Por Félix Carbajal Juárez
Donald Trump hizo efectiva la amenaza
de construir el muro divisorio con México, obligando a Peña Nieto a salir del
marasmo y tibieza que ha caracterizado su mandato, haciéndonos recordar la
época en que Ernesto Zedillo se ganó el
mote del “licuado de a peso”; porque los licuados que llevaban huevos…eran más
caros.
En fin… se inicia la era Trump y sus horas de
gloria en lo personal; pero también con los beneficios y deficiencias tanto
para la economía y bienestar de los estadounidenses como para México y los
mexicanos. Ni todo es bueno ni todo es malo: Analicemos: Se comenta que
bloqueará la entrada de los aguacates mexicanos a USA, grave error, si lo hace;
sería la primera palada en el entierro de su fama y gloria. Los gringos, dicho
coloquial y no peyorativamente, tienen una conducta definida por dos factores:
Intereses y costumbres.
De concretarse la edificación del muro, algunas empresas mexicanas, dedicadas a la industria de la construcción, incrementarán sus ventas |
Las empresas gringas de las cuales
millones de gringos son pequeños accionistas dejarán de ganar varios millones
de dólares por las ventas que no harán de los cientos de Toneladas de aguacate
que dejarán de consumir en el Superbowl del próximo 5 de febrero. Los gringos
en lo individual dejarán de disfrutar los totopos con el guacamole o aguacates
ese mismo día. ¡No se lo perdonarán a Donald Trump! Y ellos, no son olvidadizos
como los mexicanos que después de un rato… nos vale… no, ellos si lo cobran.
Por otro lado; volviendo a México y
los mexicanos, las exportaciones a USA, se encarecerán y la pagarán los
gringos. Nos vale... primer tache a Donald; pero algunas se reducirán… tache a
nuestra economía, a buscar nuevos mercados… ni modo.
Un segundo tache aparente para
México; porque al perder el mercado gringo, la inversión extranjera disminuirá
o se perderá y menciono que es un tache aparente, porque la inversión
extranjera panacea multipublicitada por los políticos; es un beneficio en
el corto plazo y es la gran plaga que sume y mantiene en la pobreza a la inmensa mayoría de la población en el
largo plazo; porque se convierte en una barrera insuperable para el desarrollo
del comercio y la industria nacional.
Quién no lo crea, lo invito a echarle un vistazo a nuestra flamante
industria automotriz, foco de atención en este momento de la era Donald Trump.
Presumimos de ser algo así como la tercera
industria automotriz de fabricación
mundial; pero la parte mexicana de integración por vehículo no llega al 50% debido a la mala
legislación que tenemos y que nos convierte
simplemente en uno de los mayores maquiladores de automotores en el mundo… que es algo
diferente y a cambio de esto, algunos gobernadores han dado hasta las na…rices
para que este tipo de empresas extranjeras se establezcan en sus respectivos Estados.
De concretarse la edificación del
muro, algunas empresas mexicanas, dedicadas a la industria de la construcción,
incrementarán sus ventas si tiene liquidez la compra de acciones es una buena
inversión. En el mediano plazo cuando la construcción se realice en climas nada
benéficos los “brick layers” gringos dejarán de trabajar y el flujo de
indocumentados centroamericanos (a los mexicanos se les vetará) para suplirlos
se incrementará ¿el gobierno mexicano se estará preparando para controlarlos?
En la era Trump, ni todo es bueno ni
todo es malo para nuestra economía, cuestión de resolver los problemas y
aprovechar las oportunidades que se presenten adecuadamente…hasta la próxima.
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