jueves, 21 de noviembre de 2013

El canto del 68: Los Nakos

Por Mónica Vázquez Delgado 

"Los Nakos". Integrantes actuales Mailo, Mayra Sebrero y Jorge Silva. Fotografía Los Nakos Facebook


Viernes 11 de octubre de 2013.
Ismael “Mailo” Colmenares estudió Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en 1968.  Actualmente es Jefe de Difusión Cultural de los Colegios de Ciencias y Humanidades.

Su participación en el movimiento estudiantil  fue junto con el nacimiento de las brigadas y específicamente las culturales.Él sabiendo tocar la guitarra, se reunía con José Martínez (estudiante de Economía), José Ramón Castillo (estudiante de Filosofía) y Armando Vélez (estudiante de Ciencias) para componer canciones en las que las letras tuvieran el discurso social y político de lo que acontecía en esa década.


Impulsaron el proyecto de las brigadas musicales: subir al camión y tocar sus canciones a manera de parodia. Una manera más dinámica de interactuar con la sociedad. Formaron el grupo “Los Nakos”, primer grupo musical estudiantil nacido de la coyuntura y de parodiar la política a manera acústica. La música como herramienta de la expresión.  El “discurso cantado”.

Su composición de mayor popularidad y que fungió como himno y consigna del movimiento fue “Balada al granadero”.

Mailo se reúne todos los viernes en “Las Islas” de Ciudad Universitaria con sus cuates a tocar  la guitarra y cantar And I LoveHer. Sus padres no están en la ciudad y aprovecha para quedarse en la universidad a dormir,  ir a las asambleas por las noches y por las mañanas  brigadear con los amigos a camiones, colonias y mercados. A cantarle a la gente que  ´Tres estudiantes están en la cárcel, muchos trancazos les dio Díaz Ordaz´.

¿Qué eran las brigadas musicales en 1968?
Salíamos desde temprano de la FCPyS para tomar los camiones que iban a Revolución e Insurgentes, durante el transcurso, cantábamos y a veces improvisábamos las canciones y las actuábamos. La primera vez que nos subimos a cantar, la gente se rio y eso nos dio confianza.

Las brigadas musicales fueron la manera lúdica de interactuar con la gente. El discurso político parodiado.En las brigadas cambia la vestimenta de la mujer y del hombre. Tenías que correr para volantear, entregar folletos, subir a los camiones y esconderte de la policía, no podías usar zapatos o en el caso de las compañeras, la falda. Fueron los primeros momentos de usar tennisy pantalones para las mujeres. Con las brigadas aprendiste a ver la realidad, a oír a la gente y al granadero.

Antes de  ustedes, ¿existían otros grupos musicales que interpretaban canción de protesta?
La canción de protesta es un discurso de coyuntura y hubo muchos grupos musicales o solistas que componían de acuerdo al contexto socio-político del país, como por ejemplo Amparo Ochoa, profesora de comunidades rurales en Sinaloa, Judith Reyes o León Chávez, pero “Los Nakos” fuimos el primer trío de estudiantes que cantaban temas sociales emergentes del movimiento.

Y digo emergentes porque el mismo movimiento impulsó al nacimiento grupo. Anteriormente oías a The Beatles, Bob Dylan. El rock estaba fungiendo como una expresión del joven hacia su familia, al oír nuevos géneros musicales le estábamos comunicando a nuestros padres: “Déjame vivir”. El cabello largo  era como decir “Yo no quiero ser como tú. Yo no quiero usar corbata como tú”.
La familia representante del Estado: papá daba las órdenes, mamá la interlocutora y el hijo o hija  obedece.

¿Y de México, ¿qué grupos o cantantes escuchaban?
Recuerdo a los Tepetatles, una imitación de los Beatles  a la mexicana en 1965. Integrado por Alfonso Arau, que hoy es cineasta; Alfredo Padilla, periodista cultural; Carlos Monsiváis, quien escribía la letra de las canciones; Vicente Rojo y José Luis Cuevas que se encargaban del diseño de imagen del grupo: portadas de discos, carteles, videos.
Ellos también fueron el ejemplo de que en nuestro país la música idiosincrásica y la identidad pos-revolucionaria se estaba fragmentando.

¿De qué tema generalmente cantaban en sus brigadas?
De la figura del patrón, el PRI, los granaderos. Por ejemplo, Taibo se subía a los camiones con nosotros y se echaba el discurso de lo que era el movimiento estudiantil: por qué los estudiantes nos habíamos organizados e invitaba a la gente a participar en las manifestaciones o concentraciones; después nosotros cantábamos y actuábamos las figuras del gobierno y de la policía.

Una vez un señor nos interrumpió porque quería recitar un poema y ahí nos dimos cuenta que el movimiento estaba alcanzando magnitud en cuanto a concientización.

Ahora que habla de concientización, ¿cuál cree que era el vínculo de identidad que nació de las brigadas con el movimiento y con la sociedad?
Pienso que “Los Nakos” éramos el discurso cantado del movimiento. Los jóvenes se identificaban con nosotros porque decíamos lo que los estudiantes les inconformaba del país. Por otra parte, con la sociedad la identidad era, en una frase: “Esto es lo que a mí me gustaría decir”. La gente veía en “Los Nakos” lo que siempre quiso decir o se estaba ya preguntando. En estas brigadas se dieron las primeras mentadas de madre al gobierno.
La estructura musical nos permitió versificar mejor el discurso de todos.

 “Cuando tú te encuentressólo, piensa en lo que aquí paso,  2 de octubre, la matanza que el gobierno provocó”:“Los Nakos”.

¿Estuvo el 2 de octubre?
No. Cuando iba llegando, un amigo me vio y me dijo: “Algo va pasar, mejor vámonos. La cosas están muy mal”, vi su expresión y le seguí. ¿Qué si me arrepentí de no haber estado?, una parte sí, porque perdí amigos, ya nunca los volví a ver, pero si estoy aquí es para seguir diciendo que el 68 no ha muerto y “Los Nakos” siguen compartiendo el testimonio de los caídos, sobrevivientes para hacer pensar y reflexionar a las futuras generaciones.

Desde la visión cultural, musical, de las brigadas ¿qué le dejo el 68?
Como músico, la experimentación, conocer los nuevos géneros y oír la inconformidad. Como estudiante, desarrollé la sensibilidad por el otro. La explotación de la vida cotidiana es un asunto colectivo.

De manera general, ¿qué es el 68 en la visión cultural, musical?
“Los Nakos”. El contacto con la gente y hacer que se divorciarán de los controles, por ejemplo los movimientos feministas posteriores, la pluralidad de identidades, dejar el zapato por el tennissignificó: “Papás yo soy yo, no ustedes son yo”. En la década de los sesenta todo fue efímero, los cambios eran constantes. Apenas sucedía algo, aparecía un nuevo grupo cuando detrás ya había otras canciones. Escuchabas mucho y nada. El movimiento sirvió a los jóvenes para conocerse a sí mismos desde el espacio político de nuestro país.

El Movimiento Estudiantil una canción de protesta…
Musicalmente el movimiento fueron sonatas: las pisadas de los zapatos en las manifestaciones, las consignas, el grito despierto de una generación y el silencio ante el no ceder (Marcha del Silencio. 13 de septiembre de 1968). Cantamos a la familia, al gobierno, a la sociedad que no estábamos de acuerdo con ser todos iguales.
Parodiamos la política porque incitábamos a la risa reflexiva. Me rio del presidente, del granadero porque acepto que son unos simios.

¿Escribió una novela referente al movimiento y las brigadas culturales: la música y el teatro?
Sí, se llama Palabras cerca del calor, color y olor o 1969 menos 1”. Y hablo de cómo el teatro (parodia actuada) y la música de protesta (parodia del discurso político cantado)  fueron primordiales para entender la parte artística del 68.

¿Cómo ve actualmente la situación socio-política de México?

No se está escuchando a los jóvenes y ellos si están escuchando al gobierno para cuestionarlos y eso les asusta. 

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