior
muestra el amplio espectro que abarcó el llamado año de la rebelión en el cual
la juventud de diversos países fue la vanguardia en la demanda de mayores
libertades culturales y sociales.
Los cientos de
muertos del 68 de antes y después de octubre merecen que en su memoria se haga
justicia, que sus asesinos obtengan por lo menos el repudio de las nuevas y
viejas generaciones, que se les exhiba como lo que son asesinos protegidos por el régimen.
En México
durante doce años de panismo, se siguieron los mismos esquemas que utilizó el
tricolor, para continuar funcionando como lo debe hacer un aparato de estado al
servicio de los dueños del capital. Ahora retorna el mismo PRI de siempre, con
jóvenes y tecnología moderna pero en el fondo igual a los viejos dinosaurios, dando
paso nuevamente a lo que el escritor peruano, Mario Vargas Llosa, denominara
como la: …“dictadura perfecta”...
Hasta la
próxima...
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