Por José Luis Hernández
Jiménez
¿Qué hacer para solucionar el principal problema del país, es
decir, la injusta distribución de la
riqueza? Porque si no se resuelve este problema, los mexicanos seguirémos condenados,
por los siglos de los siglos, a ser una nación amolada, tercermundista, pobre.
Vimos, en mi anteriores
entregas de esta serie – con datos oficiales del INEGI, CONEVAL,
BANXICO, ONU y la Revista Forbes – que la injusta distribución de la riqueza es
el verdadero peligro para México, porque es la causa de otros grandes problemas
nacionales como la pobreza, el desempleo y el subempleo, el bajo poder de
compra de los salarios, la inseguridad, la corrupcion, la emigración, etc, cosa
que ni los mismos suspirantes por la Presidencia de la República, entienden.
Vuélvolo
a repetir, para que no se olvide: El 80 por ciento de la población – 96
millones de mexicanos – sufre algún grado de pobreza; Y solo el 20 por ciento -
28 millones - tiene mas que resuelto su problema económico. Y en los dos
extremos estàn, los de muy arriba, 16 multimillonarios en dólares y, los de
muy abajo, 9.4 millones de personas que no tienen ni en qué caerse muertos, o
sea, los “pobres extremos.
Pero en sus dichos y textos, los cinco candidotes citados,
hablan de combatir la pobreza, con la misma receta que ha fracasado desde el siglo pasado
– ¡existen 15 mil programas de “desarrollo social”! - , la Asistencia Social,
disfrazada de Desarrollo Social. Y del principal problema del país, la injusta
distribución de la riqueza, casi nada dicen. Lo que hacen es pregonar que los
principales problemas son la corrupción y la inseguridad. Y no es así. Estos
fenómenos sociales, son efecto del principal problema del país. Por ello, nada sustancial
proponen para resolverlo.
Por cierto, ¿por qué nada sustancial proponen al respecto,
los cinco candidatos a la Presidencia? Hay
tres posibles respuestas: a) Porque los cinco son parte del sistema económico vigente, ya que todos ellos, se han
beneficiado del mismo, y a tal problema, lo ven como algo “normal”; b) Porque
le temen al gran capital y a sus principales representantes y a lo más que
llegan es a descalificarlos; c) Por simple ignorancia.
Por los motivos que se quieran, nada proponen. Por eso, hago
las siguientes 10 sugerencias que
tienden a solucionar el multicitado problema, y verdadero peligro para nuestro país, la injusta
distribución de la riqueza. Se trata de cambios para ir convenciendo, consensuando,
explicando, construyendo, un México menos desigual:
Una.- Actualmente el
desarrollo de nuestro país se mide – como en gran parte del planeta – con el
Producto Interno Bruto (PIB), que es la suma de la riqueza que se produce entre
todos, en un año. Mi propuesta es que el
propósito nacional, no sea el PIB, sino el BIP, es decir, Bienestar Interno
Bruto. Se trata de crear riqueza para el bienestar de todos los habitantes del
país, no solo de crearla por crearla o para que ésta se reparta a ver
cómo.
Dos.- El objetico principal de nuestro banco central, el
Banco de México, es el de lograr el
mínimo de inflación. Y lo ha hecho muy bien. La inflación en México es muy
baja, comparándola con la que había en los años 70´s y 80´s, o con la que hay
en muchos otros países. La inflación, hay que recordarlo, es como un indicador
del aumento de los precios de mercancías, productos y servicios que se ofrecen
en el país. Tenemos pocos aumentos de precios, otra vez, comparándolos con los
aumentos de años pasados o de otras naciones. El problema es que en ese
gigantesco esfuerzo, se han llevado entre las patas, el no aumento del precio
de la principal mercancía, es decir, el precio de la mano de obra, o sea, del
salario. Por eso los salarios son muy bajos y su poder de compra es más bajo
aún.
De ahí que, en el mismo sentido que en el punto Uno, habría
que modificar el principal objetico del Banco de México, que hoy es el de
mantener baja la inflación, por el de garantizar que haya bienestar económico
real entre toda la población.
Tres.- Se requiere una Reforma fiscal mucho más ambiciosa que la recién
aprobada; que atienda coherentemente, lo ordenado por el artículo 31
constitucional: Son obligaciones de los mexicanos IV).-“Contribuir para los
gastos públicos….de la manera proporcional
y equitativa que dispongan las leyes”. Es decir, deben pagar más impuestos
los que más ganan, y menos los que menos ganan. Hoy no es así. Para lograrlo es
indispensable, hacer realidad los siguientes puntos.
Cuatro.- Hay que
transparentar la riqueza. La Constitución misma obliga a los mexicanos, en su artículo
36, “a registrar su propiedad…..en el catastro de la municipalidad…….”. Pero
resulta que en el Registro Público de la Propiedad, solo se registran los
bienes inmuebles. La otra propiedad, la que no es inmueble, no se registra, es
decir, no es pública. La riqueza debe
ser públicamente conocida. ¿A qué le temen los que se oponen a ello, sienten
vergüenza los ricachones, la clase política?
Cinco.- La riqueza en
México se esconde tras dos parapetos legales – los ilegales son el lavado de
dinero y el uso de prestanombres – las S.A. y el Secreto Bancario. ¿Por qué las
acciones de una empresa son “anónimas”? Quienes invierten en una empresa no son
fantasmas, son personas de carne y hueso, con nombre y apellido. ¿Por qué se
esconden en el anonimato? No hay razón ni motivo coherente para hacerlo. Por
ello, las acciones de las empresas deben ser nominativas, con el nombre y
apellido de sus propietarios, No anónimas. Algo parecido sucede con el “secreto
bancario”, que, afortunadamente ya no es tan secreto, pues el SAT bien que
sabe.
Si hubiera un Registro Público de la Riqueza (RPR), cualquier
ciudadano podría hacer las consultas necesarias para conocer la riqueza de
quien sea. Si la riqueza es bien habida,
¿cuál es el problema? En el Congreso se han dado propuestas en este sentido. Pero
la mayoría de los legisladores se han opuesto a aprobar algo así, alegando
“seguridad”; “¿Y si los ladrones se enteran?”, se preguntan preocupados. Pues
precisamente, digo yo, esa preocupación obligaría a potentados y políticos
encumbrados, a hacer algo efectivo contra la delincuencia y la inseguridad
pública.
Seis.- Lo anterior nos debe llevar a introducir en nuestra
cultura nacional, la idea de que debe haber límites a la riqueza; no a la
riqueza en sí, sino a la gran riqueza. Puede haber millonarios, pero no multimillonarios.
Y menos en dólares. En este sentido, una nueva reforma fiscal debe incluir un
“impuesto especial a la gran riqueza”, con objetivos precisos. Por ejemplo, que
a nuestros 16 multimillonarios en dólares (ver parte 5ª, de esta), se les cobre
un impuesto especial para terminar pronto, con la extrema pobreza.
Siete.- Dos medidas concretas, prácticas, que no son costosas,
y que pueden resolver en gran medida el problema del desempleo y del subempleo,
son la de establecer la semana laboral
de 40 horas, con pago de 48, en las grandes y medianas empresas y en los
gobiernos. Todos los involucrados, y otros más, saldrían ganando con esta
medida. Los trabajadores con horario “recortado”, descansarían más. Una parte
de los desempleados y/o subempleados, podrían ser contratados para suplir las
horas vacías y, probablemente, muchas más, para cubrir las llamadas horas
extraordinarias o para abrir otros turnos. Las empresas trabajarían más y ganarían
más.
Ocho.- La otra medida
para abatir el desempleo y el subempleo, es el apoyo efectivo a las micro y
pequeñas empresas. ¿Por qué a ellas? Porque son las que más trabajadores
contratan. El 95 por ciento de los empleos formales en México son gracias a
este tipo de empresas. Digamos que existen 12 millones de microempresas y de
pequeñas empresas. Si se les da un apoyo especial, para que puedan contratar
cada una de ellas, a un trabajador adicional, habría pronto, 12 millones de
empleos formales más.
Nueve.- En este
esfuerzo para combatir con eficacia el
principal problema del país, la injusta distribución de la riqueza, también hay
que combatir el bajo poder de compra de los salarios. ¿Cómo? Para empezar, adoptando
como meta a corto plazo, el cumplimiento de lo que dice al respecto la fracción
VI del apartado A del artículo 123 Constitucional: Los Salarios Mínimos Generales,
deberán ser SUFICIENTES, para satisfacer las necesidades de un jefe de familia,
en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación
obligatoria de los hijos.
Si hoy se cumpliera dicho precepto, el monto del salario mínimo,
debería ser del orden de los 600 pesos por jornada laboral, y no los 83
vigentes. Pegado con esto, es de acatamiento inmediato la máxima de “a trabajo
igual, corresponde salario igual”. Es decir, parejo, para todos y todas. Hoy no
se cumple en gran medida, con las mujeres.
Diez.- Debe desaparecerla Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.
Dicha Comisión es casi un elefante blanco que nos sale carísimo, porque sus
componentes no cobran un salario mínimo sino mucho más (150 mil al mes su
Presidente). Su trabajo principal, consiste en realizar estudios sobre el
salario. Pero esta labor también la llevan al cabo el INEGI y el CONEVAL. Y su
otra única función principal, la fijación de los montos de los salarios mínimos
generales y profesionales, la puede realizar la Cámara de Diputados.
Y que de paso aprueben una Ley o Catálogo de Salarios Máximos.
Así como hay Salarios Mínimos, que haya Salarios Máximos, para ambos bandos, el
público y el privado. Hoy existen Presidente Municipales que ganaban más que el
Peña Nieto.
Pues ahí están mis sugerencias para atacar frontalmente al
real peligro para México, y que es el principal problema del país, la injusta
distribución de la riqueza, causas de los principales males del país. A ver si
alguno o algunos de los suspirantes por la Presidencia de la República, se
anima a retomarlas. ¿O cómo ven, estimados cuatro o cinco lectores?
Notitas: Una.- Dos.- Que, aclaro, las 10 sugerencias anteriores, no son
inéditas, pues se han puesto en práctica en varias naciones; y con buenos
resultados. Dos.- Que ¿por qué será
qué el gobierno de Nicaragua, que se dice de izquierda, mató a 43 de sus
ciudadanos en las recientes manifestaciones en su contra? Tres.-
Que tal vez don Peje interpreta que ante la inseguridad y violencia que
padecemos, solo el representante de dios en la
tierra, el Papa, puede ayudarnos. ¿Los mexicanos ya no podemos solos? ¿O
por qué pretende invitarlo a una Comisión para ver dicho asunto? ¿Será que su espíritu juarista (separación de
la Iglesia del Estado…), se ha doblegado, por fin, ante el poder de la iglesia
católica? Cuatro.- Que el martes 8
de mayo, a las 19 horas, se lleva al cabo una Conferencia titulada “Hablemos
del Aeropuerto Internacional de la CDMX”, a cargo de la Lic. María del Rosario
Avilés Sánchez. El lugar del evento es
Calle Concepción Béistegui 107, colonia Del Valle, CDMX, cerca de Insurgentes
sur y del Poliforum. Sos Invitados. Cinco.-
Que ahora que está cumpliendo ¡200 años de haberse publicado por primera vez!,
se sugiere la lectura de “Frankestein”, de Mary
Shelley, una joven de 18 años. Y
no olviden que el mío, “Cuando correteábamos utopías”, se presenta próximamente
en Pachuca, Hidalgo. Seis.- Que va una modesta felicitación a la
pareja formada por Rosalía Barajas Olea y Pablo Robles Martínez, ¡por sus 51
años de matrimoniados! Siete.- Que este
servidor, tiene el hábito de hacer ejercicio diario, combinando el Tai Chi, el Kung
Fu, el Chikung y el atletismo en su modalidad de carreras de fondo. ¿Y ustedes
cuando, estimados y estimadas? ¡Anímensen!
Correo E hernandez-jimenez2012@hotmail.com
México, CdMx, a 5 de mayo del 2018.
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