jueves, 12 de julio de 2012

Los mercados cercanos a Tlatelolco


Pásele marchantita
Por José María Arellano
Puesto de frutas en un mercado cercano
Se ha citado sobre los servicios que posee Tlatelolco pero de un mercado al interior de la unidad no existe. Hay zonas comerciales y locales, pero como tal, no lo hay.

Al inaugurarse la unidad, los mercados cercanos son: “La Bugambilia” –ahora imposible de ir, con frecuencia, por el paso del transporte suburbano- y “Martínez de la Torre”; en la Santa María la Ribera y la colonia Guerrero, respectivamente. Otro, que está en la inmediación de las Colonias San Simón y Ex Hipódromo de Peralvillo, “San Joaquín”.

La mayoría de los residentes, de aquel entonces, se surtían de víveres para la semana o mes, según sus necesidades y recursos. La cercanía y el contacto con los locatarios hacían su travesía grata; recorriendo los pasillos para seleccionar el mejor precio y calidad del producto.

Lejanamente, en aquellos tiempos, se frecuentaban las tiendas de autoservicio en confrontación con las tradicionales “tienditas”. Pues sí, el único supermercado alrededor de la unidad Tlatelolco, era el Aurrera de Buenavista; ahora Walt-Mart. Por aquel entonces estuvo la tienda del ISSSTE, en la primera sección, con la función de una tienda de autoservicio lujosa y magna-. El único inconveniente era que se necesitaba ser afiliado para ingresar, para los años ochentas se abrió a todo el público; a la fecha, esa tienda solo queda el inmueble, que por cierto, abandonado y sucio.

Por los setentas, el primer mini súper al interior de la unidad estuvo en el edificio Ezequiel A. Chávez después apareció en el edificio Guillermo Prieto: “Súper Torino”, “La Herfasa” –por cierto sobrevive, aunque sus dimensiones se hayan reducido-, en el edificio Ignacio Zaragoza; estos en la segunda sección. La “CONASUPO” en la zona comercial de la primera sección por la cabecera sur del edificio Allende. Posteriormente en los ochentas estuvo en los terrenos de los altos hornos “La Consolidada”, La “CONASUPO”, ahora Comercial Mexicana, “La Mega”.

Los mercados son parte de la convivencia entre el locatario y el marchante. Sitios donde se disfruta de comida con el toque casero y qué decir de las carnitas, de la barbacoa y el consomé para aquellos trasnochadores que se reconfortan con este manjar y -si la degustación es en el mercado Martínez de la Torre- posteriormente su pasos se dirigen a la emblemática cervecería, que está en la calle de Zarco: “El Cantinflas”.

El paisaje urbano y las costumbres han cambiado, pero se conservan, por igual, los mercados sobre ruedas, en Manuel González esquina con Eje Central, en Ricardo flores Magón, frente al Congreso del Trabajo y en Calle Zarco en la Colonia San Simón.

El mercado, tradición de décadas, se ve amenazado por desaparecer por el auge de la “modernidad” que enmarca y vislumbra el “status” de los súper mercados, así como del abandono por parte de las autoridades.

Algunas marchantitas han comentado de los mercados: “No me dejan elegir la mercancía”, “A fuerza me quieren vender 2 kilos, cuando yo solamente quiero uno”, “Siempre me he quedado con la duda: ¿Será el peso exacto?”, “Algunos mercados les han dado su manita de gato pero siguen igual, sucios y en el total abandono”…

Ahora está en muy en boga un eslogan y parafraseándolo: ¿Vas al súper o al mercado?... ¿La respuesta revela un “status”?.


* Diseñador gráfico.




Por José María Arellano Mora*

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