viernes, 25 de mayo de 2018

En Mèxico: Ya es hora de reciclar la basura

Alejandro Mario Fonseca
Hace ya más de tres años, cuando inicié mis colaboraciones para El Quetzal de Cholula, tenía poco tiempo de haber iniciado la administración municipal encabezada por J. J. Espinoza, hoy flamante candidato a diputado por MORENA en el distrito 20 de Puebla.
Hablaba yo de lo conflictivo de su gobierno. Decía que en lo personal, en la familia, con los amigos, es difícil hacer las cosas bien; y que además, es más difícil hacer las cosas bien y quedar con todos bien.
En la administración pública esta dificultad se potencia al máximo, por eso existen la planeación y la asesoría de expertos: la burocracia especializada diría Max Weber.
Estos principios me venían a la mente al intentar comprender lo que sucedía en la  administración municipal de San Pedro Cholula como ya dije. Y a la vuelta de tres años, vale la pena volver sobre lo comentado.
También decía que muchas cosas se estaban haciendo bien, que se notaba que los recursos se estaban gastando en el mejoramiento de la ciudad, de los servicios que se ofrecían. Se sentía, se veía un serio esfuerzo modernizador.
Sin embargo, también se observaba una especie de comportamiento errático, marcado por el conflicto. Conflicto con los diferentes órdenes de gobierno, principalmente con el estatal; pero también conflictos internos con los propios ciudadanos del municipio; y como si no fuera suficiente, conflicto con los municipios vecinos.
Mi conclusión era de reconocimiento, de que el que quiere cambiar, cambiar en serio, va a afectar muchos intereses. Por eso, decía que es importante la planeación con participación ciudadana: lo que evita conflictos innecesarios. Además está en la Ley Orgánica Municipal.

El PET ae envìa a China para ser reciclado

El relleno sanitario “en seco” y el conflicto con Calpan
El conflicto en aquél momento era el del “relleno sanitario”. Mi crítica inicial iba en el sentido de que se trataba de una solución cara, carísima para un país pobre como el nuestro. Y me preguntaba, qué acaso ¿el municipio de San Pedro Cholula es rico?
Cuánto había costado el  nuevo relleno, 30, 40 millones (¿?); y todo para seguir igual. Enterrar la basura es como enterrar dinero, decía yo. La alternativa era y sigue siendo reciclar. Que es difícil, sí hay que cambiar patrones culturales, eso es muy difícil por eso hay que empezar a hacerlo ya, insistía.
Pero el relleno sanitario que colindaba con el municipio de Calpan  ya se había hecho y ni modo; volviendo al punto, al parecer, lo que había sucedido fue que no se tomó en cuenta la opinión ni de las autoridades, ni de los ciudadanos del vecino municipio.
En aquellos días en que nuestra ciudad,  San Pedro Cholula,  vivía aquel conflicto intermunicipal, decía yo que valía la pena reflexionar sobre el concepto de “Ciudad de Bien”, que era el eslogan de J. J. Espinoza.
Al menos desde la perspectiva de lo que serían las bases de una “Ciudad de Bien”, la limpieza es el núcleo duro conceptual: una ciudad limpia, sin basura, sin excremento de perro, sin grafitis, sin ruido; pero también, limpia de maleantes, ambulantes, limosneros, indigentes, etcétera.
Pero el tema de la basura no era nuevo. Yéndonos más atrás, me acuerdo de que hace 20 años, cuando el partido verde era realmente partido, realmente ecologista, le propusimos a Alejandro Oaxaca, el presidente municipal en turno, que iniciara un proyecto ambicioso de reciclaje de basura.

La basura debe reciclarse
En aquel gobierno de Alejandro Oaxaca contábamos con un regidor ecologista y eso facilitaba la viabilidad de nuestra propuesta. Si nos recibieron y escucharon en el Cabildo, sin embargo, la idea nunca prosperó.
Después nos enteramos de que predominó el argumento de que los cholultecas no estábamos suficientemente maduros desde el punto de vista cultural.
Y aunque con excepciones casi dos décadas después, sigo escuchando los mismos argumentos y la solución al problema de la basura sigue siendo la misma: enterrarla.
En estos tiempos de “globalización” (la palabra correcta es mundialización) y de desarrollo “sustentable” (la palabra correcta es sostenible), ya ni en los países ricos se sigue enterrando al basura.
A lo largo y ancho del planeta podemos apreciar como países ricos y pobres (Chile, Italia, Colombia, etcétera) impulsan proyectos como “La basura sirve”, “Basura cero: una alternativa sustentable”, etcétera.
En nuestro país la SEMARNAT (Secretaría del Medio ambiente y Recursos Naturales) tiene ya rato apoyando a los municipios con un programa que se llama “Gestión integral de los residuos, una visión de futuro”.
Valdría la pena saber si J. J. Espinosa hizo algo en ese sentido  y si nuestro municipio ya está inscrito en este programa, y en qué etapa del mismo estamos. Pero me temo que no hizo nada.

Ojalá que el Partido Verde Ecologista de México se convierta en un verdadero partido
A todas luces  el relleno sanitario en seco de J. J. Espinosa fue un rotundo fracaso y hoy día la propuesta sigue vigente, la basura debe ser reciclada. Ya es tiempo de implementar políticas serias del cuidado del medio ambiente.
Por ello es que me da mucho gusto lo que acabo de escuchar de Cecilia Monzón la candidata actual del partido verde a la presidencia municipal de San Pedro Cholula.
Ella está proponiendo que la basura se recicle y se aproveche para producir energía eléctrica. Incluso habla de que en Coahuila ya hay un modelo a seguir.
En lo personal pienso que lo más viable sería  producir energía eléctrica aprovechando la energía solar, habría que estudiar cuál de las dos propuestas es más rentable. Pero de que la basura debe ya reciclarse, no hay ninguna duda.
Y ya como comentario final, también espero sinceramente que los dueños del partido verde ahora sí empiecen a respetar a ciudadanos comprometidos con el cuidado del medio ambiente, como Cecilia Monzón y conviertan a su instituto político en un verdadero partido. Mucha falta nos hace.

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