Miguel Ángel Márez Tapia*
Susana Schendel vivió en el edificio Chihuahua Fotografía: Antonio Fonseca |
El periodismo
comunitario construido en Tlatelolco tuvo un impulso trascendente al contar con
un tipo de habitante en las primeras etapas de poblamiento de la Unidad, un perfil
intelectual y de letras, profesores universitarios y periodistas, todos ellos contaban
con una pluma suave y ágil para narrar a través de palabras escritas, los
acontecimientos que se suscitaban dentro de Tlatelolco.
En el número
anterior de Vivir en Tlatelolco,
hemos introducido diversos aspectos sobre el periodismo comunitario a través de
publicaciones locales, aún falta mucho por escribir sobre ello, sin embargo es
necesario antes, puntualizar un aspecto que hemos dejado ausente, la resonancia
de los discursos tlatelolcas que tuvieron eco en los medios de masivos de
comunicación. Me gustaría puntualizar sólo un caso para este momento, la
columna “Perspectivas tlatelolcas” en el periódico El Nacional, su autora era Susana Schendel Brunish.
La entonces
tlatelolca del edificio Chihuahua, Rosa María Vanegas García (2001), realizó
una remembranza de Susana Schendel a raíz de los quince años del sismo de 1985,
ella “nació en el año de 1922, en la ciudad de México, fue segunda hija de un
matrimonio de inmigrantes alemanes. Llegó a vivir en Tlatelolco en 1968 en el
edificio Chihuahua, entrada B, departamento 708 (…), se mudó en julio de ese
año” dijo Vanegas.
No había rejas,
los elevadores tenían cada uno su elevadorista, había muchas áreas verdes, continuamente
se cambiaban las plantas de ornato de acuerdo a la temporada, los domingos era
un tianguis, una fiesta vecinal, había clases de guitarra, de inglés, de
macramé… hasta conciertos populares en el jardín de Santiago Tlatelolco. Se
vendía toda clase de curiosidades, como los globos que no faltaba un niño que
no quisiera uno, venían danzantes de muchos grupos a la iglesia; habita de todo
lo que es un tianguis, y todo se acabó después del 2 de octubre (Palabras de
Susana Schendel en Vanegas, 2001).
Estudió
Periodismo en la Universidad Femenina, Manuel Becerra Acosta, director del Excélsior, también era director de la
carrera, entre sus primeras incursiones en el periodismo, participó realizando
entrevistas y reportajes en el periódico Mi
palabra junto a un grupo de otras mujeres bajo la dirección de Adela
Formoso de Obregón Santacilia. Trabajó realizando colaboraciones para otros
medios, la que sobresale es 17 años para Notimex hasta el año 2000. Escribía
sobre cultura, turismo y vida cotidiana, pero en 1989 el director del periódico
El Nacional le pide que modifique el
contenido de su columna, nombrándola “Perspectivas
tlatelolcas” en la sección “Ciudad” por el hecho de vivir en Tlatelolco y
debido a los hechos trágicos del sismo del 19 de septiembre de 1985, así lo
hizo hasta el momento que El Nacional fue cerrado en 1998. Susana Schendel fue una de tantos tlatelolcas
que resistió para que el edificio Chihuahua no fuera demolido como era el plan
original de Guillermo Carrillo Arena de la Secretaría de Desarrollo Urbano y
Ecología (SEDUE).
Su columna
continuo publicándose luego que los trabajos de la reconstrucción de Tlatelolco
fueron parados, para el 26 de noviembre de 1994, Schendel denunció la última
entrega de los clubes a la Delegación Cuauhtémoc por el Fondo Nacional de
Habitaciones Populares (Fonhapo):
“Igualmente
sorprendió a los tlatelolcas la entrega que Fonhapo hizo a la Delegación
Cuauhtémoc del club 5 de Mayo, en vez de haberlo hecho en favor de la comunidad
de la unidad habitacional, el pasado 26 de noviembre, supuestamente ya
reconstruido, cuando en realidad lo único que se reparó fue la sala de usos
múltiples. Esta unidad deportiva y recreativa, de las tres con que cuenta
Tlatelolco, es la más amplia y completa y quedará con esa entrega, excluida
para los tlatelolcas, en especial niños y jóvenes, como es el caso del Félix
Azuela, que es administrado por el IMSS, y el Antonio Caso que administra la
delegación, relegando con ello a los residentes, quienes originalmente,
mediante una cuota mensual y comprobando su residencia, podría disfrutar
tranquilamente del club” (Perspectivas tlatelolcas, El Nacional, 08-12-1994).
Con pluma aguda y
crítica continuamente hizo mención del “menosprecio a los tlatelolcas” por
parte de las autoridades, advirtió la pretensión de desligarse totalmente de
Tlatelolco, en la cabal imposición del régimen de condominio, motivo por el
cual Fonhapo estaba recurriendo a una serie de amenazas contra los residentes
que se habían resistido a realizar los trámites correspondientes porque no estaba
concluida la reconstrucción, mismos que quedarían inconclusos finalmente.
Por otro lado, el 27 de junio de 1995, escribió sobre las mesas para el cambio de régimen para la tenencia de las viviendas en Tlatelolco.
La mesa redonda relacionada con el cambio de régimen para la tenencia de las viviendas en Tlatelolco, dejo preocupados a los residentes al quedar de manifiesto que Fonhapo pretende desligarse de los compromisos implícitos del fideicomiso, sobre todo con aquellos que habitan los 32 inmuebles que estuvieron sujetos a obras mayores que prácticamente siguen inconclusas, ya los faltantes a corto y mediano plazo requerirán reparaciones costosas. La reunión tuvo lugar el pasado 27 de junio y forma parte de las actividades del Comité Diez Años-Tlatelolco; los funcionarios de Sedesol y Fonhapo que fueron invitados, no asistieron. (Perspectivas tlatelolcas, El Nacional, 15-07-1995).
Desde la columna Perspectivas tlatelolcas, la inseguridad
y robo a casa habitación ya eran tema de discusión en 1993, junto a la denuncia
a la Subdelegación Política de Tlatelolco, por medio de su titular, Ariel Cueto
que toleraba en la Unidad, la introducción de vendedores ambulantes afines de
Guillermina Rico, finalmente otro personaje constantemente cuestionado por
Schendel fue el delegado en Cuauhtémoc, Jesús Dávila Narro, por ello Rosa María
Vanegas dijo que “con su labor periodística contribuyó a lograr que la
reconstrucción fuera un tema cotidiano en la ciudad, ser la piedra en el zapato
de los funcionarios” (Vanegas, Op.Cit.) y cuando no estaba en la “talacha
periodística” en palabras de Vicente Leñero, hasta su último día de vida se
mantuvo en su amado 708 del edificio Chihuahua.
*Antropólogo
Fuentes:
Vanegas,
Rosa María. (2001) “Tlatelolco a quince años del sismo de 1985 y Susana
Schendel Brunish” en Boletín oficial del
INAH - Antropología, Núm. 61, México: INAH, pp. 28-34.
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