** Los teatros estaban al servicio de la comunidad
*** La función de los clubes
era la integración de una comunidad, “un
sitio de estar o de encuentro”
Por Miguel Ángel Márez Tapia
La maestra Cossío, encargada de la cultura en Tlatelolco |
“Vivir en Tlatelolco”
platicó con Irma Cossío, una de las funcionarias importantes de la primera Subdelegación
Tlatelolco. Tiene dos hijos, originaria de Culiacán, Sinaloa, donde realizó sus
primeros estudios muy joven y se trasladó al D.F. donde completó la educación
básica y estudió la carrera de arte dramático, literatura dramática en Bellas
Artes y un año con don Andrés Soler.
A continuación un extracto
de los comentarios de la “Maestra Cossío” como todo mundo la conoce.
“En 1971 me invita Víctor
Rodríguez Juárez que era jefe de Desarrollo Social, así llegué a la Delegación
Cuauhtémoc siendo delegado, Delfín Sánchez Juárez”, mencionó la maestra.
La hacen coordinadora de
teatro y le dan como base el Teatro Santo Domingo que está en Brasil y
Belisario Domínguez. Su llegada a Tlatelolco se suscitó a partir de ensayos en
el teatro Antonio Caso con la obra “A Juárez”. Sin embargo, como afirma la
maestra, poco tiempo después ya se encontraría trabajando en los tres teatros
de Tlatelolco, su inicio se da en el Teatro 5 de Mayo, presentando la Muñeca fea, Monólogos, lo que
dio pié a muchas obras de teatro más, por ejemplo: Jesucristo Superestrella,
Los Cuatro de Liverpool, Alicia en el País de las Maravillas en patines, Las
cosas simples y muchísimas más.
Tlatelolco y sus diversos
espacios fungieron como el centro cultural de la Delegación Cuauhtémoc, “trajimos
la sinfónica del Estado de México y se presentó en diversos lugares de la
Unidad a partir de la “Operación Cultura” como se llamaba mi columna en la revista
de la subdelegación “El Residente” que se publicó durante 4 años”, dijo Cossío.
Todas estas actividades
tuvieron un importante el impacto cultural en Tlatelolco. Los teatros en
Tlatelolco estaban al servicio de los tlatelolcas, también las instalaciones
deportivas de los clubes, no sólo se promovían las obras de la delegación, sino
se impulsó la creación de artistas con los niños y jóvenes tlatelolcas creando
sus propias producciones teatrales, incluso a conferencias se dio acceso, además
se propusieron realizar concursos como la reina de Tlatelolco y la Reina de la
Primavera, las Pastorelas en la Plaza de las Tres Culturas a fin de cada año y muchas
actividades más.
Maestra Cossío al teléfono |
Durante el tiempo de trabajo
de la maestra en el Teatro Antonio Caso, hubo una creación artística
importante, “promovimos tres mil obras que se presentaron en los tres teatros
de Tlatelolco y el teatro de Santo Domingo, pero también en otras delegaciones”,
mencionó Cossío y como los niños y niñas tlatelolcas eran las estrellas, como
tales, se iban de gira por los teatros de la ciudad.
Fueron prácticamente dos
décadas de actividades y el repertorio de estrellas que vinieron a Tlatelolco
en el tiempo que ella estuvo en la Subdelegación Tlatelolco se encontraban
Rafael, Lupita D’Alessio, Oscar Chávez, Víctor Yturbe “El Piruli”, Marga López, Erik del Castillo,
Ignacio López Tarso y mucha gente más, para lograr todo eso se necesitó tres
cosas: “corazón, conocimiento y saber hacer las cosas, así fue la época de oro de Tlatelolco”,
alegremente comentó la maestra.
Sin embargo, la maestra
Cossío fue enfática: “Tengo un reclamo, ustedes saben lo que significa para mí
el Teatro Antonio Caso, me parece incongruente y absurdo que se intente cambiar
el nombre de los teatros, teatros que son emblemáticos de la Unidad,
representan momentos y personajes históricos de nuestro país, para que les
pongan nombres de sólo actores. No sé en qué se basaron, parece ser que sólo lo
hicieron para estar en contra, “ir a contra corriente”, porque me parece que
ese es su paradigma. Éste reclamo me parece justo, porque se realizó mucho
trabajo en ellos, yo hice el Antonio Caso para que ahora supuestamente
desaparezca, pero además desaparecen toda la memoria de los tlatelolcas que
participaron activamente en las obras durante muchos años”, aunado a esto
mencionó que “otro caso terrible, es lo referente al Pórtico Antonio Caso que
lo mandamos hacer en el paso a desnivel del Eje Central, con el objetivo que
sirviera como extensión del teatro “Antonio Caso” con sus actividades
culturales y espacios para difusión de la cultura, ahora tristemente no
entiendo para que se usa”.
Respecto a todos aquellos
que compartieron la pasión del arte escénico junto a la maestra Cossío, ella
rememora su tiempo en el teatro Antonio Caso, “trabajé durante 20 años en
Tlatelolco, 20 años de trabajo, esfuerzo, de darles un horizonte y una
esperanza, vi crecer a varias generaciones y trabajé con miles de niños,
jóvenes y adultos y esto es muy importante. A mí me costó mucho esfuerzo traer
a la gente, por reitero que hice al Antonio Caso ya que me tocó poner flechas
desde la calle Antonio Caso en la Colonia Tabacalera, porque pensaban que el
teatro estaba allá y de esta manera traje a la gente al Antonio Caso en sus
inicios”, además mi trabajo se refleja en las paredes del lugar, tengo como
todo mundo sabe, 22 placas develadas en ese teatro.
Hoy desgraciadamente, se
lamenta la maestra que el teatro Antonio Caso se usa como bodega o se encuentra
subutilizado, lleno de goteras e instalaciones deterioradas que dejan mucho que
desear, esto tiene un impacto social para la Unidad, ya que se debe recordar
que “el objetivo de los clubes sociales y deportivos, eran convertirlos en centros
de reunión de los niños y jóvenes, el teatro era para las familias de
Tlatelolco. En resumen, la función de los clubes era la integración de toda una
comunidad, además era “un sitio de estar
o de encuentro” y esto desgraciadamente se ha perdido, ahora lamentablemente
hay un proceso de deshumanización o despersonalización” dijo Irma Cossío.
A manera de colofón, la
maestra dijo “hoy habría que rescatar la cultura, los valores, habría que
rescatar a los teatros, estos centros para la comunidad, hoy hay mucha
mezquindad, sólo sacar un beneficio económico, todo es dinero, se requiere
hacer labor social sin lucro, cosa que parece muy difícil hoy, por ello digo:
¿Cuáles son las reglas de una comunidad? Comunicación, enseñar o aprender,
vamos a conocernos, vamos a crear situaciones para generar comunidad, para eso
deben servir los centros sociales y deportivos como el 5 de Mayo y el Antonio
Caso”.
TODOS LOS QUE VIVIMOS EN TLATELOLCO DEBEMOS DE UNIRNOS HACER PROPOSICIONES PARA QUE ESTO VUELVA A HACER MAS O MENOS COMO LO FUE ANTES DEL TEMBLOR DEL 85 , Y COMO DICE LA MAESTRA IRMA COSIO QUE LE CAMBIEN EL NOMBRE A LOS DEPORTIVOS SOBRE TODO AL ANTONIO CASO, DESDE QUE LLEGARON LOS PERREDISTAS A TLATELOLCO HA SIDO UN DESASTRE VEAN NADA MAS LOS DEPORTIVOS, LAS ALBERCAS PARECEN JAULAS. SERIA MUCHO MEJOR UNA ADMINISTRACION PARTICULAR QUE LA DELEGACION.
ResponderEliminarSALUDOS A TODOS LOS TLATELOLCAS