Museo de Sitio "Caja de Agua" Foto: INAH |
En el segundo semestre del año el INAH inaugurará el espacio en el que se dará a conocer por primera vez el mural novohispano más antiguo de México, que data de 1536.
Luego de casi diez años de labores de armado de cerca de 50 mil fragmentos de pintura mural, la excavación y análisis de gran diversidad de materiales arqueológicos y los trabajos de adecuación museográfica, durante el segundo semestre de 2011 será abierto el Museo de Sitio Caja de Agua, en Tlatelolco, donde el público podrá apreciar por primera vez las escenas del que es considerado el mural novohispano más antiguo de México, el cual que data de 1536.
Dicha obra pictórica fue localizada en 2002, en el interior de una pila descubierta al pie de la fachada oeste del Colegio de la Santa Cruz de Santiago Tlatelolco. Se trata de un mural único, que manifiesta la fusión de técnicas pictóricas de las culturas mexica y europea durante los albores novohispanos, en el que están plasmadas escenas naturalistas realizadas por manos indígenas 15 años después de la Conquista.
Como resultado de un minucioso trabajo de restauración, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), especialistas han logrado la rearmado de este mural a partir de los 49 mil 800 fragmentos en que fue hallado, y que han unido sobre tres soportes metálicos, de tal manera que ya se aprecian imágenes de elementos acuáticos, figuras humanas, aves, un mono con su cría, una cruz y cenefas basadas en el cordón franciscano.
Fachada del Museo "Caja de Agua" |
“Por las fuentes escritas sabemos que por esa época hubo una bula papal a partir de la cual se determinó borrar la huella que dejaron indígenas en pinturas murales”, explicó Salvador Guilliem Arroyo, coordinador nacional de Arqueología del INAH, al abundar que la Caja de Agua de Tlatelolco se inauguró junto con el Colegio de la Santa Cruz el 6 de enero de 1536, con la finalidad de abastecer al lugar, y como parte de la labor evangelizadora se plasmó dicho mural, para dar testimonio del nuevo orden religioso.
El arqueólogo indicó que por medio del trabajo de rearmado del mural sobre soportes que se colocaron a los lados de la caja, hasta el momento se ha identificado la iconografía plasmada en ocho metros de pintura.
Paralelamente, informó, se ha llevado a cabo un estudio de iconografía que casi está concluido, para determinar si existen algunas deidades en la pintura. Respecto a las imágenes que se han ido descubriendo conforme avanza el armado de los fragmentos del mural se observan una lechuza, un ave que está devorando a una serpiente parecida al Escudo Nacional, y plantas de exuberantes pistilos que actualmente se buscan en el Códice Badiano para hacer su reconocimiento pleno.
El titular de la Coordinación Nacional de Arqueología comentó que para la conservación de la obra pictórica se aplicó la técnica de nanopartículas de cal (la milmillonésima parte de una partícula), con la cual se hizo el retiro de las sales que tenía, producidas por la humedad del lugar. “Dichas labores representan casi una década de un trabajo que tiene por objetivo mostrar al público el valor de este antiguo espacio de Tlatelolco”.
Por su parte, la arqueóloga Lucía Sánchez de Bustamante, directora de la Zona Arqueológica de Tlatelolco, detalló que además del mural, el Museo de Sitio Caja de Agua también mostrará parte de los objetos que se han descubierto durante las excavaciones de la cisterna, entre los que destacan una olla de grandes dimensiones, cajetes, platos y los fragmentos de una figurillas, además de materiales constructivos y tecnológicos de la época.
“Son piezas que fueron ‘matadas’, es decir, ofrendadas dentro de la Caja de Agua al momento en que ésta fue clausurada con la destrucción del mural”, comentó la especialista tras abundar que otros de los materiales encontrados que podrá ver el público son una selección de huesos de animales, principalmente peces; piezas de obsidiana, metal y vidrio que dan cuenta de la tecnología prehispánica, cerámica que data de la época Azteca, porcelana china, mayólica y vidriada del periodo colonial.
Sánchez de Bustamante añadió que además se exhibirán reproducciones de planos en los que se observa la representación de la cisterna novohispana, como el Upsala, de 1550, el único en que se observa la Caja de Agua y la iglesia. Otro es el Plano de Trasmonte, de 1628, de Juan Gómez de Trasmonte, en el cual la Caja ya no aparece, lo que coincide con la hipótesis de que el lugar fue clausurado en los primeros diez años del siglo XVII.
La arqueóloga adelantó que el discurso museográfico también tendrá una reconstrucción virtual en 3D de la forma en que la Caja de Agua de Tlatelolco se llenaba y vaciaba, de tal manera que el público conozca el funcionamiento que tuvo.
Antes de la apertura del museo de sitio, se esperan los resultados de un estudio que lleva a cabo la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, para determinar la cantidad de visitantes que podrá recibir sin que se afecten las pinturas murales, debido a que la concentración de gente provoca el aumento de la temperatura y nivel de humedad, factores que dañan los pigmentos naturales con los que fueron elaboradas.
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