viernes, 4 de octubre de 2019

El cambio climático ¿realidad o fantasía?

Alejandro Mario Fonseca
Trump cumplió su promesa y Estados Unidos se salió del Acuerdo de París para el Cambio Climático. ¿En qué consistía el compromiso ratificado por su antecesor, Barack Obama, en 2015 y cuáles son las consecuencias que tuvo tanto para el país como para el resto del mundo?

Se trató del primer pacto internacional para reducir la emisión de gases contaminantes de efecto invernadero a la atmósfera. Fue ratificado en París a finales de 2015 por casi 200 naciones, entre las que se encontraban Estados Unidos y China, los dos mayores contaminantes del mundo. 

Barack Obama en París.

Para los expertos el éxito del acuerdo radicaba en que no imponía una legislación a cada uno de los países que después debía ser ratificada por sus parlamentos o congresos. Las naciones firmantes simplemente debían anunciar qué porcentaje de emisiones se comprometían a reducir y en qué plazo.

Así, Estados Unidos pretendía una reducción de sus emisiones contaminantes de entre un 26% y 28% para 2025 con respecto a los niveles de 2005. Los expertos aseguran que al cancelar Trump las políticas energéticas de Obama, solo lo reducirá un 14%.

La opinión de Trump sobre el cambio climático ejemplifica su carácter fanfarrón. En 2012, aseguró que el calentamiento global era un concepto inventado por China para dañar a la industria norteamericana. Lo escribió en Twitter y desde entonces la frase lo desnuda: “El concepto de calentamiento global fue creado por y para los chinos para hacer no competitiva a la manufactura de EE UU”.


Un loco con un inmenso poder
Durante su campaña electoral, Trump repitió varias veces que el cambio climático era una mentira, un “engaño”, pero luego negó haberlo dicho. “Creo que hay un cambio en el tiempo. No soy un gran creyente en la contribución del hombre al cambio climático”, dijo en una entrevista en marzo de 2016.

Y el pobre ignorante más poderoso del mundo remató cantinfleando: “Había enfriamiento global en los 1920 y ahora tienen calentamiento global pese a que no saben si tienen calentamiento global. Lo llaman todo tipo de cosas”.

Ya presidente Trump aseguró tener una “mente abierta” sobre el asunto, pero puso a un ignorante al frente de la agencia medioambiental y ha diluido las regulaciones impuestas por el gobierno de Barack Obama.

Hay que recordar que en 2009, antes de la cumbre del clima de Copenhague, Trump fue uno de los 50 líderes empresariales que firmó un anuncio en una página entera en el diario The New York Times en que se instaba a Obama a defender “medidas significativas y efectivas para combatir el cambio climático”.

También le pedían adoptar “el cambio necesario para proteger a la humanidad y nuestro planeta”. Firmaba la carta Trump y sus tres hijos mayores, entre ellos su hija Ivanka, que ha sido una de las principales defensoras de permanecer en el Acuerdo de París.

Y después fue Trump al que le escribieron cartas líderes empresariales pidiéndole que no se saliera del pacto internacional. Los ignoró. ¿Qué más podíamos esperar de un palurdo ignorante ostentando el máximo poder político y económico del mundo?

Trump se burla de Greta Thunberg
 Ya loco, la semana pasada Trump, se burló de la  activista climática sueca Greta Thunberg en Twitter, a última hora de la noche del lunes, luego de que la joven de 16 años criticara severamente a los líderes mundiales por no hacer lo suficiente para enfrentar la crisis climática.

“Parece una niña muy feliz que espera un futuro brillante y maravilloso. ¡Qué lindo verla!”, escribió Trump en Twitter, respondiendo a un video del discurso de Thunberg en la cumbre de acción climática de las Naciones Unidas más temprano ese día.
La afición de Trump por los insultos en Twitter y las confrontaciones en línea con personas que él ve como adversarios políticos es bien conocida, aunque el tuit del lunes es una muestra sorprendente de que el presidente ahora estaba provocando a una niña.

Thunberg pareció tomar con calma el desaire de Trump y el martes por la mañana actualizó su biografía de Twitter así: “Una niña muy feliz que espera un futuro brillante y maravilloso”.

En el video compartido por Trump de su discurso, Thunberg está visiblemente frustrada y, a veces, parece contener las lágrimas de ira mientras se dirige a la Asamblea General de la ONU.

“La gente está sufriendo, la gente está muriendo, ecosistemas enteros se están derrumbando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva y de lo único que se puede hablar es de dinero y cuentos de hadas del crecimiento económico eterno”, dijo Thunberg.

No mencionó a Trump ni a ningún otro líder mundial en su discurso, pero su mensaje fue puntual. (Cfr. CNN en español).


Planeta inhóspito
El Acuerdo de París para el Cambio Climático (2016) fue el corolario, la consecuencia lógica de un fenómeno que los científicos más prestigiados del mundo vienen estudiando desde hace ya medio siglo.

Una sola tierra  de Barbara Ward y René Dubos, publicado en 1972 es el informe de  la primera Cumbre de la Tierra, la de Estocolmo auspiciada por la ONU; después vendrían Los límites del crecimiento del Club de Roma y las Cumbres de la Tierra de Río d Janeiro (1992) y Johannesburgo (2002). En todas,  la ONU ha convocó a los mejores científicos del mundo para dar cuenta de  la problemática ambiental mundial.

Si a alguien le sirve de consuelo, entre ellos destaca el mexicano Mario Molina, que​ ganó el Premio Nobel de química en 1995 por su papel en la dilucidación de la amenaza a la capa de ozono de la Tierra por parte de los gases de cloro, bromo, dióxido de carbono, etc.

Así mismo, sus investigaciones y publicaciones sobre el tema condujeron al Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas, al primer tratado internacional que ha enfrentado con efectividad un problema ambiental de escala global y de origen antropogénico. Ya se le reconoce como Un mexicano universal.

¿Cuándo aumentarán las temperaturas? Muy pronto. Hasta el 5% de la población mundial será víctima de inundaciones. Entre 1014 y 2019 el mar subió 5 mm al año. Paralelamente se han incrementado los huracanes, las inundaciones, incendios, sequías y hambrunas.

Como las ranas en una olla que se está calentando lentamente no queremos aceptar que nos acercamos al punto de ebullición. No lo ve el que no quiere verlo. (Cfr. El País).

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