¿Como va el Gobierno de Enrique Peña Nieto?
Alejandro Mario Fonseca
Ya estamos prácticamente en la
recta final de este año tan controvertido. Nuestro país parece estar peor que
nunca. La política y la economía son un
asco. La esfera de lo social es la única que se salva, y eso a medias. Y es que
los mexicanos somos estoicos, lo aguantamos todo y a pesar de todas las
desgracias nos empeñamos en ser felices y pasarla bien. Sin saberlo somos
seguidores de la escuela de Zenón de Atenas: la mayoría nos mantenemos
ecuánimes ante la desgracia. E incluso algunos le siguen teniendo fe a los
priistas.
El Gobierno federal recibió ayer 8 mil 581 millones de pesos para la
remodelación de 16 mil 419 escuelas durante este ciclo escolar. ¿Reforma Educativa? Foto tomada de Internet
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Sí, aunque usted no lo crea,
algunos ven por ejemplo las reformas de Peña Nieto como algo muy serio y
viable. Yo creo que son una verdadera regresión histórica. Y es que lo poco de
bienestar social que se consiguió con la malograda Revolución se ha perdido.
La reforma educativa parece ser
la más segura y viable. ¿De veras? Está bien, ya le arrebataron a la señora
Gordillo el monopolio y usufructo de ese monstruo que es el SNTE, incluidas
algunas de las áreas más importantes de la SEP; y a la CNTE le quitaron la
venta de plazas y asensos en los estados más pobres de nuestro país.
Qué bueno, muy bien, ¡en hora buena!
Ahora sí vamos a tener calidad educativa, no aún mejor, ¡excelencia educativa! Y
qué sigue, a poco de veras ahora las plazas y los asensos se van a disputar
limpiamente en exámenes de oposición abiertos. A poco de verás ya no va a haber
compadrazgos e influyentismo.
No, lo más seguro es que la
corrupción regrese a los funcionarios de la SEP. Tal y como estaba antes. Qué,
no los ven. No ven sus mañas, desde cómo llegan a sus puestos, funcionarios
amafiados con políticos mapaches que compran las candidaturas y ganan con todo
tipo de trampas y corruptelas. Claro que hay excepciones, pero por desgracia
esas son eso: excepciones.
Y la otra reforma, la energética,
la que ilusos y extraviados en la luna, identifican como la “madre de todas las
reformas”, casi casi la “divina providencia”, es la que nos muestra con toda
claridad que la nación mexicana está enferma, en fase terminal, desahuciada.
Más valdría que se dejaran de medias tintas, que se quitaran la máscara y que
pasáramos a ser un estado más de la Unión Americana.
PEMEX se está vendiendo. A quién,
pues al mejor postor, al que pague más. Bueno, me estoy poniendo dramático, no
se está vendiendo, tan solo el sector petroquímico se abre a la inversión
extranjera. Pero de todos modos es un drama ya que muy bien pudo haber seguido
siendo el motor de desarrollo económico de nuestro país.
Y el pretexto de los más sabiondos es que ya
de plano es imposible reformar esta empresa. Patrón rico empresa pobre, todos
enriquecidos, los directivos y los líderes sindicales, incluso los trabajadores
más “disciplinados”; y la empresa, ineficiente, con muy baja productividad, despilfarrando
dinero aún en medio de la crisis, etcétera. Pues sí, pero ¿porqué
esos directivos y esos líderes
sindicalesson parte de la mafia que impulsa las reformas?
Aquí hay gato encerrado. Algo
huele muy mal. Que no nos extrañe ver más pronto que tarde a esos aristócratas
directivos y líderes sindicales, que han despilfarrado la bonanza petrolera,
asociados con las empresas extranjeras que llegarán a “salvar” a México.
Pero bueno, con todo y todo, hay
que ser optimistas. Algo bueno tiene que pasar. El país, la nación mexicana ya está tocando fondo, lo
que sigue es la rehabilitación. No le digo estimado lector, somos estoicos, nos
dominamos y conservamos la entereza, en suma, nos mantenemos ecuánimes ante la
desgracia, ¿Qué le parece?
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