En la Unidad Tlatelolco se ha modificado el proyecto original.

-La Unidad fue diseñada para recorrerla a pié.

-Autoridades y/o vecinos los responsables.

-La movilidad modificada o reducida, edificios enrejados, vecinos buscando seguridad.

-Vecinos exigen que las áreas públicas deben ser respetadas y no se les debe cambiar el uso de suelo

Por Antonio Fonseca

Paso peatonal cerrado entre la Torre del Centro Cultural Universitario Tlatelolco y los vestigios prehíspánicos.
Foto: Antonio Fonseca

La configuración original de la Unidad ha sido modificada. De ser un espacio que se diseñó para ser recorrido a pié ahora se puede hacer pero con muchas dificultades por que se han cerrado pasos peatonales que atravesaban edificios, convertidos ahora en propiedad privada y buscando los vecinos seguridad los han enrejado, lo mismo ha ocurrido con otros pasos peatonales, frecuentemente ocupados por bicicletas o motocicletas, hasta de la misma policía ha transformado el proyecto original y han creado contradictoriamente zonas de mayor inseguridad porque ocurre que en los edificios donde hay comercios un lado es más seguro y concurrido, el otro parece callejón solitario y los locales comerciales abandonados, lugares muy inseguros.

Por ejemplo el edificio Miguel Hidalgo los locales que dan al oriente sobre el eje Guerrero bien y prospero, en cambio los lado poniente  del inmueble y las “islas” que tienen locales comerciales están abandonados tras el enrejamiento del propio edificio, decisión legitima de los vecinos del edificio mencionado, pero que ha modificado la seguridad de la zona.

A continuación una lista de algunos de los pasos peatonales o espacios públicos modificados o “privatizados”.

1. La torre insignia o torre de Banobras, ahora Oficialía Mayor de la SEP ha sido modificada, al ser enrejada recientemente se eliminó un paso peatonal.
2. El paso peatonal entre el edificio José María Morelos y la Escuela Primaria  Talamantes ha sido enrejado a propuesta de los vecinos del edificio mencionado, originalmente, las rejas estaban abiertas de día y cerradas de noche. Hoy permanecen cerradas todo el tiempo.
3. El área cerrada en la parte sur del edificio Ignacio Manuel Altamirano que ocupan “Los Composteros de Tlatelolco”.
4. El estacionamiento sobre Flores Magón frente a la calle de Zarco ahora es exclusivo para empleados de la Delegación Cuauhtémoc.
5. En el Jardín de la Pera, los cuartos de lámina que originalmente fueron de Metro Gas, incluso ahí hubo cajas y oficinas. Ahora son casa habitación improvisada. Algo similar ocurre con el área que ocupan los empleados de barrido de Tlatelolco, ahí mismo en la Pera.
6. La reja que se colocó en la parte oriente del Jardín de la Pera durante la reconstrucción después del terremoto de 85 todavía está ahí.
7. El paso peatonal que se iniciaba junto a la torre de Relaciones Exteriores, ahora CCU de la UNAM y que conducía a la zona prehispánica, ahora está cercado a raíz del mini tornado de hace año y medio.
8. La huella del edificio Oaxaca ahora tiene un huerto que ocupa 1600 metros cuadrados mucho más que la huella misma, incluso despareció andador y banqueta.
9. En el edificio Querétaro durante el día se cierran los pasos peatonales del lado sur por la existencia de una guardería o jardín de niños privada.
10. Los centros culturales y deportivos: Félix Azuela, 5 de Mayo y Antonio Caso, el primero cedido al IMSS y los otros dos administrados por la Delegación Cuauhtémoc. Originalmente eran exclusivos para los residentes de Tlatelolco ahora se manejan a población abierta, no se permite la convivencia familiar y el fortalecimiento del tejido social en la Unidad, el tejido ahora roto haciendo a los tlatelolcas más vulnerables a la inseguridad y complicando las cosas porque ahora estos espacios el 5 de Mayo y Antonio Caso se usan con objetivos sólo económicos por parte de la delegación. Cuando cada colonia del D.F. debería tener un espacio o varios para fortalecer al tejido social y esto podría contribuir modificar la situación actual, frenar el deterioro social y contribuir a buscar prevención social, disminuir la violencia, el estrés y la depresión buscando crear una verdadera política de desarrollo social sustentable y de seguridad humana.

La lista podría ser más larga, lo cierto es que las áreas públicas y en particular las verdes pueden seguirse reduciendo, es necesario actuar conjuntamente para evitarlo. Es un privilegio vivir en un espacio con esta cantidad de áreas abiertas, habrá que conservarlas, darles mantenimiento permanente y corregir los errores que hemos cometido autoridades y vecinos.