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¿Qué
pasa en San Pedro Cholula?
Por Alejandro Mario Fonseca
¿Qué es la democracia? Jorge Luis
Borges, el argentino gigante de las letras, decía que la democracia es una
superstición muy difundida, un abuso de la estadística y abundaba: “¿Usted
cree que para resolver un problema matemático o estético hay que consultar a la
mayoría de la gente? Yo diría que no; entonces ¿por qué suponer que la mayoría
de la gente entiende de política?
La verdad es que no entienden, y se
dejan embaucar por una secta de sinvergüenzas, que por lo general son los
políticos nacionales. Estos señores que van desparramando su retrato, haciendo
promesas, a veces amenazas, sobornando, en suma.
Para mí ser político es uno de los
oficios más tristes del ser humano. Esto no lo digo contra ningún político en
particular. Digo en general, que una persona que trate de hacerse popular a
todos parece singularmente no tener vergüenza. El político en sí no me inspira
ningún respeto. Como político."
¿Qué tal?
Eso decía Borges y yo estoy de acuerdo con él. Sin embargo, también creo que no
tenemos porqué resignarnos a éste estado de cosas. Los que nos damos cuenta del
problema tenemos que hacer algo para contribuir a la educación política del
ciudadano.
El gran Portal de San Pedro Cholula |
¿Qué pasa en San Pedro Cholula?
Y eso es
lo que estoy intentando hacer desde esta columna: una especie de “periodismo
educativo”. Sería y así lo propongo, una variante del “periodismo comunitario”,
que es hacia lo que tenemos que avanzar: un periodismo que refleje realmente el
sentir de la ciudadanía.
A
contrapelo de la conceptualización escéptica de Borges, lo que debemos hacer es
invertir tiempo y dinero en educación, en capacitación; pero además, los que
estamos realmente interesados en la política, en serio, no como negocio, debemos
poner el ejemplo.
Y los ejemplos
no son muchos, pero los hay. Tomemos el caso del municipio de San Pedro
Cholula, contamos con un alcalde “de izquierda”, J. J. Espinosa, que ha estado
trabajando con inusitada vehemencia por el mejoramiento de la ciudad.
Todos
hemos sido testigos de los cambios. Poco a poco Cholula se ha convertido en una
ciudad transitable. Ya podemos ir de un lugar a otro con seguridad, no hay
agujeros en las calles. Hasta los ciclistas están aprendiendo.
Además hay
una inversión importante en infraestructura educativa, cultural y deportiva.
Todos confiamos en que los cholultecas
iremos haciendo uso de la misma y no dudo que a
la larga será un factor de verdadera democracia con participación
ciudadana. ¡Bien! Lo aplaudo, ése es el camino.
El Cabildo se pone las pilas
Pero
faltan muchas cosa por hacer y nuestro alcalde parece que ya se durmió en sus
laureles. O mejor dicho ya está más preocupado por su futuro que por sus
obligaciones y compromisos.
Qué bueno
que el cabildo ya tomó cartas en el asunto. Nuestro alcalde está empeñado en
ser candidato a gobernador de Puebla por Morena, o a senador por lo menos. Y es
por eso que tomó la bandera de la defensa del agua: quiere ganar popularidad.
Nadie en
su sano juicio puede estar de acuerdo con los abusos del ex gobernador Moreno
Valle. La concesión del servicio de agua a una empresa particular en la ciudad de Puebla es a todas luces
reprobable. Sospechosamente se hizo mal, sin licitación y seguramente muy
pronto el gobernador Gali corregirá las anomalías.
Pero de
ahí a encausar una especie de cruzada popular contra el gobierno estatal, hay
mucha distancia. El agua no se privatizó, se concesionó y presuntamente se hizo
mal. Yo no estoy de acuerdo con la concesión del servicio, no tiene porqué ser
negocio, el gobierno municipal debe garantizarlo a bajo precio y de calidad.
Y lo mismo
digo para otros servicios básicos y fundamentales. Si dejamos que el hecho
prospere, al rato también van a concesionar el servicio de recolección de
basura (bueno en Cholula ya lo hizo el alcalde, ¿será que privatizo la basura?)
y el servicio de seguridad.
Qué el alcalde regrese a trabajar a Cholula
En cuanto
a la seguridad, en Cholula hay mucho que decir. Cada vez son menos los policías
y el famoso “policía de barrio” jamás lo vimos. Los atracos en las calles, los
robos de autopartes y en las casas habitación van en aumento. También tenemos
ya casos de feminicidios en los alrededores de la ciudad.
Y todo
esto por no hablar del comercio ilegal de gasolina robada. Sí esto continua, al
rato vamos a tener al ejército patrullando nuestras calles. Algo oscuro hay
atrás de todo esto. ¿Por qué no impulsar la participación ciudadana en la seguridad?
Claro de manera ordenada y controlada.
En fin, ya no tengo espacio para hablar de los compromisos incumplidos del alcalde en campaña. Los regidores ya se lo recordaron: una cárcel moderna fuera del centro de la ciudad, la recuperación del hospital general, un centro integral de servicios (que ya se fue para San Andrés); y otro tipo de apoyos tanto estatales como federales, para la agricultura por ejemplo.
Qué bueno que los regidores ya se pusieron las pilas y le están exigiendo al alcalde J. J. Espinosa que regrese a trabajar. En su afán por ganar popularidad con la defensa del agua se está quedando sólo. Pero todavía tiene tiempo para
cerrar con broche de oro su administración. Sí lo hace bien, con toda naturalidad podrá ser candidato de lujo a una responsabilidad mayor.
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