lunes, 15 de mayo de 2017

¡Los filósofos al poder! #EmmanuelMacron Presidente

Por Alejandro Mario Fonseca

Francia, siempre Francia, a la vanguardia del humanismo, de la razón y de la democracia; la Francia revolucionaria, la de la filosofía, la de  la ciencia.

Los humildes trabajadores del campo, sí del otro campo, del de la cultura, no podíamos estar más felices: tenemos Presidente. Nótese la “P” mayúscula, y es que hay que diferenciar a Macron de nuestros presidentitos depredadores e ignorantes, acá en América: Trump, Peña, Maduro...
Para la desfortuna de los “post modernos”, de los neoconservadores, pero también de los  izquierdistas trasnochados y holgazanes, que no se quieren poner a estudiar, regresa el liberalismo, en su más “sana” expresión.

A ver a ver, cómo está eso de ¿sana expresión? Pues sí, el joven Presidente francés es toda una sorpresa: se trata de un liberal educado por los jesuitas (la orden católica más exigente y estudiosa) y bañado y alimentado, es decir “prohijado”, por la social democracia europea.

¿Y eso es “sano”? pues claro que es sano, sano y nutritivo para el Humanismo. Nunca hay que olvidar que el Humanismo estuvo en la raíz, después vinieron el tronco: la Ilustración; las ramas: la razón; y finalmente las flores y los frutos: la ciencia y la tecnología.

Macron Presidente

Árbol que crece torcido
El liberalismo “puro”, o el neoliberalismo como le llamamos los críticos, es una desviación de la propuesta original. Es un pecado, para que me entiendan mis amigos católicos y cristianos: es avaricia, es gula, abuso, corrupción y todo lo demás.

En suma, sin Humanismo el liberalismo no es más que una coartada ideológica de los depredadores, de los ignorantes embrutecidos por el consumo desenfrenado.

Con Macron, el proyecto de la Ilustración sigue vigente. ¡En Marcha! dice Macron, y sí, de eso se trata, de marchar, de reencausar, de enderezar un árbol que crecía torcido: el árbol de la Modernidad.
Así que insisto en lo que he dicho ya en algunos artículos anteriores: el proyecto de modernidad sigue vigente. No debemos bajar la guardia, no es fácil, pero tampoco es imposible: otra vez, los franceses están a la vanguardia. Debemos seguir su ejemplo.

Árbol que crece torcido es una hermosa colección de ensayos publicada por Vuelta de Octavio Paz en 1992. Su autor es Isaiah Berlin, uno de los principales pensadores liberales del siglo XX.
En esta colección de ensayos Berlin sostiene que las grandes aberraciones de la historia se han cometido debido a la necedad del ser humano de perseguir valores absolutos, cosa que se aprecia en las más diversas atrocidades de la historia: el terror revolucionario, los regímenes totalitarios, las ejecuciones sumarias, etcétera.

Conciliar la libertad con la igualdad
La crítica de este filósofo se centra en la reivindicación del individualismo, del nacionalismo y la eliminación de lo otro, de lo que es diferente; ideas que se pusieron en práctica con toda puntualidad por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
El origen de esta crítica está en el núcleo duro del proyecto de la Ilustración, en Kant: “jamás se hizo nada derecho con la madera torcida de la humanidad”. Lo que se nos está diciendo es que debemos “enderezar” la historia de la humanidad desde el pluralismo.
Y eso es lo que nos está proponiendo el joven filósofo político Emmanuel Macron, el flamante presidente de la República Francesa. Y para entenderlo a cabalidad, hay que echar un vistazo a su biografía.
Y es que Macron es el primer experimento serio de innovación política para el siglo XXI, el de la conciliación de dos Dioses que se han odiado siempre: la Libertad y la Igualdad. Su llegada al poder muy probablemente significará un nuevo paradigma de la forma de hacer política en el mundo entero. Ya veremos.
 Sé que suena difícil, sí muy difícil. Pero así es la historia de la humanidad, y particularmente la historia de Francia. ¿Quién se hubiera imaginado la Revolución y sobre todo su desenlace en tiempos de Luis XVI?
¿Qué estoy demasiado optimista? Sí, probablemente lo estoy, pero es que no es para menos, los mexicanos y en general la mayoría de la humanidad estamos ávidos de optimismo. Necesitamos mejorar nuestro ánimo y ver las cosas en su aspecto más favorable.

¿Quién es Emmanuel Macron?
 Nacido en Amiens, el 21 de diciembre de 1977, es un político, funcionario público y especialista en inversión bancaria. Desde hoy 14 de mayo de 2017 es el vigesimoquinto Presidente de Francia, copríncipe de Andorra y gran maestre de la Legión de Honor.
Empleado y asociado del banco francés Rothschild & Cie, ejerció posteriormente de asesor económico del presidente de la República François Hollande (2012). El 26 de agosto de 2014 fue nombrado ministro de Economía, Recuperación Productiva y Asuntos Digitales. Dimitió el 30 de agosto de 2016 para dedicarse al movimiento político de centro En Marche! que había lanzado en abril.

En noviembre de 2016 anunció su candidatura para las elecciones presidenciales de Francia en abril de 2017, cuya primera vuelta ganó con una votación cercana al 24%. El 7 de mayo de 2017 obtuvo la victoria en la segunda vuelta, frente a la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen. Macron se impuso con el 66,1% de los votos sobre Le Pen, quien alcanzó el 33,9% de los sufragios. 
A los 39 años, se convierte en el presidente más joven de la historia francesa y el jefe de Estado francés más joven desde Napoleón Bonaparte.

Esto es lo que más o menos todos sabemos, pero lo más interesante es su educación, plural y universal, que contrasta con la súper especialización de nuestros días. Y a este último aspecto debemos prestar especial atención.
 (Continuará).

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