La disputa política por las bodas de oro de Tlatelolco
Miguel Angel Márez
Tapia*
El
próximo 21 de noviembre de este año, el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco
celebrará oficialmente sus primeros 50 años de existencia, en las siguientes
palabras plantearé un panorama general y sencillo, un esbozo del trabajo de
investigación antropológica que he encabezado durante ocho años ininterrumpidos
para rematar desde lo político, haciendo énfasis en las repercusiones de la
carrera electoral que se planteará en los tiempos de precampañas que estarán
inmersos en la celebración de las bodas de oro de Tlatelolco.
El
diagnóstico inicial, no se tiene preciso el problema de Tlatelolco por los
servidores públicos que tienen bajo su responsabilidad nuestra comunidad, sin
embargo desde lo vecinal tampoco existe un planteamiento claro sobre lo que es
nuestra Unidad, desglosemos este punto;
Tlatelolco existen muchos, cada vecino tiene una idea de lo que es
Tlatelolco pero es sólo un fragmento del mismo, su mirada está impregnada
preferentemente por las experiencias de sus distintas actividades que realiza,
las personas con las que interactúa, las amistades forjadas; por ello las
necesidades, asimismo sus soluciones, se han polarizado a pequeñas luchas y
acciones vecinales sin contar con una visión integral del todo, no se plantea
cambiar Tlatelolco, sino modificar la entrada, el pasillo, el hongo, el cuadro
circundante a mi hogar, eso propone que para hacer una metáfora de nuestro
territorio, Tlatelolco se ha difuminado en archipiélagos, desde lo condominal
en 90 islas con intereses particulares y dispares uno de otros, ¿Por qué existe
este fenómeno?
Tlatelolco
no es una unidad habitacional únicamente, sino un espacio de poder, este
espacio ha sido protagonista en la historia de nuestro país, aquí inicia el
dilema del por qué es tan difícil Tlatelolco para los políticos cuando vienen a
este territorio, los nombres cambian, las intenciones también, el problema
estructural se ha mantenido durante gestiones tras gestiones de gobiernos
delegacionales de muchas promesas y pocas acciones.
El
espacio de poder en Tlatelolco ha sido la historia de sus habitantes, escenario
del parteaguas del sistema político mexicano en la germinación de generaciones
estudiantiles que lucharon, luchas que aún siguen vigentes, así se introduce
que el origen de Ciudad Tlatelolco también tiene una connotación política,
estuvo permeado al ataque del movimiento y huelga del sindicato ferrocarrilero con
el encarcelamiento de Valentín Campa y Demetrio Vallejo en 1959, la Unidad se
edificó en el terreno de ese bastión de lucha, a través de una estrategia muy
hábil y eficaz de Adolfo López Mateos.
1968
y sus derivados aún sin castigo a la masacre, una etiqueta que ha dejado de
lado todo lo que es Tlatelolco, vecinos refieren y no tienen error en decirlo
que Tlatelolco no es sólo el 2 de octubre, es correcta esta aseveración, en los
años setentas el movimiento de autoadministración, la lucha llegó hasta Los
Pinos en el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, ya para ese momento se gestaba
la organización política del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), Partido Revolucionario de los Trabajadores
(PRT), Partido Comunista Mexicano (PCM) estaban presentes en Tlatelolco con
vecinos militantes. ¿Qué tipo lucha política existía en Tlatelolco en ese tiempo? Su mirada era integrativa y global, la
creación de asociaciones de representación de todo Tlatelolco, planteamiento
hasta de confederaciones de unidades habitacionales, la estrategia de los
tlatelolcas fue el armado de un colectivo que aglutinara el todo, hasta aquí la
intensión era correcta.
El
sismo de 1985 modificó todo, porque además de la dimensión de poder,
movimientos sociales y partidos políticos, también existió la creación de un
territorio estable y consolidado, generaciones de la que formo yo parte,
nacimos en Tlatelolco y seguimos viviendo en Tlatelolco, aquí nacieron los
hijos de estas generaciones, en muchos casos nuevas familias se gestaron entre
tlatelolcas, el tejido social se forjó por medio de un intenso trabajo de la
Subdelegación Tlatelolco a través de programas culturales y recreativos, el
germen del tejido fueron los clubes deportivos ya que simplemente fueron
entregados a los tlatelolcas, junto a los talleres de teatro, los eventos
culturales y cívicos, existía un gran interés en mantener una política de un
todo, un Tlatelolco y sus actividades eran recurrentes en este sentido. La pertenencia
hacia Tlatelolco se consolidó a través de los jóvenes y niños, hoy padres de
familia tlatelolcas, ellos dieron significado y sentido a todo lo que
representó nuestro hogar como territorio, se crearon competencias, luchas y
peleas entre bandas, no todo fue idílico ni perfecto, pero siempre se mantuvo
una idea de lo que significaba ser tlatelolca y la diferenciación identitaria
por cuadros y secciones que cohesionaba el todo, un Tlatelolco divido en
pequeños espacios de identidad.
1985
también implicó la llegada de nuevos actores políticos, hoy ya nombrados con
bombo y platillo como dirigentes de corrientes partidistas, cabe recordar que ahora
algunos son los jefes de que quienes gobiernan actualmente en la Delegación
Cuauhtémoc, éstos llegaron a Tlatelolco y fueron expulsados porque Tlatelolco
ya contaba con organización vecinal, podemos nombrar a René Bejarano, Dolores
Padierna y Martí Batres que lo intentaron en su momento, pero fueron actores muy
secundarios en este espacio, así de complejo fue Tlatelolco para los intereses
políticos.
¿Cuál
fue la estrategia del poder para desmembrar Tlatelolco? Junto a los conflictos
y desgastes de los movimientos vecinales, luchas y pugnas entre grupos
derivados de la Reconstrucción, la batalla política de militantes tlatelolcas
entre la presencia de Cuauhtémoc Cárdenas y Heberto Castillo, en contra parte
la operación política desde el gobierno mexicano con Manuel Camacho Solís en
SEDUE como delfín inicial del presidente Miguel de la Madrid pero finalmente
cedido a Carlos Salinas de Gortari. En este contexto Tlatelolco ha padecido la
pulverización de toda organización vecinal al promoverse el reduccionismo de la
participación al extremo de una entrada del edificio, aquí el tema condominal
es un gran obstáculo, un tema que se podrá abundar en otro momento, pero la
organización y movilización ha sido generalizada en sólo seguir los ritmos e
intereses de los gobernantes en turno, donde se ha privilegiado una mínima
organización vecinal, la Delegación Cuauhtémoc ha sido muy eficaz en marcar los
ritmos de despolitización para privilegiar el clientelismo. Hoy Tlatelolco es
considerado formalmente como tres territorios por diferentes órganos de gobierno
y las estrategias políticas desde el poder están planteadas de esta manera.
Rematemos
con los 50 años de Tlatelolco, éstos se gestarán en tiempos políticos
electorales intensos donde se estarán dirimiendo las precampañas y candidaturas
de los chapulines para buscar otro puesto de elección popular, técnicamente los
esfuerzos de los posibles aspirantes deberán estar enfocados a ellos. En este
sentido, uno de los interesados en brincar es el actual delegado Alejandro
Fernández Ramírez que ha anunciado el mejoramiento de los clubes Antonio Caso y
5 de mayo, también ha pedido a la Asamblea Legislativa un presupuesto exclusivo
para nuestra Unidad; por otro lado del Gobierno Central, se tiene conocimiento
de personal a nombre de Miguel Angel Mancera que ha realizado encuestas para
descifrar las principales problemáticas que existen en la comunidad, sin
embargo su influencia aún es inexistente para ser claros y puntuales;
finalmente sigue en la memoria de tlatelolcas, el compromiso del presidente
Enrique Peña Nieto en el mejoramiento para Unidades Habitacionales, una de
ellas Tlatelolco a través de la SEDATU, desde todos los niveles de gobierno hay
muchas promesas, estaremos pendientes cuales de éstas se convierten en
realidad. Retomando el tema del Gobierno Federal para matizar esta idea, desde
su presupuesto ya existen programas que se están gestionando y se están
aplicando en los edificios de Tlatelolco por iniciativas de vecinos y
legisladores priístas, junto a programas de SEDESOL para grupos vulnerables, además
se anuncia que en este 2014 ahora si se abrirá todo el presupuesto.
El
panorama se vislumbra hasta este momento, la competencia entre dos partidos, el
PRD y el PRI, en el marco de los 50 años de Tlatelolco, mientras Fernández
regala cenas navideñas a las listas de beneficiarios de Edgar Doroteo desde la
Dirección de Desarrollo Social de la Delegación, por otro lado el PRI trae
camiones con alimentos a precios más accesibles, el escenario en ambos es
Tlatelolco, se deberá ser muy fino en la observación sobre el movimiento de las
piezas de ajedrez, vienen cambios en la Delegación Cuauhtémoc, pero también ya
están las nuevas baterías de músculo desde el PRI con la llegada del Grupo
Atlacomulco para operar políticamente la demarcación delegacional, la batalla
se empieza a esbozar, al final el ciudadano tendrá la última palabra con su
voto para las elecciones intermedias de 2015, una votación que no contará con
el apoyo de las elecciones federales, una lucha que aún está por verse quién
sacará la mejor parte.
*Antropólogo
No hay comentarios:
Publicar un comentario