miércoles, 21 de mayo de 2014

Tiene 52 años de vida Tlatelolco, resaltó Armando Barreiro

  • Los primeros residentes empezaron a llegar en abril de1962, precisó

Por Ignacio Arellano Mora

Al centro de blanco Armando Barreiro Pérez

Son 52 años de vida, la de Tlatelolco, señaló Armando Barreiro Pérez, precisó, “no se cuentan como lo dicen algunas personas, esto es fácilmente comprobable, nada más para quienes afirman los 50, pues, den una vuelta a la primera sección y comprueben platicando con los vecinos que viven desde 1962, y  desengáñense”.

Quienes somos originarios de Tlatelolco, decimos: en este 2014 se van a cumplir 52 años, los primeros residentes llegamos a la Unidad Habitacional en 1962”, recordó Armando Barreiro, cuando llegó a la Unidad a la edad de 8 años.

 Barreiro, ex subdelegado Territorial en Tlatelolco-Santa María, continúo su relato: “a partir de abril a junio, de aquel año, llegamos a poblar los primeros edificios de la primera sección”. 

Más adelante, manifestó: “llegamos al edificio Pípila, prácticamente, había una sola entrada, la “A”, se habitó poco a poco, las demás entradas (B, C, D, E y F), estaban aún cercadas, no se podían entrar a los departamentos, eran inhabitables. Después, en las tres secciones de la Unidad empezaron a poblarse”.

El también diputado federal por el PRD, recordó cuando “los soldados resguardaban la primera sección. Había varios cuarteles, uno, estaba a un lado del edificio, donde ahora se llama la Plaza Allende, la cual, nosotros siempre la conocimos como “El Campo”, porque era un área verde; en una zona donde actualmente hay locales comerciales. La vigilancia del ejército sólo duro cinco años, después se sustituyó por la policía”.

LAS ZONAS COMERCIALES

Los primeros inmuebles en contar con una zona comercial, debido a la exigencia de los primeros vecinos, fueron los edificios de tipo “C”, como el ISSSTE 10, Allende y Miguel Hidalgo.

Barreiro Pérez rememoró: “en el caso del edificio del ISSSTE 10, ahí fueron los primeros espacios de locales comerciales. Recuerdo mucho el local ‘Karimani’, después fue una farmacia. Era una zona de influencia para los primeros jóvenes, al menos para una generación arriba de la mía, era un buen lugar de reunión, en dicha cafetería había una rockola, donde obviamente, prevalecía los temas de los Beatles.

El 21 de noviembre de 1964, resaltó, fue la fecha oficial de inauguración del Conjunto Urbano Adolfo López Mateos en Nonoalco-Tlatelolco, “por lo tanto, desde esa fecha se considera se cumple los 50 años”.

Pero, agregó, en realidad son 52 años, los que tiene Tlatelolco, por los primeros pobladores que ocuparon los edificios de la primera sección.

SE HAN DESPLOMADO

Por otro lado, el vecino tlatelolca ante el próximo aniversario, comentó: “nos da gusto, con éste pretexto o motivo, las autoridades hayan anunciado una inversión importante para mejoras en los servicios y en la infraestructura de Tlatelolco”.

Es una buena oportunidad para los vecinos para ubicar e identificar cuáles son, precisamente, los espacios donde debe procurarse la inversión”, acotó.
Señaló: "se están haciendo unas obras de mantenimiento y reforzamiento de los andadores, cosa muy importante, esto se inició en la Tercera Sección. Esperamos, en el transcurso del presente año, se realicen en la primera y segunda Sección”.

Apuntó, “porque, como ya lo hemos vivido hay riesgo permanente de todos los andadores, puede haber desplomes como ya las hubo en la Primera Sección. Existen algunos tramos, como sabemos los vecinos, pues, se han caído, con todo el riesgo que ello implica”.

Entonces, dijo, “esa labor de mantenimiento, estamos viendo en algunos andadores, en donde esperamos se hagan de manera adecuada con el propósito que nos duren otros 50 años”.

FORMAR UN FIDEICOMISO

Pero lo más importante, precisó Armando Barreiro, “se debe de procurar es el mantenimiento de los edificios. Algunos vecinos tenemos la idea, desde hace muchos años, de la posibilidad de formar un Fideicomiso en Tlatelolco, destinado exclusivamente para dar, no sólo mantenimiento, sino la supervisión y el peritaje constante para asegurarnos que los inmuebles no corran riesgo”.

Después de los sismos del 85, todos sabemos, cuando logramos la reconstrucción, prácticamente, todos fueron sometidos a rehabilitación o a obras mayores, y los reforzamientos, se hicieron en cimentaciones y en estructuras, aseguraron que los edificios tengan niveles de habitabilidad y de poco riesgo”, puntualizó.

Sin embargo, detalló esto porque se tiene que hacer permanentemente, “En cada temblor se modifica las condiciones de los edificios. En rigor, después de cada sismo se debe revisar y hacer una historia de cálculo del comportamiento de los edificios. Esto sería una parte de la inversión con la coadyuvancia o el respaldo de las diferentes autoridades delegacionales y de la Ciudad de México”.

¡Claro!, dijo, “la clave para que todo esto se pueda ir concretando, sigue siendo la participación de los vecinos. Mientras no participen y sigan ensimismados en sus problemas y no volteen a ver el entorno, en este caso de nuestra Unidad Habitacional, no vamos a lograr mucho. Se necesita hacer muchos esfuerzos para llamar la participación de la comunidad”.

Por ello, argumentó, “vamos a seguir haciendo nuestros esfuerzos como vecinos que somos de Tlatelolco, preocupados siempre por que la comunidad y su entorno se mejoren. Haciendo lo que nos corresponde”.

Por lo pronto, empezaremos a informar a nuestro vecinos sobre las anomalías de Gas Natural y energía eléctrica, porque se sigue produciendo y cometiendo en el Conjunto Habitacional Tlatelolco”, concluyó Armando Barreiro Pérez.

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