Cinco de la tarde. Jueves de marzo.
Inició la lluvia. La gente continúa caminando. Una cafetería en el Centro
Histórico de la ciudad fue el espacio testigo de una conversación. Periodista y
estudiante de Periodismo. México y el Periodismo. La UNAM de 1999, la UNAM del
2013. El quehacer periodístico. David Jaramillo
y Mónica Vázquez, yo.
Por Mónica Vázquez Delgado
David Jaramillo. |
Jueves 28 de marzo de 2013
- Cuando iba en el CCH (Colegio de Ciencias y Humanidades), era skate, con mi grupo de amigos y yo andábamos en patineta todo el tiempo, traíamos una cámara en mano y fotografiábamos la calle, las personas o lo que fuera. Así gastábamos el tiempo libre: fotografiando a la calle y sus personajes.- dice David Jaramillo, periodista y fotoperiodista mexicano, mientras bebe de su taza, café americano-. Nos la vivíamos en el Chopo y de vez en cuando escribía para una revista independiente de rock mexicano que se distribuía ahí (Chopo). Ahora que lo pienso, me gustaría releer mis escritos ja,ja,ja. A ver qué tanto decía.- ríe.
- Cuando iba en el CCH (Colegio de Ciencias y Humanidades), era skate, con mi grupo de amigos y yo andábamos en patineta todo el tiempo, traíamos una cámara en mano y fotografiábamos la calle, las personas o lo que fuera. Así gastábamos el tiempo libre: fotografiando a la calle y sus personajes.- dice David Jaramillo, periodista y fotoperiodista mexicano, mientras bebe de su taza, café americano-. Nos la vivíamos en el Chopo y de vez en cuando escribía para una revista independiente de rock mexicano que se distribuía ahí (Chopo). Ahora que lo pienso, me gustaría releer mis escritos ja,ja,ja. A ver qué tanto decía.- ríe.
La
huelga del 99: “Nos cobraron la factura”
“Si tú pasas por mi casa y si tú ves a mi mamá, tú le dices que hoy no me espere, porque este movimiento no da un paso atrás” (Fragmento de la canción Ni un paso atrás de La Tremenda Korte)
David Jaramillo estudió Ciencias de la
Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) en la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Por cuestiones políticas, no se le otorgó el
título de licenciatura.
Ha colaborado en Contralínea, Proceso, La Jornada, El Universal.
-
Iba
en noveno semestre cuando ocurrió el movimiento de 1999 en la UNAM. Yo
pertenecía al CGH (Consejo General de Huelga) y pues nos cobraron la factura.
No se nos permitió hacer el trámite de titulación-. David trae puesto una
playera amarilla y en el centro de ésta un dibujo: un joven con un paliacate en
el cuello, pantalones de mezclilla, una sudadera amarrada a la cintura y con su
mano izquierda sujetando una piedra que será lanzada hacia algo o alguien.
-
¿Por
qué estudiar Periodismo?
-
¿Por
qué estudiar Periodismo?.- repite la pregunta en forma pensativa-. En mi época
de ceceachero estaba ocurriendo el
levantamiento del Movimiento Zapatista, entonces al ver las fotografías en los periódicos,
pensaba en lo interesante de ir a retratar a la gente que lucha por la
justicia, luego mi vida de skate con
cámara en mano y mis escritos en revistas del Chopo, me di cuenta que lo mío
eran dos aspectos que van de la mano: periodismo y activismo. La huelga del 99
en la UNAM reafirmó mi idea: seguir en ámbitos
o movimientos sociales haciendo periodismo. Realmente no concienticé
mucho mi decisión de qué estudiar después del CCH, sólo quería estar inmerso en
los movimientos sociales como agente activo y como agente testimonial, es
decir, el periodismo y el fotoperiodismo ayudarían a difundir lo que no muchos
decían.
-
Después
del egreso de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, ¿qué siguió?
-
Nace
el proyecto del periodismo de investigación: Contralínea con Miguel Badillo Cruz, él me invita a participar,
realizando foto-reportajes, algunas notas y reportajes. Generalmente trato que
mis trabajos tanto escritos como icónicos sean con temas antropológicos,
políticos y sociales con cierta acentuación de denuncia, comunicar la molestia
de otros o el hecho de que no son escuchados y con mi pluma o cámara darles
voz.
-
¿Cómo
lograr un reportaje o fotoreportaje de denuncia?
-
Mi
primer reportaje se llamó “Anaversa”, como el nombre de la fábrica de plaguicidas e insecticidas en Córdoba,
Veracruz que explotó y después de años, que se creía ya estaba controlado el
fuego, los más de 500 gases tóxicos seguían en el aire matando a la población.
Fui con el doctor Jorge Arturo de León,
él me invitó a participar en la indagación.
Yo decidí escribir y fotografiar este
caso en el que después de años se creía que sólo había pasado la historia,
cuando era totalmente al revés, la historia se estaba construyendo: secuelas de
infecciones debido a la permanencia de gases tóxicos en el aire. Como
periodista debes darle un giro al hecho. De lo que se está hablando, siempre
hay algo que no se está tratando, ahí es cuando el periodista debe actuar,
impulsar su compromiso social.
-
¿Este
trabajo de denuncia es parte la metodología periodística?
-
Para
mí la metodología periodística es, primero, sensibilidad al tema. Siempre he
dicho, antes que ser periodistas, somos ciudadanos, pertenecemos a una sociedad,
con múltiples problemáticas, así que debemos quitarnos, digamos, ese disfraz de
“periodista” y sensibilizarte al tema y con la gente.
Cuando estés investigando, no llegar
como intruso al lugar de los hechos, involucrarte con ellos, sí, claro, a
través de la indagación previa del tema, pero, también ese respeto, esa
honestidad hacia la gente, hacia lo que está ocurriendo.
O al menos ese es mi plan de trabajo
previo al tema de mis fotoreportajes o reportajes. Ser periodista no me hace
ser el oráculo, me hace tener mayor responsabilidad social.
La
realidad michoacana: “Sueños de infancia”
“Por
la rabia y el dolor…resistencia no dejen de gritar” (Fragmento de la canción
Resistencia de Los De Abajo)
Durante
su estancia de estudiante de comunicólogo en la FCPyS, perteneció a un
colectivo activista, en el cual un grupo de amigos y él llevaron a cabo
distintos proyectos de índole social, entre ellos, la creación de una
biblioteca en una comunidad de escasos recursos económicos en Michoacán, con el
objetivo de alfabetizar a los niñ@s de ésta (comunidad).
David
llevaba su cámara para documentar el proyecto, pero durante su estancia se
percató del qué de la pobreza en Michoacán.
-
Los
niñ@s michoacanos gran parte de su tiempo lo dedicaban a la siembra de amapolas
y marihuana en sembradíos de narcotraficantes, trabajaban para ellos y luego
podrías ver a los niños con una pistola en la mano defiendo el territorio de
los narcos. Mientras alfabetizábamos y construíamos la biblioteca, me inmiscuí a
ese hecho que estaba frente a nuestros ojos y de una mayor problemática.
Publiqué mi fotoreportaje en Proceso llamado: “Sueños de infancia: el
narco infantil”, tenía que dar a conocer la historia de los niñ@s en las
comunidades de pobreza extrema; el trabajo con los narcotraficantes.- explica
David dando un sorbo a su taza con café americano. El humo del calor del café
se esparcía entre nuestra conversación-. Somos interlocutores y en cierto
punto, constructores de la realidad social, política, cultural, deportiva.
-
¿De
qué manera el periodista construye una realidad?
-
Como
periodista, cuando publicas un artículo, un reportaje o crónica estás dando a
conocer públicamente algo que interesará o por lo menos provocará algo positivo
o negativo. Como fotoperiodista, la imagen que acompañe tus textos o en un
fotoreportaje, además de comunicar un sentimiento, está edificando icónicamente
una realidad que a veces estamos dentro de ella, pero por el ritmo apresurado
de nuestras vidas, no nos percatamos de las problemáticas que constituyen
nuestra realidad.
-
Te
has dedicado al periodismo y fotoperiodismo, ¿qué similitud metodológica
encuentras entre ambas profesiones?
-
En
ambas se da un casamiento con el autor. Yo me he enamorado perdidamente de una
fotografía o de un escrito mío y eso le ocurre a la mayoría de los periodistas.
Te da una clase de amor Edipo con tu
trabajo y te es difícil descartarlos cuando tu editor o personas ajenas a él lo
modifican o lo rechazan.
Cuando tomo una serie de 500
fotografías durante un hecho, desde que la tomas, ya sabes cuál es la foto
indicada, la que está comunicando todo lo que está sucediendo en el hecho o por
el contrario, escoges la tonalidad y palabras de acuerdo a la temática de tu
texto. Sufres el amor a primera vista y la obsesión de poseerlos, sin embargo,
la moraleja siempre es la misma: “no te enamores ni te cases con tus textos y/o
fotografías”. Aprender que si escribimos o fotografiamos sí es por gusto a
nuestra profesión y también por un compromiso social, por lo mismo, debemos
pensar en el espectador, en el lector.
-
Y,
¿qué opinión tienes acerca del actual periodismo y fotoperiodismo mexicano?
-
Lamentablemente
se ha burocratizado, es decir, la cotidianeidad y el diarismo se han convertido en el
enfrascamiento del periodista en su oficina. Sin generalizar, pareciera que
sólo se quiere cubrir la agenda, cubrir
el evento, mandar la nota, la fotografía y trabajo cumplido. El periodista es
más allá de una oficina y esto lo puedo relacionar, con desgraciadamente esa
supervivencia económica en la que nos remite alejarnos del compromiso social,
fuera de la oficina está nuestra chamba, el quehacer a un cambio con
investigación y denuncia periodística.
Metodológicamente diría que el
periodismo es más práctico, ahí está nuestro trabajo, con previa teoría, pero
con mayor acentuación en la práctica.
-
Ahora
que hablas de cotidianeidad y diarismo, ¿qué perspectivas tienes del periodismo
que cubría los eventos de la lucha contra el narcotráfico, medios de
comunicación del norte de la República?, ¿el periodismo mexicano salió de la
cotidianeidad?
-
Es
muy importante lo que hacen los colegas del norte del país. Creo que más que
salirse de lo cotidiano, la lucha “contra” el narcotráfico siempre ha estado
presente en nuestro país, en los noventas lo viví en Michoacán con las
comunidades que laboraban en sembradíos de marihuana para algún
narcotraficante. Es sólo que el problema se salió de control. Antes el gobierno
negociaba con ellos, pero se salió de control los poderes, el narco ya superó a
nuestro gobierno, no existe control y los afectados son los civiles, entre
ellos hasta los propios periodistas.
“Este sistema no está funcionando”
“El viento viene y el viento se va por la carretera.
El hambre viene, el hombre se va por la frontera, por la carretera” (Fragmento
de la canción El Viento de Manu Chao
Barcelona. Foto por David Jaramillo |
La taza de café de David Jaramillo cada vez
se va vaciando. Sus historias consumen al café entre cada sorbo.
El fotoperiodista mexicano me cuenta su
experiencia de hace un año, cuando se dieron los movimientos Occupy Wall
Street, el 15M, la Huelga General en Europa.
“Yo decido irme de viaje, como periodo de
descanso, a Nueva York y me encuentro al
movimiento Occupy, así que interesado por movimientos sociales, decido seguir a
los chavos, tomar fotografías, platicar con ellos.
Justo después se da el 15M, huelga de mineros y la huelga general en Europa, así que regresó a México para vender mis muebles, comprar mis boletos e irme a ver qué estaba pasando en Europa”, platica David.
Nueva York. Occupy Wall Street. Foto por David Jaramillo |
-
A
pesar de que era una misma temática, las escenografías sociales eran muy
distintas. Yo me percaté que eran sociedades, en la que sus funcionarios
públicos, se han beneficiado de este sistema capitalista y el ver que existen
grupos dentro de estas sociedades que se están manifestando dentro de su propio
sistema, habla de que entonces este sistema está mal, no está funcionando.
David
cuenta que en Grecia es dónde noto mayor mayor acentuación la movilización
social en Europa, debido a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco
Mundial (BM) se apoderaron del poder ejecutivo del país, creando una pérdida de
identidad económica en el mismo. El
gobierno aprobó el sistema hipotecario que sólo aumentaba las cifras de
desempleo y crisis económica social, reflejada en toda Grecia.
“El
barrio anarquista “Exarchia” (Grecia) ocupa los negocios en abandono como
librerías o cafeterías y de lo recaudado liberar a sus presos políticos de
movilizaciones huelguistas en empresas. Me di cuenta que a México le falta
unirse como sociedad. Dejar del lado los divisionismos, incluso nosotros, como
periodistas, no ser sólo el agente generador de opinión pública, actuar con la
opinión pública, ser parte del hecho y a través de esto, comunicar, denunciar”,
comentó David moviendo sus manos continuamente, como quien trata de explicar lo
que está hablando, mientras sus muñecas y dedos no dejaban de movilizarse en el
aire.
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- -
Los
que estudiamos periodismo, ¿qué nos dirías?
-
Salgan
a la calle.- dice tomando el último sorbo de café-. No se enclaustren en un
escritorio y la pluma en la mesa, la vida del periodista es la calle.
Investiguen, claro, es parte del periodismo, pero inmiscúyanse con la gente, no
sean intrusos en su comunidad, quitarnos el disfraz de periodista para poder
sensibilizarnos ante muchas realidades y después colocarlos (el disfraz de
periodista) de nuevo para tratar con profesión el tema. Hagan con lo que hagan
que siempre sea con un bien social, no olvidarlo. Creamos y trabajemos por una
realidad social mejor.
Buen trabajo. Aunque no esté estudiante periodismo, me dejo algo positivo: ayudar a mi comunidad.
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