Francisco
Martínez con El Doctor en la “Esquina del Conocimiento” en Flores Magón y Eje
Central
Siendo un
voyerista de libros, y al esperar el Trolebús que me llevaría al Centro, no
pude resistir la tentación que me provocaron las portadas que se exhibían
en aquel puesto de libros y que, he de confesar, me hacían desear que el
Trolebús se demorara más. Con solo leer los títulos y ver las portadas uno
puede echar a volar la imaginación y tener un primer diálogo con ellos.
Todos se ofrecen ante uno como diciéndome: "llévame, tómame, hojéame,
disfrútame." La competencia es grande pero siempre hay uno que resalta más
de acuerdo a los gustos y preferencias que cada uno tenemos.Por andar saciando
mi curiosidad perdí mi lugar en la fila y cuando por fin el Trole llegó no
pude subir. Había pasado mucho tiempo aunque a mi me pareció poquito ya que
estaba absorto en la contemplación de aquel festín de letras y papeles con
cubiertas de todos colores.
Así
conocí a mi amigo Francisco Martínez y su proyecto la Esquina del Conocimiento
que se me acercó para ofrecerme amablemente información sobre aquellos
libros que estaba contemplando. Con el tiempo fui descubriendo a este gran
hombre que te gana por su amabilidad y sonrisa franca y que tiene además una
gran cultura exenta de toda soberbia. Me invitó a las tertulias literarias
que "arma" los sábados y en donde se lee poesía,
literatura y hasta se canta. Gracias a él he conocido a gente muy interesante y
de mucha valía como el Capi, el Doctor, el Arqueólogo, el Músico, el
Historiador, la Cantante, el Vendedor de café, el Profe de cómputo,
los Artístas gráficos, etc.
Gracias a
Francisco también conocí la revista Vivir en Tlatelolco que me pareció una muy
original forma de involucrar a la comunidad para participar, informarse y formar
lazos entre los vecinos. Sin ser habitante de Tlatelolco me pude
identificar casi de inmediato con algunos de los problemas que trata. Me
interesó mucho el potencial de este esfuerzo ya que además de informar,
propone, denuncia e incluso educa y por esto trasciende los límites de
Tlatelolco. Quienes vivimos en otras colonias, unidades habitacionales o
barrios podemos aprender de este proyecto que de entrada nos ofrece un ejemplo
de trabajo en equipo y unión de personas con diversos talentos que aspiran a un
mejor entorno y convivencia.
Felicidades
a la Unidad Tlatelolco por sus 50 años, referencia histórica importantísima de
la ciudad de
México desde la época prehispánica, felicidades a la revista por el servicio
que brinda en favor de la cultura de la participación y de la denuncia
y que el espíritu que promueve se propague y modifique la indiferencia,
apatía y resignación que a veces nos gana al ver los retos y problemas que
una ciudad tan grande como la nuestra nos presenta.
Por
último deseo mandar un gran abrazo y deseo de pronta recuperación a nuestro
gran amigo Francisco Martínez quien al momento se encuentra delicado.
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