Por Mónica Vázquez Delgado
@MnicaVzquez2
Miércoles 12 de noviembre de 2014.
“Toma estas alas
rotas y aprende a volar
durante toda tu vida.
Sólo esperabas este momento
para alzar el vuelo.
Sólo esperabas este momento para ser libre”.
Blackbird.
The Beatles
La
“cocina” de UPIITA. Foto por Mónica Vázquez.
|
Por Mónica Vázquez Delgado
@MnicaVzquez2
Miércoles 12 de noviembre de 2014.
- ¿Eres
la que va escribir sobre el paro? – me preguntó un joven, quien abrió la rejas
de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías
Avanzadas (UPIITA).
Le
respondimos que sí, Janet, alumna de UPIITA e integrante de la comisión de
seguridad de la misma y yo. Algunos días antes, le mandé un mensaje
comentándole mi interés por quedarme una noche en su escuela para entrevistar y
entender al movimiento desde sus propias voces.
Nos
citamos el miércoles 29 de octubre a las 18 horas. Registré mi nombre, el día y
hora en que ingresaba a UPIITA. Las luces de los edificios iluminaban la noche
de un día más de paro, un día más de no desistir.
Mientras
caminábamos, Janet me contó que cada zona de la escuela tiene un nombre para
que por grupos de alumnos se turnen en la seguridad matutina, vespertina,
nocturna y de la madrugada.
En
el pasillo para llegar al salón A104, se encuentra la “cocina”: un tanque de
gas, una parrilla, una olla con arroz, una mesa con latas de atún, galletas,
vasos y platos. Entramos y unos 15 o quizá un poco más de estudiantes estaban
sentados. Las mesas arrimadas a las esquinas y las sillas ocupaban todo el espacio.
Escucharon a uno de sus compañeros que leía el guion para la grabación de un
video en contra de la violencia de Estado, ejemplificado en el caso de
Ayotzinapa.
Con
las luces apagadas, el proyector iluminando su pizarrón blanco, discutieron la
logística de su asamblea local y las propuestas de las demás escuelas
politécnicas respecto a lo que serían las próximas mesas de diálogos.
- Yo
creo que ya tenemos que dar soluciones a todo lo que está pasando. Con nuestra
indignación, organizarnos.- comentó uno de los estudiantes sentados.
Las 44escuelas
del Instituto Politécnico Nacional (IPN) llevan más de un mes en paro. En
noviembre 2010, Flor Goche, periodista de Contralíneapublicóel
reportaje “El ´desmantelamiento ´del IPN”, donde explicó los objetivos de las
propuestas del Proyecto de Reglamento General de Estudios (PRGE), impulsado
desde mayo por YoloxóchitlBustamente, ex directora de la institución educativa.
Una
de las modificaciones, se encontraba en el artículo tercero de su Ley Orgánica,el
cual, el alumnado era llamado “usuario de servicios educativos”.
La
periodista en su artículo cita Hugo Aboites, investigador del Departamento de
Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Xochimilco
(UAM): “En la legislación mexicana ya se utilizaba la palabra servicio, pero
con otro sentido; como servicio a la comunidad o servicio social. Sin
embargo el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) no solo le quita a la educación el carácter de
derecho, sino que la vuelve una mercancía, lo que tiene implicaciones muy
fuertes”.
Asimismo,
en el reportaje también se mencionó lamodificación al artículo cinco, el cual
establece que“La educación que imparte el IPN será gratuita”, aspecto que ahora
legalizaría la obligación de “donativos” por parte del estudiantado. La
comunidad docente politécnica, entrevistada por Goche, le comentó que se estaba
avecinando propuestas con deterioro académico, donde el reducir horas para la
enseñanza de matemáticas era un “golpe fundamental para poder hablar y entender
la ingeniería. Golpear la formación de los jóvenes para que en México no se
desarrolle ciencia y tecnología”.
Ese
miércoles, el alumnado de UPIITA, que desde el primer día de paro resguarda su
escuela y usa sus salones para debatir la organización, discutió sobre la
logística para la mesa de diálogo que se tenía previsto fuera en un auditorio
en Zacatenco.
Tres
salones únicamente están abiertos: A104, para asambleas; A105 para guardar los
víveres y A106 para los integrantes de la mesa de análisis, quienes leen e
interpretan los comunicados gubernamentales.
A105:
víveres por la educación. Foto por Mónica Vázquez.
|
A
las 19:48, el estudiantado empieza a resentir los más de 30 días de paro, las
desveladas y la lucha por una educación no mercantilizada. Entre bostezos, bebieron
el café o el té. Inició la otra parte dela orden del día de la asamblea: la designación
de horarios para el desayuno, la comida y la cena. La comisión de seguridad pidió
la reestructuración de horarios, porque después de 24 horas o más cuidando su
escuela, se deben mantener despiertos.
Votan
para decidir las propuestas de toda índole. Ordenadamente alzan sus manos para
opinar, hacen descansos intermedios y algunos minutos son dados para
organizarse por comisión y definir su postura respecto a las propuestas.
- Bueno,
de acuerdo a la votación, el horario queda: nueve de la mañana todos
desayunamos, a las tres de la tarde comemos y a las 10 de la noche se cena.
La
comisión de víveres es la encargada de llevar galletas o café a la de seguridad
en la madrugada. Se rotan las actividades, a veces les toca cocinar o lavar los
trastes.
- La
verdad es que la gente luego llega y nos trae pan, café o comida. Se siente el
cariño.- me comentó Janet en uno de los intermedios de la asamblea.
Se
habla de las siguientes brigadas y de la posible rotación de voceros para
asistir a la Asamblea General Politécnica (AGP).Su asamblea es interrumpida a
las 21:27 horas porque a Fernando García, vocero de UPIITA, le llegó a su correo
el comunicado de la Secretaria de Educación Pública (SEP), donde solicitan que
la sede para la mesa del diálogo sea en Biblioteca Vasconcelos.
Vía
llamadas celulares, mensajes de textos se comunican entre cada escuela. Fernando
recibió llamadas de sus demás compañeros voceros. Es probable que hagan
asamblea con otras escuelas, la más cercana a UPIITA es la Unidad Profesional
Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI).
- Éstos
lo que quieren es empezar a desmovilizarnos.- dijo un estudiante mientras se
levantó de su silla.
Las
22 horas: los estudiantes politécnicos se dividieron las tareas para hacer la
cena. Yo me quedéen el salón con Juan Carlos Reyes, integrante de la comisión de logística; Janet, de seguridad; Fernando,
vocero y Javier Zarco de comunicación UPIITA y comunicación social de la AGP.
Aquella noche, no les realicé entrevistas, fue un diálogo de estudiante a
estudiante, entre jóvenes que nos cuestionábamos de dónde vendría el cambio en
nuestro país.
La
plática empezó cuando les pregunté la descripción de sus comisiones.
- La
comunicación interna (UPIITA) consiste en bajar los documentos que se
encuentran en la página oficial de la AGP, para hacer juntas informativas o
subirla al Facebook de la escuela. La comunicación externa es construir redes
con los demás voceros. Existe el Comité de Comunicación
Social, que son mesas especializadas de la AGP.- dijo Javier, estudiante de
tercer semestre. Actualmente, el soporte técnico de la comunicación de AGP es
por parte de UPIITA, ya que se votó al ver la organización de la página local.
- Pues
en logística se trata de estructurar, organizar nuestro cuerpo operativo local
o llevar propuestas a la AGP.- comentó Juan Carlos, estudiante del último
semestre.
- Básicamente
en seguridad monitoreamos a la gente que entra y sale, cuidar los sellos de
seguridad. Hay grupo de personas por cada zona. Las nombramos de acuerdo a la
distribución geográfica: la de la puerta principal se llama “Zona Bravo”, la
que está cerca de la avenida es “Charlie”, y “Delta”, la parte con acueducto,
la barda con la escuela Justo Sierra y UPIBI. – describió Janet, estudiante de
séptimo semestre.
- MI
función es recopilar posturas, propuestas locales y llevarlas a la AGP.-
explicó Fernando, estudiante del último semestre, quien minuto a minuto es
solicitado por celular. Los voceros de las demás escuelas se comunican entre
ellos para saber cuál será su postura respectoal documento desmovilizador por
parte de autoridades de la SEP.
- Cuéntenme,
¿cómo se inmiscuye UPIITA en el paro y personalmente, qué los hizo ser
partícipes?-pregunté
- Se
dice que el IPN no había estado movilizándose desde 1968 y no es cierto. Hace
dos años estuvimos en paro, pero no con tanto impacto como esta vez. Sí, quizá
la participación en 1968 fue de mayor relevancia por los hechos que ocurrían. Y
bueno, UPIITA fue de las últimas escuelas en cerrar, dudábamos de discursos tan
trillados pero también nos pusimos a pensar que tantas escuelas en paro no
podían estar equivocadas. Además, aquí nos conocen como “los ñoños”, nadie
creía que UPIITA verdaderamente iba a unirse. – contó Juan Carlos.
En
octubre de 2012, La Jornada publicó
la nota “Deciden alumnos mantener paro en IPN ante recorte presupuestal”. En
ese entonces, la asamblea general se había posicionado con la continuación del
paro indefinido al que se habían sumado siete escuelas más en respuesta por la
no aplicación del recorte presupuestal de 156 millones de pesos. De igual
forma, demandaban la democratización del IPN, descrita por consejeros como “la
elección autónoma de directores de escuelas” así como la no represión en contra
de los participantes del movimiento.
Nuevamente,
en su pliego petitorio, exigían la derogación del reglamento de estudios, la no
imposición de un modelo educativo, la abrogación de cualquier cobro, artículo
cinco de su Ley Orgánica que desde 2010 se proponía legalizar las cuotas
“donativas”.
- Es
por eso que un viernes se acordó en asamblea que todos fuéramos a nuestra a
casa a leer el reglamento e informarnos de qué iba el movimiento. Posteriormente,
con una semana para darle lectura, se hizo la asamblea para ver qué íbamos
hacer.- dijo Fernando.
- De hecho,
en la asamblea de UPIITA se activó la alarma sísmica y se nos pidió que
desalojáramos la escuela, que por seguridad ya nos retiráramos a nuestras casas
porque estábamos en riesgo ante posibles actos porriles. Aspecto que no
creíamos.- opinó Juan Carlos.
- Manipulación
de los directivos paras seguir retrasando el paro en UPIITA.- mencionó Fernando
y su celular suena. Salió del salón a contestar. En la llamada, se acordó que
UPIITA fuera UPIBI, para ver cómo ven lo del comunicado en su escuela vecina.
- Finalmente
era para retrasar la decisión del cuerpo estudiantil. Ese día se terminó la
asamblea a las seis de la tarde y me empecé a involucrar como ayudante de la
organización de las votaciones a favor y en contra del paro. Luego, el
movimiento fue creciendo más y te das cuenta que sí, el problema era más grande
que lo del reglamento.- habló Juan Carlos.
- Además
eres parte de una escuela y los problemas de la institución no pueden ser ajenos
a ti. No hay tiempo para echarse hacia atrás, hay que seguirle
aguantando.-comentó Janet.
- Una
vez que se empezaron a designar las comisiones en UPIITA, yo quise estar en la de
análisis del reglamento interno, teníamos que hacer conciencia de lo que íbamos
hacer, pero antes debíamos estar informados para tomar cualquier postura.-
explicó Javier,
Antes
de continuar conversando, por la puerta entran compañeros con la cena politécnica
para ese miércoles: café y sándwiches.
Me
cuentan cómo Fernando se hizo vocero. Estudiante que se encontraba realizando
su proyecto final para su titulación en Biónica, que junto con Juan Carlos, hace
dos años participaron en asambleas y en el movimiento en contra del recorte
presupuestal.
- El
día de la mega marcha politécnica, Fernando cargaba los garrafones, yo cuidaba
el lazo de seguridad de nuestro contingente y de vez en cuando me paraba a
tomar algunas fotografías. Entonces, llega un chico todo alterado y me dice:
“hay unas tarimas y algunos ya están hablando a título de las escuelas. Manden
sus comitivas”. Conocía a mis compañeros que habíamos estado en el paro
anterior y sabía quiénes de UPIITA se habían estado informado. Le dije a
Fernando, a otros compañeros y a unas chicas de primer y tercer semestre.- contó Juan Carlos.
Los
politécnicos me expusieron que se están politizando y que los “pies” del
movimiento son por parte de los estudiantes de las vocacionales. Coinciden en
que cuando sus compañeros de 16 años entren a las escuelas superiores, ya
vendrán con conciencia política y social, porque a su joven edad les tocó
conocer la función de asambleas, paros y las verdaderas “reformas” del Estado.
Parte
de los puntos del pliego petitorio del IPN es que sus vocacionales no formen
parte del documento de la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS),
la encargada de homologar planes de estudio para el ingreso y certificaciones
de estudiantes a nivel bachillerato tanto para aspirantes a la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) como para el IPN.
En
2009, Alba Martínez, publicó su reportaje “UNAM e IPN en homologación del
bachillerato” enContralínea, donde la
subsecretaría de la Educación Media Superior (EMS) fundamentó en 2008 la
creación actual del Sistema Nacional de Bachillerato (SNB), proyecto que
integra vocacionales, preparatorias y los Colegios de Ciencias y Humanidades
(CCH) de ambas instituciones educativas.
En
el reportaje, se cita al investigador Hugo Aboites: “Cuando se crea un sistema,
con un programa de estudios, un sistema de evaluación y de certificación
privada, únicos, pues evidentemente no se puede hablar de una educación en el
marco de la diversidad si se acaba la creatividad y las muestras de cada
región. La educación debe ser diversa para cada país”.
Alba
Martínez expone, de acuerdo a su entrevista con Aboites, que la reforma del acuerdo 444, el marco
curricular estableció competencias, habilidades, disciplinas y profesiones a
través de prácticas que segmentan la educación por niveles socioeconómicos.
- ¿Cómo
toman el resto de sus compañeros que no se queda en la escuela, las decisiones
votadas en sus asambleas locales?- les pregunté.
- Se
hacen juntas informativas para los que no pueden estar de tiempo completo. Algunos
vienen y otros no.- explicó Juan Carlos.
- Comunidad
representativa.- sonrió Janet.- Ya es responsabilidad de cada quien en
interesarse por la información.
La
comunidad docente de UPIITA llega a venir a la escuela para hacer algunas de
sus asambleas. Para Fernando y sus compañeros, la visión de ellos les mostró
que la problemática del reglamento les afectaba, sí en cuanto a la estructura
educativa y el recorte de horas, para sus profesores.
- Y
bueno, cabe aclarar que el reglamento es un síntoma de muchos en el IPN y a
nivel nacional respecto a la educación. Cuando se funda el IPN, se hace porque
Cárdenas necesitaba ingenieros petroquímicos, así el contexto del nacimiento de
nuestra institución. Ahora que ya hay un exceso de producción de ingenieros y
con las privatizaciones, se prefiere producción internacional y bajar los sueldos
de los egresados de nivel superior para ser maquinarias competitivas en Estados
Unidos.- opinó Fernando.
- ¿El
IPN luchará por su autonomía?- les cuestioné.
- Hay
varios niveles de autonomía. Es un proceso largo, por eso decidimos hacer el
Congreso Nacional Politécnico para empezar a incidir en la lucha por nuestra
autonomía, este congreso analizará las modificaciones del reglamento que
incluya la elección, gestión de directivos y planes de estudios.- explicó Juan
Carlos.
Por
las noches, los politécnicos cenan, discuten en sus asambleas y tocan la
guitarra. Fuera del salón, la música de fondo es Blackbirdde The Beatles. Las sonatas ayudan a no conciliar el
sueño, ahora que deben decidir qué postura tomar ante la sede que proponen
autoridades representantes de la SEP.
En
el salón A104, seguimos conversando respecto al IPN y la actualidad
socio-política de nuestro país. Comentamos que el paro y las movilizaciones son
herramientas de luchas, pero habría que pensar cómo incidir en la transformación del entorno
actual.
- El
paro mediáticamente sirve para el
impacto y la organización, pero hay que seguir trascendiendo, organización
activa con la comunidad estudiantil y la gente.- comentó Fernando.
- Hay
que seguir siendo partícipes, focalizarnos en varias luchas por asambleas. Comprometernos
con las logísticas y seguir analizando las coyunturas.- dijo Juan Carlos.
Antes
de que continuáramos, uno de los compañeros entró y dijo:
- Fercho,
otra vez esos cabrones y esos coches.
Salimos
del salón. Janet y Fernando me contaron que desde hace unas semanas en ese
horario ronda una camioneta con las siglas de Petróleos Mexicanos (Pemex) sin
placas y automóviles que la comisión de seguridad ya había identificado su constancia rotación por las escuelas.
Los
integrantes de la comisión de seguridad de las diferentes zonas se juntaron al
igual que el resto de los compañeros que esa noche se quedaron. Con lámparas y
radio en mano nos alineamos y esperamos a ver si pasaba de nuevo. Caminamos
durante un rato y un estudiante avisó que sus compañeros de la Escuela Superior
de Ingeniería Mecánica y Eléctrica-Ticomán (ESIME) venían caminando
hacia UPIITA para discutir sobre cómo
sería la logística si la mesa de diálogo se llevaría a cabo en Zacatenco.
El
frío en UPIITA quema mientras la madrugada se avecina así como los huélums de los
de ESIME a la una cuarenta y ocho de la madrugada. Todos cubiertos por cobijas
gritaron paso a paso: “¡Huélum, Huélum, Gloria, a la cachi cachi porra, a la
cachi cachi porra, pimpom porra, pimpom porra, Politécnico, Politécnico…gloria!”
“Zona
Bravo” abrió las rejas, se registraron y caminaron hacia el salón A104. Juan
Carlos recibió una llamada, él junto con Fernando y César, otro de los voceros
de UPIITA que llegó en la madrugada, fueron a UPIBI, para ver lo de la mesa de
diálogo.
- ¿Quieres
conocer “el agujero del gusano”?- me preguntó Juan Carlos.
“Zona
Delta” nos abrió la reja que conecta con UPIBI. Dos escaleras colocadas entre
las rejas conecta ambas escuelas. Subes, te sostienescon las rejas para poder
bajar hacia la otra escalera: “el agujero blanco” es el “puente” entre ambas
escuelas. Caminamos y nos sentamos en las sillas de la cafetería donde estaba
una asamblea de UPIBI.
- To
tocó una noche movida.- me dijo Fernando
Las
dos de la mañana, el café es protagonista de esta asamblea. Se discute qué
posicionamiento se tomará por escuela y cómo interpreta UPIITA el comunicado de la SEP. Algunos
compañeros comentaron que no debían bajar la guardia, que logística y seguridad
corriera por parte de los politécnicos, que la sede no debería ser un punto de
discusión, si desde antes ya se había planteado por la AGP que fuera en un
auditorio de Zacatenco.
A
las cuatro de la mañana, UPIITA se retiró, algunos de UPIBI se durmieron en sus
sillas, otros prefirieron continuar bebiendo café, porque deben despertar,
porque el IPN no duerme, porque vela su educación.
Las
cuatro y media. Los compañeros de ESIME se quedaron en el salón A104. Comisión
de seguridad resguarda las zonas de su escuela. Entre cobijas, mochilas y nuestras
chamarras nos dormimos en el salón A105, donde se tienen todos sus víveres y su
pizarrón tiene escrito cientos de frases. En la parte superior de éste se lee: “Es
que ya estamos tomando las instalaciones, no les estamos preguntando. Ah, sí y
se puede quedar si quiere”. Ya casi cinco de la mañana y por momentos se duerme
en UPIITA. No se descansa porque la lucha politécnica es una lucha que incluye
la problemática educativa nacional.
El
pizarrón del paro. Foto por Mónica Vázquez.
|
En
los posteriores días se han dado mesas de diálogo, que sí fueron en sede Zacatenco,
donde se exige resolutivos y la conformación del Congreso Nacional Politécnico,
a través de éste se definirán las normatividades el IPN y el acercamiento a la
lucha por la autonomía de una institución educativa.
Álvaro
Flores escribió “IPN: entre lo esencial y lo secundario”, artículo para La Jornada que refiere: “El tema de la
autonomía del IPN debería ser el tema central a discutir y yo veo que existen
grandes posibilidades de que pudiera conseguirse. Es ahora o nunca. Yo sé que
para algunos intelectuales la autonomía de las instituciones de educación
superior es una especie de mito, parte del atraso que vive nuestro país. Yo no
estoy de acuerdo, pues creo que son las comunidades académicas las más
capacitadas para definir el rumbo de sus instituciones ante el predominio del
conservadurismo y las posturas anticientíficas que abundan hoy en el mundo”.
Desde
hace más de cuarenta días en UPIITA y en las otras 44escuelas, las madrugadas
existen porque los creían dormidos y los politécnicos les contestaron: “Somos
burros, pero no tontos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario