Alejandro Mario Fonseca
En mi
opinión, lo más merecedor de misericordia en el mundo es la incapacidad de la
mente humana de correlacionar todos los contenidos. Vivimos en una plácida isla
de ignorancia en medio de los negros mares del infinito y hemos viajado tan
lejos sin intención de hacerlo.
Las
ciencias, con su empeño de llevarse el agua a su molino, nos han perjudicado
poco hasta ahora; pero un día, las piezas desunidas del conocimiento disperso
serán colocadas y darán lugar a tan terrorífica visión de la realidad, y del
espacio lleno de amenazas que ocupamos, que o bien nos volveremos locos ante
tal revelación o bien tendremos que huir de la mortífera luz hacia la paz y
seguridad de una nueva era de tinieblas.
Usted acaba de leer los primeros
párrafos de La llamada de Cthulhu.
Se trata de un cuento de H.P. Lovecraft, publicado por primera vez en la
revista Weird Tales en
1928.
Un hombre descubre las notas de su
difunto tío y se ve envuelto en una conspiración que involucra a un antiguo
dios oceánico y sus violentos seguidores.
La historia es la plataforma de
lanzamiento de lo que se conoce como la trama de terror general de Cthulhu Mythos-Lovecraft, que involucra
a las criaturas y dioses que poblaron la Tierra mucho antes de que la humanidad
naciera; explorando temas de locura, histeria religiosa y horror cósmico. La
llamada de Cthulhu es ahora una de las obras más representativas de la estética
del terror de Lovecraft.
La llamada
de Cthulhu. Salvador Sanz
|
Resumen (tomado de resumiendo.com)
Francis Wayland Thurston, el
narrador, relata su descubrimiento de las notas dejadas por su tío, el profesor
de lingüística de la Universidad Brown George Gammell Angell, que murió el
invierno anterior. En medio de las notas hay una pequeña escultura en
bajorrelieve de una criatura inquietante y escamosa, que Thurston describe como
si le diera imágenes simultáneas de un pulpo, un dragón y una retorcida
caricatura de un humano.
Thurston ha aprendido de las notas
que el escultor, Henry Anthony Wilcox, un estudiante de arte de Rhode Island, que
hizo la estatua mientras tenía sueños delirantes de misteriosas ciudades
gigantes hechas de bloques y monolitos de tamaño natural que llegaban al
cielo. Los documentos hacen referencias frecuente a seres conocidos como
Cthulhu y R’lyeh, e informa sobre incidentes de histeria que ocurren en todo el
mundo.
Mirando con más detenimiento las
notas, Thurston se entera de una reunión de 1908 de una sociedad arqueológica,
donde el oficial de policía de Nueva Orleans John Raymond Legrasse muestra a
los que asisten una estatuilla de piedra negro verdosa con un parecido
dramático con la escultura de Wilcox. Legrasse revela que el año anterior,
él y un grupo de oficiales encontraron a un grupo de mujeres y niños siendo
utilizados en un ritual por un culto exclusivamente masculino.
Cinco sectarios fueron asesinados y
cuarenta y siete fueron arrestados; Legrasse se enteró de que eran adoradores
de los Grandes Antiguos,
específicamente de un ser monstruoso llamado Cthulhu, representado en la
estatuilla. Uno de los académicos en la reunión, el profesor de Princeton
William Channing Webb, dice que se ha encontrado con un grupo de nativos de
Alaska con creencias y prácticas similares.
Investigación,
mitología y terror
Ahondando más en las notas, Thurston
descubre un artículo de 1925 de un periódico australiano que habla del
descubrimiento de un barco naufragado, el Emma. El único
sobreviviente es el segundo oficial, Gustaf Johansen. Johansen informa que
su barco fue atacado por el Alert, un yate fuertemente armado y
agresivo. Aunque los miembros de la tripulación del Emma mataron
a los que estaban a bordo del Alert, su propio barco sufrió daños graves
en la batalla.
Pudieron requisar la nave rival antes
de que su nave se hundiera, guiándola hacia una isla inexplorada en el Pacífico
sur. Aunque la tripulación pudo llegar a la isla de manera segura, todos
excepto Johansen y otro hombre murieron en la isla. Johansen no revela
cómo murieron.
Thurston viaja a Australia para
investigar más a fondo y encuentra una estatua recuperada del Alert que
es inquietantemente similar a las otras dos. Rastreando a Johansen en
Noruega, Thurston descubre que el marinero murió repentinamente después de ser
atacado por dos marineros indios. Sin embargo, él obtiene el manuscrito
del marinero de la viuda de Thurston, leyendo los detalles de la isla en la que
se encontró Thurston.
El manuscrito describe una ciudad de
cadáveres de pesadilla llamada R’lyeh, que condujo a la gente que encontró la
isla loca. La ciudad se describe como una geometría surrealista que no
puede ser comprendida por las mentes humanas.
Su vagabundeo confuso condujo a la
liberación de Cthulhu, lo que provocó su muerte. Johansen y su compañero
de tripulación sobreviviente huyeron a bordo del Alert, perseguidos
implacablemente por el antiguo ser maligno.
Cthulhu y el
Corona Virus
Finalmente Johansen clavó el yate en
la cabeza de la criatura, pero rápidamente se regeneró, y su compañero de
tripulación resultó fatalmente herido en el intento. Johansen escapa a
bordo del Alert. Cuando termina el manuscrito, Thurston se da cuenta
de cuántas personas han muerto cuando se acercaron demasiado a la verdad y se
da cuenta de que ahora se convertirá en un objetivo de los seguidores de
Cthulhu.
Lovecraft escribió el cuento en 1926
y no deja de sorprenderme su enorme actualidad. La metáfora es inquietante:
Cthulhu es el Corona Virus de nuestros días. A pesar de los avances científicos
y tecnológicos, los mitos, la arrogancia y la ignorancia se imponen.
El urgente llamado a la fraternidad
universal de nuestro Presidente López Obrador da justo en el blanco: el
capitalismo salvaje está en crisis terminal. No podemos seguir viviendo en un
mundo sumido en la desigualdad, la pobreza y la ignorancia; que ahora se
traducen en muertes masivas.
No es que la técnica, la ciencia y la tecnología hayan
fracasado, sino que han sido mal utilizadas. El modelo neoliberal ha llegado a
su fin. Es evidente: el estado de
bienestar construido con muchas dificultades durante más de un siglo, fue desmantelado
súbitamente en las tres últimas décadas.
Lo que hoy vivimos es un mundo
asolado por el hambre, la desnutrición y por servicios de salud acaparados por
las élites acaudaladas, por eso el corona virus está desatado; y lo peor: esto muy
bien pudiera traducirse en una nueva era de tinieblas.
Sin caer en el pesimismo, aprovechemos
la contingencia convirtiéndola en un área de oportunidad: como siempre le
recomiendo que lea el cuento y si no, por lo menos vea la película, hay varias
versiones en línea. Hay que aprovechar la cuarentena.
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