- Los primeros residentes empezaron a
llegar en abril de1962, precisó
Por Ignacio
Arellano Mora
Al centro de blanco Armando Barreiro Pérez |
Son 52 años de
vida, la de Tlatelolco, señaló Armando Barreiro Pérez, precisó, “no se cuentan como lo dicen algunas
personas, esto es fácilmente comprobable, nada más para quienes afirman los 50,
pues, den una vuelta a la primera sección y comprueben platicando con los
vecinos que viven desde 1962, y desengáñense”.
“Quienes somos originarios de Tlatelolco,
decimos: en este 2014 se van a cumplir 52 años, los primeros residentes llegamos
a la Unidad Habitacional en 1962”, recordó Armando Barreiro, cuando llegó a
la Unidad a la edad de 8 años.
Barreiro, ex subdelegado Territorial en
Tlatelolco-Santa María, continúo su relato: “a partir de abril a junio, de aquel año, llegamos a poblar los primeros
edificios de la primera sección”.
Más adelante,
manifestó: “llegamos al edificio Pípila,
prácticamente, había una sola entrada, la “A”, se habitó poco a poco, las demás
entradas (B, C, D, E y F), estaban aún cercadas, no se podían entrar a los
departamentos, eran inhabitables. Después, en las tres secciones de la Unidad
empezaron a poblarse”.
El también
diputado federal por el PRD, recordó cuando “los soldados resguardaban la primera sección. Había varios cuarteles,
uno, estaba a un lado del edificio, donde ahora se llama la Plaza Allende, la
cual, nosotros siempre la conocimos como “El Campo”, porque era un área verde;
en una zona donde actualmente hay locales comerciales. La vigilancia del ejército
sólo duro cinco años, después se sustituyó por la policía”.
LAS ZONAS
COMERCIALES
Los primeros
inmuebles en contar con una zona comercial, debido a la exigencia de los
primeros vecinos, fueron los edificios de tipo “C”, como el ISSSTE 10, Allende
y Miguel Hidalgo.
Barreiro Pérez rememoró:
“en el caso del edificio del ISSSTE 10,
ahí fueron los primeros espacios de locales comerciales. Recuerdo mucho el
local ‘Karimani’, después fue una farmacia. Era una zona de influencia para los
primeros jóvenes, al menos para una generación arriba de la mía, era un buen
lugar de reunión, en dicha cafetería había una rockola, donde obviamente,
prevalecía los temas de los Beatles.
El 21 de
noviembre de 1964, resaltó, fue la fecha oficial de inauguración del Conjunto
Urbano Adolfo López Mateos en Nonoalco-Tlatelolco, “por lo tanto, desde esa fecha se considera se cumple los 50 años”.
Pero, agregó, en
realidad son 52 años, los que tiene Tlatelolco, por los primeros pobladores que
ocuparon los edificios de la primera sección.
SE HAN DESPLOMADO
Por otro lado, el
vecino tlatelolca ante el próximo aniversario, comentó: “nos da gusto, con éste pretexto o motivo, las autoridades hayan
anunciado una inversión importante para mejoras en los servicios y en la
infraestructura de Tlatelolco”.
“Es una buena oportunidad para los vecinos para
ubicar e identificar cuáles son, precisamente, los espacios donde debe procurarse
la inversión”, acotó.
Señaló: "se están haciendo unas obras de mantenimiento
y reforzamiento de los andadores, cosa muy importante, esto se inició en la
Tercera Sección. Esperamos, en el transcurso del presente año, se realicen en
la primera y segunda Sección”.
Apuntó, “porque, como ya lo hemos vivido hay riesgo
permanente de todos los andadores, puede haber desplomes como ya las hubo en la
Primera Sección. Existen algunos tramos, como sabemos los vecinos, pues, se han
caído, con todo el riesgo que ello implica”.
Entonces, dijo, “esa labor de mantenimiento, estamos viendo en
algunos andadores, en donde esperamos se hagan de manera adecuada con el
propósito que nos duren otros 50 años”.
FORMAR UN
FIDEICOMISO
Pero lo más
importante, precisó Armando Barreiro, “se
debe de procurar es el mantenimiento de los edificios. Algunos vecinos tenemos
la idea, desde hace muchos años, de la posibilidad de formar un Fideicomiso en
Tlatelolco, destinado exclusivamente para dar, no sólo mantenimiento, sino la
supervisión y el peritaje constante para asegurarnos que los inmuebles no
corran riesgo”.
“Después de los sismos del 85, todos sabemos,
cuando logramos la reconstrucción, prácticamente, todos fueron sometidos a
rehabilitación o a obras mayores, y los reforzamientos, se hicieron en
cimentaciones y en estructuras, aseguraron que los edificios tengan niveles de
habitabilidad y de poco riesgo”, puntualizó.
Sin embargo,
detalló esto porque se tiene que hacer permanentemente, “En cada temblor se modifica las condiciones de los edificios. En rigor,
después de cada sismo se debe revisar y hacer una historia de cálculo del
comportamiento de los edificios. Esto sería una parte de la inversión con la
coadyuvancia o el respaldo de las diferentes autoridades delegacionales y de la
Ciudad de México”.
¡Claro!, dijo, “la clave para que todo esto se pueda ir
concretando, sigue siendo la participación de los vecinos. Mientras no
participen y sigan ensimismados en sus problemas y no volteen a ver el entorno,
en este caso de nuestra Unidad Habitacional, no vamos a lograr mucho. Se
necesita hacer muchos esfuerzos para llamar la participación de la comunidad”.
Por ello,
argumentó, “vamos a seguir haciendo
nuestros esfuerzos como vecinos que somos de Tlatelolco, preocupados siempre
por que la comunidad y su entorno se mejoren. Haciendo lo que nos corresponde”.
“Por lo pronto, empezaremos a informar a
nuestro vecinos sobre las anomalías de Gas Natural y energía eléctrica, porque
se sigue produciendo y cometiendo en el Conjunto Habitacional Tlatelolco”, concluyó
Armando Barreiro Pérez.
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