Por Mónica Vázquez Delgado
"Los Nakos". Integrantes actuales Mailo, Mayra Sebrero y Jorge Silva. Fotografía Los Nakos Facebook |
Viernes 11 de octubre de 2013.
Ismael “Mailo” Colmenares estudió Sociología
en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en 1968. Actualmente es Jefe de Difusión Cultural de
los Colegios de Ciencias y Humanidades.
Su participación en el movimiento
estudiantil fue junto con el nacimiento
de las brigadas y específicamente las culturales.Él sabiendo tocar la guitarra,
se reunía con José Martínez (estudiante de Economía), José Ramón Castillo
(estudiante de Filosofía) y Armando Vélez (estudiante de Ciencias) para
componer canciones en las que las letras tuvieran el discurso social y político
de lo que acontecía en esa década.
Impulsaron el proyecto de las brigadas
musicales: subir al camión y tocar sus canciones a manera de parodia. Una
manera más dinámica de interactuar con la sociedad. Formaron el grupo “Los
Nakos”, primer grupo musical estudiantil nacido de la coyuntura y de parodiar la
política a manera acústica. La música como herramienta de la expresión. El “discurso cantado”.
Su composición de mayor popularidad y
que fungió como himno y consigna del movimiento fue “Balada al granadero”.
Mailo
se reúne todos los viernes en “Las Islas” de Ciudad Universitaria con sus
cuates a tocar la guitarra y cantar And
I LoveHer. Sus padres no están en la ciudad y aprovecha para quedarse en la
universidad a dormir, ir a las asambleas
por las noches y por las mañanas
brigadear con los amigos a camiones, colonias y mercados. A cantarle a
la gente que ´Tres estudiantes están en
la cárcel, muchos trancazos les dio Díaz Ordaz´.
¿Qué
eran las brigadas musicales en 1968?
Salíamos desde temprano de la FCPyS
para tomar los camiones que iban a Revolución e Insurgentes, durante el
transcurso, cantábamos y a veces improvisábamos las canciones y las actuábamos.
La primera vez que nos subimos a cantar, la gente se rio y eso nos dio
confianza.
Las brigadas musicales fueron la
manera lúdica de interactuar con la gente. El discurso político parodiado.En
las brigadas cambia la vestimenta de la mujer y del hombre. Tenías que correr para
volantear, entregar folletos, subir a los camiones y esconderte de la policía, no
podías usar zapatos o en el caso de las compañeras, la falda. Fueron los
primeros momentos de usar tennisy
pantalones para las mujeres. Con las brigadas aprendiste a ver la realidad, a
oír a la gente y al granadero.
Antes
de ustedes, ¿existían otros grupos
musicales que interpretaban canción de protesta?
La canción de protesta es un discurso
de coyuntura y hubo muchos grupos musicales o solistas que componían de acuerdo
al contexto socio-político del país, como por ejemplo Amparo Ochoa, profesora
de comunidades rurales en Sinaloa, Judith Reyes o León Chávez, pero “Los Nakos”
fuimos el primer trío de estudiantes que cantaban temas sociales emergentes del
movimiento.
Y digo emergentes porque el mismo
movimiento impulsó al nacimiento grupo. Anteriormente oías a The Beatles, Bob Dylan. El rock estaba
fungiendo como una expresión del joven hacia su familia, al oír nuevos géneros
musicales le estábamos comunicando a nuestros padres: “Déjame vivir”. El cabello
largo era como decir “Yo no quiero ser
como tú. Yo no quiero usar corbata como tú”.
La familia representante del Estado:
papá daba las órdenes, mamá la interlocutora y el hijo o hija obedece.
¿Y
de México, ¿qué grupos o cantantes escuchaban?
Recuerdo a los Tepetatles, una imitación de los Beatles a la mexicana en
1965. Integrado por Alfonso Arau, que hoy es cineasta; Alfredo Padilla,
periodista cultural; Carlos Monsiváis, quien escribía la letra de las
canciones; Vicente Rojo y José Luis Cuevas que se encargaban del diseño de
imagen del grupo: portadas de discos, carteles, videos.
Ellos también fueron el ejemplo de que
en nuestro país la música idiosincrásica y la identidad pos-revolucionaria se
estaba fragmentando.
¿De
qué tema generalmente cantaban en sus brigadas?
De la figura del patrón, el PRI, los
granaderos. Por ejemplo, Taibo se subía a los camiones con nosotros y se echaba
el discurso de lo que era el movimiento estudiantil: por qué los estudiantes
nos habíamos organizados e invitaba a la gente a participar en las manifestaciones
o concentraciones; después nosotros cantábamos y actuábamos las figuras del
gobierno y de la policía.
Una vez un señor nos interrumpió
porque quería recitar un poema y ahí nos dimos cuenta que el movimiento estaba
alcanzando magnitud en cuanto a concientización.
Ahora
que habla de concientización, ¿cuál cree que era el vínculo de identidad que
nació de las brigadas con el movimiento y con la sociedad?
Pienso que “Los Nakos” éramos el
discurso cantado del movimiento. Los jóvenes se identificaban con nosotros porque
decíamos lo que los estudiantes les inconformaba del país. Por otra parte, con
la sociedad la identidad era, en una frase: “Esto es lo que a mí me gustaría
decir”. La gente veía en “Los Nakos” lo que siempre quiso decir o se estaba ya
preguntando. En estas brigadas se dieron las primeras mentadas de madre al
gobierno.
La estructura musical nos permitió
versificar mejor el discurso de todos.
“Cuando tú te encuentressólo, piensa en lo que
aquí paso, 2 de octubre, la matanza que
el gobierno provocó”:“Los
Nakos”.
¿Estuvo
el 2 de octubre?
No. Cuando iba llegando, un amigo me
vio y me dijo: “Algo va pasar, mejor vámonos. La cosas están muy mal”, vi su
expresión y le seguí. ¿Qué si me arrepentí de no haber estado?, una parte sí,
porque perdí amigos, ya nunca los volví a ver, pero si estoy aquí es para
seguir diciendo que el 68 no ha muerto y “Los Nakos” siguen compartiendo el
testimonio de los caídos, sobrevivientes para hacer pensar y reflexionar a las
futuras generaciones.
Desde
la visión cultural, musical, de las brigadas ¿qué le dejo el 68?
Como músico, la experimentación,
conocer los nuevos géneros y oír la inconformidad. Como estudiante, desarrollé
la sensibilidad por el otro. La explotación de la vida cotidiana es un asunto
colectivo.
De
manera general, ¿qué es el 68 en la visión cultural, musical?
“Los Nakos”. El contacto con la gente
y hacer que se divorciarán de los controles, por ejemplo los movimientos
feministas posteriores, la pluralidad de identidades, dejar el zapato por el tennissignificó: “Papás yo soy yo, no
ustedes son yo”. En la década de los sesenta todo fue efímero, los cambios eran
constantes. Apenas sucedía algo, aparecía un nuevo grupo cuando detrás ya había
otras canciones. Escuchabas mucho y nada. El movimiento sirvió a los jóvenes
para conocerse a sí mismos desde el espacio político de nuestro país.
El
Movimiento Estudiantil una canción de protesta…
Musicalmente el movimiento fueron
sonatas: las pisadas de los zapatos en las manifestaciones, las consignas, el
grito despierto de una generación y el silencio ante el no ceder (Marcha del
Silencio. 13 de septiembre de 1968). Cantamos a la familia, al gobierno, a la sociedad
que no estábamos de acuerdo con ser todos iguales.
Parodiamos la política porque
incitábamos a la risa reflexiva. Me rio del presidente, del granadero porque
acepto que son unos simios.
¿Escribió
una novela referente al movimiento y las brigadas culturales: la música y el
teatro?
Sí, se llama Palabras cerca del calor, color y olor o 1969 menos 1”. Y hablo de
cómo el teatro (parodia actuada) y la música de protesta (parodia del discurso
político cantado) fueron primordiales
para entender la parte artística del 68.
¿Cómo
ve actualmente la situación socio-política de México?
No se está escuchando a los jóvenes y
ellos si están escuchando al gobierno para cuestionarlos y eso les asusta.
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