Se muestra una representación gráfica de las
negociaciones de la comunidad tlatelolca representada por CRT ante las
autoridades de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología, las cuales
apreciamos en las caricaturas elaboradas por el Arq. Ernesto Arévalo.
Gráfica superior: de Izq. A Der. José Luis Muñoz Soria, Lucrecia Mercado
Charles, ……………………….…
Gráfica inferior: de Izq. A
Der. …………………..……………. Armando Barreiro
Paralelo
al movimiento telúrico, la sociedad civil mostró su rostro oculto, dejando al
descubierto su solidaridad y participación tomando en sus manos, primero, las
labores de rescate y, luego el proceso mismo de la reconstrucción; evidenciando
la incapacidad del gobierno federal representado
por su regencia, frente a una sociedad organizada. Trayendo como consecuencia
tres años después, el nacimiento de la Asamblea de Representantes como primer
paso en el proceso democratizador de la capital, el cual ha continuado con la
elección democrática del Jefe de Gobierno de la Ciudad y, más adelante, con los
jefes de las demarcaciones políticas.
Antes
del 85, había una inquietud vecinal por las cuotas que se pagaban de
mantenimiento y por la defensa de los espacios. Recordemos que los terrenos de
Tlatelolco son de BANOBRAS y del
fideicomiso que se creó, por lo que en ese entonces no éramos dueños de los
departamentos, a los residentes se nos daba un certificado de participación
inmobiliaria por 99 años. Pagábamos una mensualidad y una cuota de
mantenimiento. Banobras debía brindar servicio a todos los edificios. En 1975
se logró que el entonces DDF se
hiciera cargo del mantenimiento externo. En ese entonces se pagaba un seguro de
daños que, en caso de algún siniestro, se señalaba que los departamentos debían
reconstruirse.
Lo
ocurrido en el edificio Nuevo León creo diversas reacciones, ya que si existían
serios daños en otros edificios, éste fue el único que se vino abajo. Hubo
gente que salió de sus casas temiendo volver a ellas, otras dejaron la puerta
abierta y no faltó quien tomara pertenencias del interior de los departamentos.
La
población Tlatelolca se redujo hasta en un 40 por ciento, varias personas
aceptaron una indemnización de hasta tres mil pesos de los de entonces por sus
departamentos. Y la que se quedó, participó –en su mayoría- en la defensa de
Tlatelolco.
En
el proceso de lucha y reconstrucción se conformó la Coordinadora Única de
Damnificados CUD y paralelamente en
Tlatelolco la Coordinadora de Residentes de Tlatelolco CRT, así como la Coordinadora de Cuartos de Azotea CCAT.
En
el mes de septiembre de 1985, el Gobierno Federal a través de la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Ecología SEDUE
instrumenta el programa de Emergencia Nonoalco Tlatelolco, interviniendo AISA.
La
movilización ciudadana de Tlatelolco logra la autorización de programas
emergentes en reparaciones mayores,
como son: vivienda, reubicación, desalojo y guarda de bienes en bodegas, con
las siguientes características.
Vivienda.-
creación de bolsa de vivienda, pago de seguros, certificados de damnificados y
ayuda de la Cruz Roja internacional
Reubicación.-
ayuda económica para renta y vivienda temporal dentro y fuera de Tlatelolco.
Desalojo
y Guarda de Bienes.- mudanza y guarda de muebles en bodegas temporales durante
la reconstrucción.
La
CRT forma la Comisión Técnica Asesora
de Tlatelolco CTAT y con ésta comisión
se establece una línea de trabajo con la SEDUE
para revisar todos los edificios, y en conjunto iniciar las evaluaciones
previas del estado de los edificios.
En
mayo de 1986, se crea el Programa de Reconstrucción Nonoalco Tlatelolco PRENT, el cual con los dictámenes
emitidos por el DDF se elaboraron
proyectos particulares de reparaciones menores, reconstrucción o demolición,
después la SEDUE celebra el Convenio de Reconstrucción Integral en el que se
incluye una supervisión que represente a la CTAT.
Con
la creación del PRENT se da inicio a la 1ª Etapa de la Reconstrucción y Reparaciones
Menores. Posteriormente en 1988 FONHAPO instruye a AISA para que se haga cargo
de los trabajos de rectificación de detalles de la 1ª Etapa de Reconstrucción,
la que finaliza en 1989.
Entre
1990 y 1993 se realiza la 2ª Etapa de la Reconstrucción de Reparaciones Menores
de la U. H. Adolfo López Mateos PRALM.
Concretando la Regimentación y Reforzamiento a 32 edificios, y de Reparaciones
Menores a 60, con la Demolición de 9. Al mismo tiempo desaparece AISA y en su
lugar se crea la Gerencia FONHAPO
Tlatelolco, para llevar el control administrativo de escrituración, cobros,
etc.
Se
trató de evitar la demolición de algunos inmuebles, sin embargo el nuevo Reglamento
de Construcción que se elaboró después de los sismos, decía que resultaba más
económico construirlos que repararlos, por eso se demolieron y a otros se les
redujeron niveles.
Otra
de las diferencias que se tuvo con las autoridades fue de que mientras FONHAPO
quiso vender nuevamente los departamentos reconstruidos, los vecinos exigieron
que se ofrecieran a los mismos residentes, a las familias que habían crecido y
buscaban alternativas, familias que se habían desdoblado y siempre habían
estado ahí.
Hasta
la próxima y resistamos civilizada y pacíficamente, para mejorar nuestro entorno.
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